Capítulo 7

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Ignorando a los dos sonrientes recién llegados, Jin puso sus manos en el pecho de RM y gentilmente lo empujó abajo haciendo que se sentara en la cama. Aunque tuvieran audiencia, a Jin no le importaba, nadie iba a ir a ninguna parte hasta que revisara a RM y evaluara sus heridas.

—Esto solo es una gran pérdida de tiempo. —RM se quejó a pesar de que las esquinas de su boca se levantaron en una sonrisa. Levantó los brazos para que Jin pudiera tirar del dobladillo de su camiseta esta vez.

El único problema fue que tan pronto como estuvo expuesto el pecho desnudo de RM, Jin se olvidó completamente de todo lo demás.

Bronceado, musculoso, no tenía una onza de grasa en él. Jin hipnotizado empezó a pasar su lengua sobre sus labios. Si tuviera que pedir un deseo antes de morir, solo pediría unos cuantos minutos más a solas con RM y que pudiera lentamente lamer cada pulgada de ese apretado cuerpo.

—¿Cómo es que tú nunca me has mirado de esa manera, cariño? —Kibum sonrió, directamente preguntándole a Siwon.

—¿Como qué? —Siwon gruñó.

—¿Como si no pudieras esperar para meterme dentro de la cama y debajo de ti?

—Cállense chicos —dijo RM instantáneamente.

Jin se ruborizó de furia y vergüenza. Quizás se le

había hecho la boca agua con RM, pero esos dos asnos tenían que apuntárselo.

El teléfono de Kibum empezó a timbrar y salió fuera a contestarlo.

—Esto es grandioso, —Jin proclamó tocando levemente el estómago de RM—. No veo ninguna de las heridas. ¿Te dispararon en algún lado más?

—¿No te lo dije? Sanamos rápidamente si estamos lo suficientemente bien para cambiar. —RM contuvo el aliento cuando Jin permitió que su dedo pasara justo por su pecho.

Jin sonrió. Era bueno ver que no era el único en sentir esta atracción. Inclinó su cabeza lo suficiente, y lamió sus labios de nuevo suave y lentamente, no había manera de que RM pudiera perdérselo. En todo momento Jin mantuvo su mirada abajo, directamente en la ingle del hombre.

—Puedes sanar también si te trasformas —Siwon habló, interrumpiendo los pensamientos lujuriosos de Jin.

Jin se congeló con un poco de miedo bajando por su espalda. No recordaba mucho de cuando se transformó en un jaguar la noche pasada, pero recordaba que había dolido mucho. —No gracias —dijo firmemente, poniéndose de pie.

—No creía que fueras un idiota, pero evidentemente lo eres. —Siwon insistió sin una onza de remordimiento—. Necesitamos a cada uno al cien por cien en caso de que nos ataquen Los Cuervos. No podemos pelear si tenemos que proteger tu culo herido.

—Suficiente —RM gruñó y se puso de pie.

—Lamento si la verdad lastima los sentimientos del pequeño jaguar. —Siwon dio un paso adelante con sus ojos azules volviéndose oscuros por la furia.

Eso era demasiado porque al mirar al tipo este estaba listo para atacar. Jin notó que a pesar de que era más pequeño que su amigo, Siwon era de lejos el más peligroso de los dos.

—No te preocupes por tener que arrastrarme a algún sitio. Puedo cuidarme por mi cuenta. —Jin chasqueó. Por alguna razón sentía que la mejor defensa contra ese hombre era devolverle alguna agresión.

—De alguna manera dudo eso. —Siwon curvó sus dedos en un puño con una mirada encendida de disgusto sobre el cuerpo de Jin—. No parece que puedas pelear con un colibrí y mucho menos una batalla con un entrenado Cuervo. Por lo que se ve vas a ser un obstáculo para nuestra salud. Tienes deseos de morir.

Serie de los CP 01 - Pasiones PrimariasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora