Capítulo 9

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—Wow, ¿crees que Yunho sabrá que cargamos esto a su cuenta? —Kibum preguntó. Él y RM estaban parados en la opulenta recepción del hotel.

RM siguió con su mirada el pulido piso de mármol, los grandes maceteros de plantas, la larga pantalla de plasma en el bar. Varios de los clientes, todos vestidos con ropa con clase y cara, dándoles a ellos dos miradas de desdén. Kibum curvó sus labios a un escuálido hombre y el humano rápidamente correteó por otro camino.

—Yunho nos lo debe por lo que estamos haciendo. Nos pasamos todo el día limpiando la mierda de la casa de los renegados y merecemos algo de R&R —RM replicó.

—Esto está jodiéndome y no termina con lo que Los Cuervos le hicieron a esa familia. —Kibum mantuvo su voz baja.

RM estaba de acuerdo. Los Cuervos no solo habían asesinado a la familia, los habían descuartizado. Dos padres y sus adultos niños asesinados a sangre fría y todo ¿para qué?

—Vamos, ¿solo dos habitaciones? —Kibum preguntó levantando una ceja.

—Desaparece. —RM gruñó y empezó a tomar su camino atravesando la recepción y al estacionamiento donde había dejado a los otros.

—Eso es lo que pienso hacer, si alguien más quiere saberlo.

Kibum probablemente lo haría también. La pantera era uno de los amigos verdaderos que RM tenía. Más de una vez se habían salvado el uno al otro, la única falta que podía encontrar en el hombre es que recogía herramientas para su pareja.

Jin y Siwon estaban sentados en el bonete del Rover, saltaron cuando Kibum y RM se aproximaron.

RM casi tropezó cuando notó que se habían estado riendo sobre algo.

—¿Habéis reservado habitaciones también para nosotros aquí? —Siwon preguntó cogiendo la tarjeta llave de las manos de Kibum.

—Ya lo he hecho, para asegurarme de que no os vean a vosotros dos y pateen vuestro culo fuera.

—RM los trabajó con su encanto, —Kibum se quejó a su pareja e intercambiaron una mirada tierna.

—Dispárame ahora, sabes que estás mintiendo. RM no tiene una onza de encanto en él.

—Vamos, —Kibum puso su brazo alrededor de los hombros de Siwon—. Estoy cansado y hambriento.

Siwon se puso de puntillas y le susurró algo a Kibum en su oído.

La pantera rió —Yeah, yo estoy en eso también ¿vas a ayudar a aliviarme? —Siwon frotó su mejilla contra el pecho de Kibum marcándolo con su esencia—. Te amo mucho.

Se fueron, Siwon se detuvo el tiempo suficiente para llamarlo. —Te veo mañana Jin. Asegúrate de no ser muy duro con RM también. No queremos encontrarlo en las mismas condiciones en las que dejaste a esos Cuervos.

RM movió su cabeza y ellos doblaron la esquina. —Todavía no entiendo lo que Kibum vio en él.

—No siempre uno escoge de quién se enamora —

Jin replicó.

RM se volvió y lo miró esperando ver que había un mensaje entre líneas en esas palabras, pero la cara de Jin estaba blanca como una pizarra, por primera vez desde que se conocieron RM no podía leerlo. Era frustrante y lo aterraba como el infierno. —Aquí. —Se aclaró su garganta nerviosamente y sacó la llave de su bolsillo—. ¿Por qué no subes a la habitación y te pones cómodo?

—De acuerdo. —Jin replicó, lentamente con cautela tomándola—. ¿Tú vas a venir también?

Una preocupación en su voz no tendría que hacer sentir a RM feliz, pero lo hizo. Solo con oírlo sabía que Jin lo quería alrededor.

Serie de los CP 01 - Pasiones PrimariasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora