Capítulo 11

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Jin rápidamente aprendió la medicina de los cambia formas. Era un mundo enteramente diferente al de los simples humanos, incluso los cambia formas necesitaban ayuda médica para curase, en función de si sus heridas eran severas o malas, heridas que si las hubiera recibido un humano lo habrían matado inmediatamente. Todo eso sin contar con el hecho de que los que todavía estaban en su forma de gato les suponía una dificultad añadida para tratarlos.

El cambia formas a cargo era el Dr. Wu, era una imponente masa de músculos y parecía más como si estuviera destinado a estar detrás de un arma y no curando los efectos de estas. Cuando Jin miró de cerca dentro de sus profundos ojos marrones, vio compasión en ellos. Tenía un largo y oscuro pelo, altas mejillas arqueadas, debía de ser de su herencia nativa americana. También trasmitía una extraña calma a los que estaban a su lado.

El doctor y el resto de su equipo estaban vestidos con batas verdes y se movían con una eficiencia bien engrasada, que le decía a Jin que habían trabajado en muchas situaciones de trauma juntos. Él había trabajado en medicina el tiempo suficientemente para ver que estaban mejor equipados que un gran hospital, ese grupo sabía lo que estaba haciendo.

Tomaron gratamente el ofrecimiento de Jin de ayudar y pronto se encontró metido a fondo en la curación de las heridas de los cambia formas. La primera lección que aprendió es a poner sus manos rápidamente atrás por si un gato decidía darle un bocado.

Dado que tenían mucho dolor, se dejaban llevar mayormente por sus instintos animales. Jin no podía culparlos de eso, mirando algunas de las heridas abiertas que lucían, estaría también así, si fuera ellos.

En ese momento, se encontraba vendando la pata de un gran puma. Gracias a Dios el animal estaba bastante ido, aunque solo tenía que terminar de hacer una operación de emergencia en él para remover varias balas. Todavía Jin continuaba murmurando suaves palabras para confortar al animal.

Todo el tiempo que Jin había estado trabajando en la enfermería, RM había estado parado ahí, como algo alto amenazador, como un guardaespaldas. Nunca se metía en su camino, pero dejaba claro que si alguien hacia un movimiento erróneo hacia Jin, tendría que enfrentarse a él.

Aunque a Jin le agradaba darse cuenta de eso, sabía que era mejor no leer demasiado en ello. Parecía que RM lo protegía en todo momento, pero actualmente le importaba una mierda, porque Jin lo conocía mejor. Si las palabras que RM había dicho en el vehículo no hubieran dejado el mensaje claro, lo habría hecho la forma en la que había reaccionado cuando Rat mencionó que habían estado juntos, negándolo con tanta vehemencia que había lastimado a Jin tan profundamente como una cuchilla.

Mientras seguía trabajando con los vendajes, Jin tragó saliva duramente contra el doloroso nudo en su garganta, mientras que la noche de pasión había significado mucho para Jin era más que obvio que para RM solo era una cosa más por la que estar preocupado.

No es como si no hubiera tenido una noche fuera antes, no era la primera vez que alguien lo usaba solo para un buen rato, solo que nunca lo habían herido tanto antes. Había abierto su corazón al cambia formas y RM había tomado ese regalo y lo había pisoteado.

El puma entrecerró sus párpados mirando a Jin con sus nublados ojos verdes. El pecho del gato retumbó con un débil gruñido.

—Está bien, —Jin canturreaba mientras acariciaba el terciopelo como visón de la nariz del puma. El gato le dio un satisfactorio ronroneo antes que Jin empujara sus manos fuera.

El animal le dio un bajo gruñido en protesta.

—De acuerdo, seré tu mascota un poquito más si es que lo necesitas.

—Yugyeom. —RM dio un paso cerca para mirar abajo al gato—. Deja de aprovecharte de tus heridas o serán la última de tus preocupaciones.

—Basta. —Jin lo reprendió, aturdiéndolo la fría actitud de RM—. Está herido y solo necesita algo de apoyo.

Serie de los CP 01 - Pasiones PrimariasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora