Blue Haired Girl || Sonia Gómez || Sweet California

Mi pelirrosa

-AlbaPOV-

Viernes, 14:50, casa de Alba

—Ro, por favor, ¿quieres dejar de enseñarme fotos de amigas tuyas? —dije mirándola, ya me había enseñado como 30 y estaba un poco cansada.
—Jope Albita, encima de que me esfuerzo para que te eches novia y me tratas así —respondió cruzándose de brazos y agachando la cabeza.
—En serio, a veces pareces un bebé —dije riéndome— Y no quiero novias en este momento.
—Ugh mira, vale, esta noche vamos a salir que hace tiempo que no lo hacemos, a ver si ves a alguien que te guste.
—¿Llamamos a las demás? —pregunté.
—No —dijo sonriendo— Solo tu y yo, como siempre solíamos hacerlo.
—Me parece muy buena idea —sonreí de vuelta
—Ven a por mi a las 7, hasta luego guapa —cogió su chaqueta y su bolso, se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla, se puso sus gafas de sol y se fue.

Me tumbé en la cama y miré hacia el techo. Aún tenía el pijama puesto porque no había ido a clase, así que me quedé dormida.
Me volví a despertar y eran las 5, así que decidí prepararme para esa noche y llegar puntual por Rocío, que conociéndola ya estaría casi lista.
Me duché y cuando salí me volví a poner el pijama, me sequé el pelo y luego lo alisé y me maquillé, después ya me vestí, me puse unos vaqueros ajustados y unas botas, una camisa y una chaqueta, tampoco es que fuera a cenar con el rey, no tenía porque arreglarme mucho.
Cuando acabé eran las 18:30, tiempo de sobra para ir a por Rocío y llegar puntual. Cogí las llaves del coche y salí de casa, llegué a la de Rocío y ella ya me estaba esperando en la puerta.

—Siempre puntual eh... —dijo subiendo al coche.
—Ya me conoces —respondí sonriendo.
—Bueno, vamos pelirrosa.

Conduje hasta el local que me dijo Rocío y al entrar estaba bastante lleno a pesar de ser algo temprano. Fuimos a la barra a pedir algo para empezar, pedimos unas coca-cola's, no queríamos empezar a 'beber' todavía.
Una hora muy aburrida después empezamos con el alcohol y fuimos a bailar. Estaba sonando G.D.F.R. de Flo-rida así que nos volvimos un poco locas. Seguíamos bailando y de vez en cuando pedíamos otra bebida, habrían pasado bastantes horas más y estábamos cansadas. Antes de irnos de allí, Rocío sacó su móvil y me acercó a ella para hacernos un selfie. Puse morritos y ella los dos dedos haciendo una V. La foto salió algo borrosa pero estaba bien, así que salimos de ahí y volvimos a casa. Dejé a Rocío en la suya pero antes de irme ella me cogió de la mano y me dijo que me quedara a dormir con ella, que había bebido y no le gustaría que me pasara algo. Acepté y subimos a su piso, me dejó un pijama y fuimos a dormir. Solo tenía una habitación ya que vivía sola y el piso era pequeñito, así que teníamos que compartir cama, tampoco es que fuera un problema, llevamos haciéndolo desde que éramos unas enanas.
Me tumbé y ella vino después, se abrazó a mí y yo la abracé de vuelta y muy fuerte, me quedé mirando como dormía un rato, hasta que yo también me dormí, aunque antes de hacerlo completamente, escuché un 'te quiero' de su parte y sonreí.

-RocíoPOV-

Sábado, 12:34m, casa de Rocío

Me desperté con un dolor de cabeza enorme, me levanté de la cama con cuidado para no despertar a Alba y fui a la cocina a por una pastilla y agua. Cuando me la tomé cogí una más y llené un vaso de agua para llevarlo a la habitación y dárselo a la pelirrosa cuando despertara. Entre despacio al cuarto y puse las cosas en la mesita. Me senté en la cama y miré a Alba, cuando duerme es muy adorable así que no lo podía evitar, puse un mechón de pelo que tenía en la cara detrás de su oreja y vi su cara, muy bonita, sonreí. Se movió y aparté la mano, poco a poco abrió los ojos.

—Buenos días, pelirrosa —dije.
—Buenos —bostezó— días.
—¿Te duele la cabeza? —pregunté.
—Mucho —respondió ella tocándose el pelo.
—Tómate esto anda —le di la pastilla y el vaso.
—Gracias —me sonrió e hizo lo que le dije.
—¿Has dormido bien?
—Pues sí, abrazada a ti cualquiera duerme bien.
—Aww muero de amor, que mona eres —dije tapándome la cara.
—Ay calla, no me digas esas cosas, que me sonrojo —se tapó con la manta.
—Que tonta eres bebé, ven aquí —me tiré encima de ella y le hice cosquillas.

Ella empezó a revolverse debajo de mí y a reírse, yo también me estaba riendo. Alba ya estaba dando patadas al aire así que paré, pero seguimos riendo, yo aún encima de ella. Dejamos de reír y nos sonreímos, la abracé muy fuerte y ella quedó algo sorprendida por mi espontaneidad, pero me rodeó con sus brazos en seguida.

—Gracias —dije.
—¿Por que?
—Por todo, por ser la mejor persona que hay en mi vida, por darme todo sin pedir nada a cambio, por estar ahí siempre que lo necesito, por apoyar todas mis decisiones y aconsejarme si no se que hacer, gracias —paré para respirar, ya que lo había dicho todo de golpe— te quiero mi pelirrosa.
—Rocío... —se quedó callada unos segundos— no tienes que dar gracias por nada, voy a estar aquí siempre, tanto si me necesitas como si no, eres lo mejor que me a pasado, gracias a ti, por aguantarme, por... por ser tú.
—¿Siempre juntas? —pregunté, levantándome y enseñando mi dedo meñique.
—Siempre juntas —respondió uniendo su dedo con el mío.

Acabábamos de hacer una promesa que aunque ya la habíamos hecho otras miles de veces, siempre significaría lo mismo para ambas. Alba ha sido, es y será lo mejor del mundo, lo mejor de mi vida. Pasar los días junto a ella son algo que espero que no acabe nunca. Aunque a veces tengamos nuestros roces, siempre sabemos superarlos y al final volvemos a estar juntas. Este tipo de promesa es el que nunca se rompe, nosotras lo hemos prometido muchas veces y seguimos cumpliéndolo. Pase lo que pase siempre estaré a su lado, y no hace falta que se lo diga con palabras, ella lo sabe muy bien, intento demostrarlo siempre que puedo.

Pasamos toda la mañana juntas y después de comer, Alba volvió a su casa porque quería descansar. Yo hice lo mismo, dormí todo el día y pensé en lo más bonito que me ha pasado nunca, que fue conocerla a ella.