Blue Haired Girl || Sonia Gómez || Sweet California

Lo siento

-ElenaPOV-

Llevaba tres días enferma, sin ir a clase y sin ver a Sonia. Tara y Laura estaban por ahí perdidas y a las demás tampoco las había visto. Estaba muy preocupada por la peliazul, quien sabe si esos idiotas le habían hecho algo otra vez.
Cerré los ojos y me tapé con las mantas, llevaba metida en la cama toda la mañana, a penas podía moverme, me encontraba fatal. Pasaron unos minutos y escuché a alguien llamando a mi puerta. A penas podía pronunciar una letra, pero susurré un débil 'pasa', que supongo que lo escuchó, porque la que llamó a mi puerta pasó unos segundos después. Sonia fue la que entró a mi habitación, iba con la cabeza agachada así que me temía lo peor. Hice un gesto para que se tumbara a mi lado, cosa que hizo, se metió debajo de las mantas y escondió su cabeza en mi cuello, comenzó a llorar. Le acaricié el pelo y dejé que se desahogara. Paró en unos minutos, odiaba verla llorar.

-¿Mejor? -dije débil, ella solo asintió.

Me moví para que mi cara estuviera en frente de la suya, le di un beso en la frente y le limpié las lágrimas.

-Lo siento... -dijo.
-¿Porqué? No tienes que sentir nada, no has hecho nada.
-Sí que he hecho, y me arrepiento, pero es que tenía que hacerlo, te dije que me iban a hacer la vida imposible -empezó a llorar otra vez.
-No llores más, ¿qué has hecho? ¡Nada! Si ellos te hacen eso no es por tu culpa.
-Te quiero, joder.
-Y yo a ti preciosa, por favor no llores más -dije- fíjate, con tu visita creo que he empezado hasta a encontrarme mejor, ¿quieres ir a algún lado?
-No me importa, solo quiero estar contigo.
-Eres adorable.
-¿Y si mejor nos quedamos aquí un rato? Me muero de sueño -dijo acurrucándose en mi pecho.

Y así hicimos, nos quedamos dormidas a los pocos segundos, abrazadas. Unas horas después sonó 'Cool kids' de Echosmith en mi móvil haciendo que me sobresaltara, me desperecé y pasé un brazo por encima de Sonia para cogerlo.

Llamada telefónica

-¿Sí? -dije, bostezando.
-Tú, vaga asquerosa, ¿donde te metes? -preguntó.
-Ah, hola a ti también Rocío -me levanté con cuidado de la cama, ahora que podía, para no molestar a la peliazul.
-Ahora en serio peliverde, ¿donde has estado? A Sonia no la dejan en paz y están empezando a molestar a Alba también, no creo que pueda aguantar mucho más -dijo preocupada.
- ¿Qué? He estado enferma, pero ya estoy mejor, ven a mi casa -colgué sin esperar un adiós de su parte.

Fin llamada telefónica

Volví a mi cama, donde me senté y observé a Sonia. Era demasiado adorable durmiendo, le acaricié la cara y deposité un pequeño beso en su mejilla. Escuché el timbre unos minutos después así que supuse que era Rocío.
Fui sin hacer ruido y le abrí la puerta a la rubia que entró rápidamente a casa y se sentó en el sofá.

-Claro que sí, puedes pasar -dije sarcástica .
-Elena, estoy muy preocupada -dijo.
-Yo también, pero ahora explícame eso de que están empezando a molestar a Alba -me senté a su lado.
-Pues, intentó parar a esos tíos que estaban con Sonia y las dos acabaron en el suelo, aunque no les hicieron nada grave, desde entonces a Alba no paran de acosarla, estoy un poquito hasta los... hmf, mira mejor me callo, no quiero ponerme mucho más nerviosa.
-Mejor. sí, tranquilízate, ¿Alba está en su casa? Sonia está en mi habitación, yo también estoy bastante preocupada por todo esto que está pasando.
-Sí, he estado con ella un rato antes de llamarte, ¿puedo subir a verla? - preguntó.
-Claro, está dormida, pero no creo que pase nada si la despertamos.

Subimos arriba, Rocío iba detrás de mí. Entré a la habitación abriendo la puerta con cuidado, y las dos movimos a Sonia para despertarla. Se quejó un poco pero acabó abriendo los ojos.

-Hola peliazul -le sonrió Ro.
-Hola Ro -bostezó.
-¿Queréis venir a mi casa? Llamo a Alba y pasamos ahora a por Ash, que es tu vecina -sugirió Ro.
-Me parece bien -dije.

*Casa de Rocío*

-¿Has conseguido ya un novio Ash? -preguntó Rocío riendo.
-Pero no te rías, asquerosa -le tiró un cojín- Y no, no he conseguido.
-Bueno, no hay prisa -dije.
-¿Tiene alguien algo que contar ahora que estamos todas? -preguntó Laura, que estaba con nosotras- la última vez yo no estaba, merezco saber algo.
-Bueno... -dije- A lo mejor sí, pero no se, no quiero decíroslo aún.
-¿Y porque ese odio hacia nosotras? -preguntó Ro.
-No es nada de eso -reí- es que necesito saber si la otra persona está preparada para que lo sepáis.
-Así que hay otra persona... -dijo Ash- bueno, ya nos lo presentarás, espero que sea bueno contigo, sino le castro
- No, si es maravilloso, no te preocupes por eso, además, castrarlo como que no -dije mirando de reojo a Sonia.
-¿No nos puedes decir su nombre? ¿Le conocemos? ¿Va a nuestro instituto? - preguntó Rocío.
-No, sí y sí. ¿Te has quedado a gusto? -todas reímos.
-¿Es Álvaro? -preguntó Laura.
-No, pero si con el casi ni hablo.
-Bueno, a él se le nota que está bastante interesado en ti, siempre le veo mirándote por los pasillos -habló Sonia.
-Pero eso no tiene nada que ver, a lo mejor yo le gusto, pero yo estoy enamorada de otra persona, y creo que Álvaro no le llega ni a la suela de los zapatos -dije mirándola.
-Wow Elena, si que estás enamorada, sí -dijo Ashley, giré mi cabeza hacia ella.
-Bueno, yo creo que me voy, hasta luego -dijo Sonia, levantándose y cerrando la puerta.
-Yo...yo también me voy, estoy empezando a encontrarme mal otra vez, me duele la cabeza -puse maña cara.
-Si quieres te llevo -dijo Ash
-No hace falta, a lo mejor solo necesito aire, un paseo no me vendrá mal.

Al salir de casa de Rocío, vi a Sonia cruzar la calle así que corrí tras ella, cuando la alcancé agarré su muñeca haciendo que soltara un gruñido y pusiera una mueca de dolor.

-Mierda -susurró al verme.
-No me lo creo -dije mirándola a los ojos, estos estaban empezando a llenarse de lágrimas.
-Lo siento, lo siento Elena, lo siento -no paraba de repetirlo.
-Vamos... vamos a casa, ahí hablamos.

Llegamos a mi casa, en todo el camino no dijimos nada, ningún sonido era provocado por nosotras, tan solo escuchábamos el ruido de los zapatos al chocar con el suelo cada paso que dábamos y el de la tormenta que estaba empezando a formarse.

-Explícamelo -dije cuando entramos a mi apartamento.
-Fue un momento de debilidad, te juro que me arrepentí al instante -dijo llorando.
-Eres tonta, eres tonta, por dios -dije mirándola.
-Lo siento... -agachó la cabeza.
-Voy a abrazarte, voy a limpiarte las lágrimas y voy a decirte que te quiero mucho -dije- pero eres tonta.
-Ya lo s... -no la dejé acabar, la abracé fuerte, rodeando su cintura con mis brazos.
-Te quiero, te quiero muchísimo, no dejes que unos imbéciles controlen tu vida, por favor -dije limpiándole las lágrimas.
-Lo siento, lo siento mucho.
-¿Quieres dejar de decir eso? -le pregunté enfadada- Enséñamelas.

Subió sus mangas y pude ver varios cortes en su muñeca izquierda, pero ninguno en la derecha, cosa que me alegró un poco. Acerqué su brazo a mi cara y empecé a besar cada uno de sus cortes, algunos sangraban un poco por la manera tan brusca en la que la había agarrado anteriormente. Miré a Sonia y me acerqué a ella para besarla, puse mis brazos de nuevo al rededor de su cintura para acercarla a mí, ella puso los suyos en mis hombros, rodeando mi cuello. De alguna manera acabé encima de ella en el sofá, seguíamos besándonos. Me separé de ella por falta de aire y acaricié su mejilla con una de mis manos.

-No lo vuelvas a hacer nunca, sabes que siempre voy a estar para ti, puedes desahogarte conmigo, pero no te destroces de esta manera, amor -dije.
-Me has llamado...
-Sí, te quiero mucho, estoy enamorada de ti, no puedo soportarlo más, no quiero seguir así, osea, necesito que lo sepan, no va a pasar nada, nos van a aceptar Sonia, tenemos que decírselo a las chicas, a mi hermana, y me da igual lo que digan mis padres, pero a ellos también, quiero quitarme este peso de encima.
-Pero, ¿tus padres no saben que a Tara le gustan las chicas?
-Lo saben, quiero decir, supongo que si, pero sigue siendo duro.
-Bueno, ya está, no te preocupes, al igual que tú has estado apoyándome en estos momentos, yo te voy a apoyar a ti en todo.
-Te quiero -dije, y me acurruqué en Sonia.