She's gone

517 47 12
                                    

-ElenaPOV-

—Vamos, contesta -mordí mis uñas, intentando calmar los nervios, que poco a poco se apoderaban de mi.
—Elena, cálmate, la vamos a encontrar, ¿vale? —Alba acarició mi espalda.
—Es que no le encuentro sentido, estaba con nosotras y de repente desapareció —suspiré— tendríamos que haber seguido buscándola...
—Estuvimos horas buscando por toda la zona, un poco más o un poco menos, hubiera dado el mismo resultado —habló Ashley— Me voy a desayunar, paso de seguir aquí.
—Al menos ella se habría preocupado si te hubiera pasado algo a ti.
—Elena, déjala, vamos a intentar llamarla otra vez —me tranquilizó la pelirrosa.
—Está bien...

Uno, dos, tres toques. Una vez más no contestaba a la llamada. Estaba demasiado preocupada, podía haberle pasado cualquier cosa. Podría haberse perdido por las calles abarrotadas de la ciudad o algún loco haberse acercado a ella y... no lo sabía ni quería saberlo en ese momento, solo quería encontrarla.

—Podemos avisar en recepción, si la ven nos avisan —sugirió Ro.
—Claro —sonrió Alba— ¿Ves Elena? Todo esto se solucionará pronto.

Después de esa conversación, bajamos a la entrada del hotel y nos acercamos a la chica que había en el mostrador de recepción.

Disculpe, ¿podría hacernos un favor? —Rocío habló en inglés.
Claro, dígame —contestó sonriente la chica.
Mire, es que nuestra amiga aún no ha venido de un lugar que queda lejos del hotel y estamos preocupadas, es una chica peliazul, si la ve, ¿podría avisarnos?
Por supuesto, dígame cual es su habitación, por favor.
Avise a la 212, es la de ella —me señaló— Muchas gracias.

Ro se acercó a nosotras sonriendo, puso una mano en mi hombro y apretó, tranquilizándome.

—Ya está —me dijo— Seguro que vuelve por aquí, cuando la vean avisarán.
—Eso espero —agaché mi cabeza— No quiero que le pasé nada malo.
—Le tienes mucho cariño a la peliazul, ¿verdad?
—No te imaginas cuanto, Rocío —contesté a la rubia.

-AlbaPOV-

Rocío y yo conseguimos que Elena descansara un rato para olvidarse de todo por un momento. Nosotras bajamos a desayunar y al llegar a la cafetería no encontramos a Ashley ahí; probablemente estaría en su habitación ya.
Después de desayunar, volvimos a nuestra habitación.

—Estoy muy preocupada por Sonia, y también por Elena —dijo Rocío— Se nota que le tiene mucho cariño a la peliazul.
—Sí, están muy unidas —es normal, son novias, claro que están unidas Pero no te preocupes, Sonia es mayorcita y sabrá volver sola.
—Oye, aún es muy temprano, ¿y si dormimos un ratito más?
—¿Y si mejor nos tumbamos y hablamos de algo?
—Me parece mejor —dijo acercándose a su cama pegada a la mía.

Nos tumbamos y estábamos mirando al techo, de vez en cuando giraba mis ojos hacia ella; era tan bonita... Debería dejar de pensar esas cosas sobre ella, aunque ya tengo asimilado que es y será solo eso: mi mejor amiga.
De repente sentí una mano sobre la mía y bajé la mirada hacia ella; era Rocío, aunque estaba claro, solo éramos nosotras en la habitación.

—Pelirrosa... —me dijo.
—Dime rubia —la miré.
—Te quiero mucho —me miró de vuelta.
—Ro... yo también te quiero —sonreí, ella se levantó quedando sentada en la cama.
—Pero es que yo te quiero como algo más que una mejor amiga —No creo que esto esté pasandoTe quiero como a una hermana, desde siempre estás conmigo y me apoyas en todo, no se como me soportas, por eso te quiero, gracias por no dejarme nunca.

Cuando dije que me quería como a una hermana, sentí como el mundo se me venía abajo y las lágrimas formándose en mi ojos. Sabía que no era bueno hacerse ilusiones, aunque no me las había hecho, pero si empezaba la frase de esa forma todos se podrían imaginar que diría cualquier cosa; excepto eso.

—Te soporto porque te quiero Rocío —dije, pasando las mangas de la camisa que llevaba puesta por mis ojos, secando las lágrimas— Lo siento, voy a ver como está Elena.
—¿Estás llorando? —me sujetó el brazo, impidiéndome la salida— ¿Que ha pasado? ¿He dicho algo malo?
—No... me emociono fácilmente, solo eso —le dediqué una sonrisa falsa.
—Te conozco y ambas sabemos que no es verdad —acarició el brazo que sujetaba— Dime, ¿que te pasa?
—No es nada, en serio...
—Vale, entonces no nos iremos de aquí hasta que me cuentes que te ha pasado, como si tenemos que vivir en Nueva York —se apoyó en la puerta con los brazos cruzados.
—Exagerada...
—Lo se, habla.
—No me pasa nada, te lo prometo.
—No prometas eso, porque se que te pasa algo —suspiré.
—Me gusta una chica —dije.
—¿Que tiene que ver eso ahora para que te pusieras a llorar?
—Pues que esa chica eres tú, y me jode que solo seas mi mejor amiga y me veas como a tu hermana —confesé.

Rocío me miró sorprendida y confundida a la vez, tenía la boca abierta como para decir algo, pero no hablaba. Fui de nuevo a la puerta y la quité de ahí, se dejó mover, no reaccionaba. Abrí y me fui de ahí, bajé las escaleras en vez de coger el ascensor y al llegar a la planta baja donde estaba la entrada vi a un chico acompañado de una chica peliazul; Sonia. Quise ir hacia ella para preguntar donde había estado, pero dejé de moverme cuando vi que el chico al que acompañaba era David y ambos salían del hotel; ¿que hacían juntos y donde iban? Giré mi cuerpo de nuevo hacia las escaleras, pero esta vez sí cogí el ascensor, y me dirigí a la habitación de Elena, llamé a la puerta y me abrió.

—He visto a Sonia —al mencionarla, se le iluminaron los ojos y apareció una sonrisa en su rostro.
—¿Donde esta? —preguntó, mirando el pasillo vacío.
—Aquí no, la he visto con David, llámala —dije, entrando a la habitación.
—¿¡Con David!?
—Sí, llámala.

Elena me hizo caso y llamó a Sonia, pero no contestaba. Dije que lo intentara una vez más y volvió a hacerme caso, pero seguía sin cogerlo.

—Espera, me han mandado un mensaje —habló Elena, con la voz rota y a punto de llorar.
—¿Quién es? —pregunté al verla con la boca abierta y el ceño fruncido, mirando al móvil.
—Es... Es Sonia.
—¿Qué dice? —volví a preguntar.

Elena acercó su móvil hacia mi y pude ver en la pantalla un mensaje mandado por whatsapp que me dio escalofríos:

"Ayúdame"

Blue Haired Girl || Sonia Gómez || Sweet CaliforniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora