Dame una oportunidad

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-ElenaPOV-

—¿Sonia? —pregunté yo, confundida.
—Peeero cuanto tiempo Elena —dijo ella, iba muy bebida, se notaba.
—¿Qué haces aquí?
—Anda, déjate de preguntas es... —hipo— túpidas y déjame limpiarte...
—hipo— el vestido.

Me llevaba de la mano y torpemente a algún lugar del local. Finalmente llegamos a los baños, donde una mezcla del olor del alcohol y el humo de los cigarros que algunos fumaban entre otros, entró en mis fosas nasales, haciendo que me maree un poco.

—Ven aquí —dijo ella acercándome a los lavabos.
—Esto no se quita, déjalo ya —dije al ver que no funcionaba su técnica de echar agua.
—Tienes razón.

Reinó un silencio incómodo y estúpido en la sala, excepto por la música que se oía, que servía para romper algo el hielo.

—¿Quieres tomar algo? —preguntó.
—No se si debería beber, Alba y Rocío no están en condiciones de conducir un coche y tendré que encargarme de ellas de alguna forma.
—Igualmente no vas a conducir, así que te tomarás algo conmigo.
—Pero...
—Ni peros ni nada.

Me llevó a la barra del bar donde pidió algo al camarero que le sonrió y luego se fue a por lo que Sonia le dijo. Después de unos segundos estaba de vuelta con dos vasos, Sonia me dio uno a mi y ella se bebió el otro de un trago.

—Vamos, bébetelo de una tú también.
—No se sí...
—Vamos.
—Está bien.

Lo bebí como ella dijo, el líquido quemaba en mi garganta pero yo quería más, aunque sabía que esto no era nada bueno.

—¿Otro?
—Sí.
—Oye, otros dos - le dijo al camarero.

Volví a beberlo de un trago sintiendo el contenido bajar por mi cuerpo. Y otro. Y otro más. Y así hasta que ya no me mantenía en pie y no veía bien por donde iba. Recuerdo que me sujetaban la cintura mientras andaba, también que subí las escaleras a un piso que no era el mío y que desperté algo ligera de ropa, en una cama que tampoco era la mía, junto a alguien.

—Que dolor de cabeza —fue lo primero que dije al abrir los ojos— ¿Pero dónde coño estoy?

Algo o más bien alguien se removió a mi lado, yo giré para ver de quién se trataba y cuando la vi, mis ojos no se lo podían creer.

—¿!Sonia!?
—¿¡Qué!? ¿¡Qué pasa!? —dijo ella saltando de la cama alarmada.
—¿Qué que pasa? He despertado en tu cama casi desnuda y no recuerdo nada.
—¿No recuerdas nada?
—No.
—Pues empezaste a beber demasiado, yo te dije que pararas pero no querías, así que te tuve que sacar casi arrastras del local ese, te lleve a mi casa por que a tus padres no les haría gracia verte en el estado en el que te encontrabas anoche, entonces al entrar aquí en mi habitación tú me... me querías besar y me dabas besitos en las mejillas te quitaste la ropa y pues de repente paraste y te quedaste dormida.
—Vale, primero: no vivo con mis padres sino con mi hermana; segundo: ¿yo besarte a ti? ; y tercero: ¿por qué no me dijiste que durmiera en el sofá o algo?
—Vale, vives con tu hermana; tú no me besaste, querías besarme; y no quería despertarte, además no pienso no dormir en mi cama solo porque estés tú en ella.
—Bueno creo que volveré a casa, le debo una explicación a mi hermana y a las chicas
—Te acompaño a la puerta.

Llegamos a la puerta que yo estaba dispuesta a abrir cuando Sonia se puso delante de ella:

—Quédate a comer.
—No puedo, mi hermana se preocupará.
—Mándale un mensaje, vamos, vivo sola y algo de compañía sería genial, y más si es de alguien como tú.
—¿A qué te refieres con alguien como yo?
—A nada, entonces ¿te quedas?
—Está bien, le hablaré por whatsapp, creo que el móvil me lo he dejado en tu cuarto.
—Perfecto.
—¿Qué hora es?
—Las... - miró su móvil - 11:26
—¿Qué hacemos ahora?
—De momento ve a mandarle ese mensaje a tu hermana.
—Vale.

Blue Haired Girl || Sonia Gómez || Sweet CaliforniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora