Blue Haired Girl || Sonia Gómez || Sweet California

David

-SoniaPOV-

Llegamos al hotel en el que las chicas habían reservado las habitaciones. Estabamos agotadas del viaje así que decidimos descansar un rato más. Obviamente yo compartía habitación con Elena, Ashley estaba sola y Alba compartía con Rocío.

—¿Seguro que no te importa estar sola? —la pelirrosa se acercó a Ashley antes de subir a las habitaciones.
—Claro que no, así si conozco a algún chico guapo en el hotel puedo llevarlo a mi habitación sin problemas —todas reímos.
—Disfruta de la habitación entonces —respondió Alba sonriendo.

212 era el número de nuestra habitación. Entramos y lo primero que hizo Elena fue ir al pequeño balcón que había.

—Mira esto —me dijo— ¿no es precioso?
—Tú lo eres más —besé su mejilla, se sonrojó.
—Anda, vamos a descansar un rato —se acercó a la cama, que en realidad eran dos, pero estaban pegadas.
—Jo, yo quería dormir abrazada a ti.
—Pero... Puedes hacerlo.
—Si quieres que se separen las camas y nos caigamos al suelo, entonces sí.
—Eres tonta, pero tienes razón —rió.
—Yo siempre tengo razón y... —bostecé— estoy demasiado cansada.

Después de eso dormimos como habíamos dicho, yo no tardé mucho en hacerlo, en cuanto cerré los ojos ya estaba dormida.

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Abrí los ojos y busqué con la mirada a Elena, no la vi en su cama así que supuse que estaba en el baño, me levanté de la cama y me acerqué a la puerta. La toqué varias veces y no hubo respuesta, así que la abrí para encontrarme un baño normal, sin mi chica dentro.
Posiblemente, teniendo en cuenta el horario de la ciudad, bajó a desayunar con las demás, pero yo, como duermo mucho, no me desperté a tiempo.
Volví a la cama y me senté en me borde, observando la habitación. Cogí mi móvil que estaba en la mesita y le eché un vistazo, tenía varios mensajes.

Papá: Vas a volver a casa, niña - 13:20h.
Papá: Un pajarito me ha dicho donde vives, iré a por ti - 13:21h.
Papá: Se donde estás, y voy a hacer que vuelvas a España muy pronto - 15:24h.

Comencé a temblar, aunque me lo esperaba, hacía varios días que había estado recibiendo mensajes como estos de mi padre, diciendo que me llevaría con él a casa otra vez. Borré los mensajes y volví a bloquear el teléfono, algunas lágrimas que estaba aguantando cayeron, fui al baño a lavarme la cara y después de eso decidí bajar con las chicas e intentar no pensar en mi padre y en lo que es capaz de hacer.

-AshleyPOV-

—¿Has bajado sola? —preguntó la rubia a Elena— ¿Y Sonia?
—Dormida, está cansada, vamos a desayunar anda —explicó entrando en el ascensor.
—Chicas, voy a ir un momento a mi habitación, me he dejado el móvil, ahora nos vemos —asintieron.

Giré la esquina y caminé por el pasillo en busca de mi habitación, volví a girar la esquina, esta vez la izquierda, pero no pude continuar mi camino ya que choqué con alguien.

—Lo siento... —la persona con la que había chocado me ayudo a levantarme.
—No pasa nada, no te esperaba ahí, perdón —dije.
—No te disculpes, ha sido mi culpa —sonríe— Me llamo David.
—¿Eres español? Yo soy Ashley —le di dos besos.
—Pues sí —ríe— Bueno, ya que he interrumpido tu camino, podría acompañarte hasta tu destino —se ofreció.
—Tan solo voy a mi habitación, está cerca, no te preocupes.
—Insisto, aunque si lo prefieres, desayunamos juntos —me guiñó un ojo.
—Es buena idea, me acompañas y luego bajamos juntos, ¿vale? —le sonreí.

-ElenaPOV-

Alba, Rocío y yo ya estábamos sentadas en la mesa, esperando a Ashley. Ya teníamos el desayuno en la mesa, pero no empezamos a comer.
La silla a mi lado se movió y vi que había sido Sonia, que se sentó y me dio un beso en la mejilla.

—Buenos días —dijo.
—Buenos días —sonreí de vuelta.

Ash tardaba mucho en venir, así que todas, incluida Sonia, empezamos a comer nuestro desayuno en silencio. Unos minutos después, escuchamos la voz de nuestra amiga acercarse a la mesa, así que dirigimos la mirada hacía ella. Cuando la miramos, vimos que no venía sola. A medida que se acercaban notaba como la peliazul, a mi lado, los miraba confusa, sobretodo al chico que acompañaba a Ashley. Cuando llegaron a la mesa se sentaron, el chico pidió permiso antes de hacerlo. Miré a Sonia que había agachado su cabeza y miraba al plato de comida.

—Este es David —nos dijo Ash— Choqué con el cuando iba a la habitación y se ofreció a acompañarme, así que si no importa, desayunará con nosotras.
—No importa —dijo Ro— Me llamo Rocío, encantada.
—Yo soy Alba —dijo la pelirrosa, sonriendo.
—Yo me llamo Elena, y ella es...
—Voy a la habitación —interrumpió la peliazul levantándose de la mesa.
—Espera, ¿porqué? —me levanté y la seguí.

Fui con ella hasta la habitación y al entrar comencé a preguntar.

—¿Que te ha pasado? ¿Porqué te has ido de esa manera?
—Se me pasó el hambre.
—¿Y por eso te has ido así? —dije— desde que viste a ese David has estado rara, ¿lo conoces o algo así?
—Sí —dijo en un tono bastante bajo, mirando al suelo.
—¿Quién es? —pregunté confundida.
—Nadie, déjalo.
—Pero quiero saber...
—Elena, déjalo, de verdad.
—¿Que pasa? Solo dime quien...
—¡Es mi hermano! Ala, ya te lo he dicho, ¿contenta? Es mi hermano y no se que coño hace aquí, joder.