Capítulo 17

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Dos días después Jin estaba sentado en la cama rodeado por su familia, RM y el Doctor Wu. El cuarto estaba oscuro y un CD con sonidos suaves y rítmicos de tambores sonaba en el aire y una rica esencia de salvia quemándose. Aunque debía estar relajado, estaba más inquieto que un gato, incluso más que antes.

Eso no ayudaba, su humor estaba tenso antes de incluso empezar. Por los pasados días cada uno había estado de ese humor porque la última misión no había resultado.

Estaban preparados para hacer una redada en un almacén lleno de armas, había sido un masivo fracaso. Cuando los felinos llegaron allí todo lo que encontraron fue un edificio vacío. Ahí no había nada, ni tan siquiera una hoja de papel que indicara que los terroristas Cuervos habían estado ahí.

Yunho sospechaba que alguien del gobierno de los humanos los había avisado y Jin se inclinaba a estar de acuerdo con él. La pregunta era quién estaba vendiendo, no solo a los cambia formas, sino a su propia nación. Primero el misterio de los cambia formas perdidos y ahora esto. Más preguntas. Habría más muertos cuando finalmente encontraran una respuesta. Jin podía ver la tensión en toda la pesada carga de Yunho. Esto era el por qué era tan importante para Jin hacer esto.

—Necesitas relajarte o de esta manera nunca trabajará. —El doctor lo amonestó y se arrodilló junto a la cama.

—Lo estoy. —Jin argumentó incluso cuando tenía sus manos apretadas en puños.

—¿Tienes miedo de recordar? —El doctor preguntó, su mirada buscando en el rostro de Jin.

—Vio a sus padres asesinados —RM estalló—. Llámeme loco, pero no pienso que alguien quisiera volver a vivir eso.

—Está bien. Puedo hacerlo. —Jin dijo, aunque no tuviera la certeza de que se estaba dando la charla para animarse a sí mismo o RM.

—Por supuesto que tú puedes. —RM se calmó, toda su ira se había ido. Se metió dentro de la cama también, posicionándose hasta que la espalda de Jin estaba en su pecho—. Aquí, apóyate contra mí y te sostendré todo el tiempo que dure. De esa forma no sentirás que estás aquí solo.

—Gracias —Jin sintió que algo de tensión se iba y los poderosos brazos de RM lo envolvieron alrededor.

El doctor puso una larga taza de café debajo de las narices de Jin y ordenó. —Bebe.

Él inhaló la esencia del contenido y casi vomitó ante el rancio olor. —Jesús.

—No, Wu. —El doctor ni tan siquiera le dio una sonrisa, señaló su nombre en la placa.

Jin empezó a explicar, pero decidió que eso era una pérdida de aliento. En su lugar tomó la taza y la acercó a sus labios. Tomando un sorbo casi vomita con el sabor. Empezó a bajar la taza, pero el doctor agarró su muñeca y le hizo volver a subirla forzando la taza a sus labios. Wu la inclinó hacia Jin que no tuvo opción.

Beber o ahogarse.

Eso tenía un mal sabor, como una mezcla de fermentados champiñones, corteza de árbol y queso podrido. Jin se resintió cuando su estómago se revolvió, pero el hijo de puta que se atrevía a llamarse a sí mismo médico comprensivo, todavía mantenía inclinada la maldita taza. No fue hasta que cada gota se había ido que la separó.

—Hijo de puta. —Jin jadeó como amordazado. Su estómago daba vuelta y revueltas demandando echarlo. Pero apretó sus dientes juntos rehusándose. No tenía duda de que si vomitaba la mezcla el Doc solo podría hacerle beber otra más.

—¿Es realmente tan malo de sabor? —Donghae preguntó mirando la taza vacía como si fuera una serpiente.

—Sabe cómo... —Jin tragó de nuevo—. Sabe cómo la mierda.

Serie de los CP 01 - Pasiones PrimariasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora