Capítulo 13

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Tres meses. Eso era mucho tiempo el que había durado esa maldita misión en Oriente Medio. Meses que parecían años, porque en el segundo día ahí RM supo que había cometido el mayor error de su vida.

RM estaba sentado en la parte de atrás de una oscura camioneta corriendo a llevar al equipo de vuelta a los cuarteles. En todo lo que podía pensar era en Jin. Eso no era nada nuevo porque el jaguar consumía los pensamientos de RM día y noche. No había manera de volver o incluso hacer una llamada porque la misión era completamente secreta. Todo lo que RM podía hacer era contar los segundos hasta que pudiera ver a su amante de nuevo.

¿Podía incluso Jin haberlo olvidado por abandonarlo? Y si no, ¿podría incluso amar a RM? ¿Qué si ya lo había sustituido y tenía a alguien más? Él cambia formas se estaba impacientando en su asiento con dudas y preguntas golpeando dentro de su cabeza. Cuando el horizonte familiar de Flint estuvo a su vista enseñándole lo cerca que estaba de la casa no sentía alivio. La única cosa en la que podía pensar era en tener a Jin de vuelta donde pertenecía, en los brazos y la cama de RM.

Era tarde, aparcaron en los cuarteles, estaban relativamente vacíos. Empujó sus cosas por el portón. El equipo se quejó de que les ordenaran desempacar y dirigirse dentro para una reunión de interrogatorio. Muchos de ellos querían ir directamente a sus casas y recuperar algo de lo mucho que necesitaban dormir. La última cosa que algunos de ellos deseaban, era tener que entrar al edificio. RM, sin embargo, no podía esperar para entrar, solo de pensar si tendría suficiente suerte y le podría echar un vistazo a Jin.

Se giró, no había demasiado donde mirar, el equipo había regresado a una de las largas habitaciones de reuniones. RM alcanzó a ver a Jin corriendo por detrás del edificio. Vistiendo un par de anchos pantalones, bata verde y un estetoscopio colgado de su cuello estaba bastante claro que se dirigía a la enfermería.

Cuando Jin pasó por Rat, el puma le dijo alguna cosa que lo hizo reír. RM sintió cómo el aire arrasaba sus pulmones, casi había olvidado cómo de sexy era su sonrisa, sensual solo con un toque de dulzura en ella.

Aunque el resto del equipo continuaba caminando, RM se detuvo como si alguien hubiera clavado sus botas en el suelo. La urgencia de correr y tomar a Jin era muy fuerte, tanto que RM tenía que reprimir sus manos en puños apretados para no hacerlo.

—Jin, espera —Amber le gritó, venía bordeando a través del edificio.

—¿Qué quieres peste? Estoy listo y llego tarde a trabajar.

Desde que Jin había gritado, RM pudo oír esa ronca voz clara ahora. Le recordaba como a mantequilla caliente en un frío helado. RM sacudió su cabeza disgustado, ahora estaba pensando como un poeta enfermo de amor. Yeah, realmente lo había dejado ir.

El resto del equipo hacía rato que se había ido a la reunión, posiblemente estaba lista para empezar, pero él todavía no podía irse. Ahora que tenía finalmente a Jin de vuelta en sus sentidos, RM no pensaba que fuera capaz de alejarse de nuevo.

Amber debió sentirlo mirando porque alcanzando el lado de Jin volteó su cabeza en dirección a RM. En lugar del cálido saludo que siempre venía de Amber, le dio una mirada asesina, los labios presionados en una línea apretada y sus normalmente cálidos ojos marrones eran agudos con odio, envolvió su mano alrededor de la curva del brazo de Jin todo posesiva y le dijo alguna cosa a Jin que no pudo oír.

Jin inclinó su cabeza a un lado para oírla, antes de que una breve mirada de emoción danzara a través de su rostro. RM no podía estar seguro, pero miraba con el mismo tipo de furia que Amber le lanzó alrededor.

Jin miró fijamente hacia él. La boca de RM se quedó seca y su corazón bombeaba en su pecho cuando rápidamente Jin se volvió y se alejó ignorando a RM. Completamente aturdido y herido, RM siguió ahí como un maldito idiota incluso después de que Jin y Amber se hubieran marchado.

Serie de los CP 01 - Pasiones PrimariasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora