Eran las siete de la mañana y estaba en casa preparándome para ir al Campus.
Hacía siete meses desde que Harry se había ido, siete meses sin poder dormir por las noches pensando que yo tenía toda la culpa de que se fuera. Y desde que Liam me contó aquello había empezado a sentir algo extraño en mi.
Liam y yo seguíamos juntos, el día que me contó que Harry se había ido porque estaba enamorado de mi, me enfadé con él por no habérmelo contado antes y nos llevamos separados unas semanas, pero volvimos cuando él vino a mi casa con un ramo de flores pidiéndome perdón. Yo lo quería, no podía seguir separada de él más tiempo.
Las semanas que estuve sin Liam tuve tiempo de pensar bastante. ¿Y si Harry no volvía? ¿Qué haría yo sin él?. Hoy hacíamos cinco años desde que nos conocimos y él no estaba aquí para celebrarlo.
Terminé de vestirme, iba con una camiseta de tirantas blanca, unos shorts negros y unas vans del mismo color. Recogí mi pelo en una trenza al lado un poco despeinada y me maquillé un poco.
Salí de mi casa, monté en mi coche y puse rumbo al Campus.
Cuando llegué aparqué el coche y bajé, entré en el edificio y vi a mi amiga Thris frente a las taquillas.
— Thris— La llamé y mi amiga se giró para verme.
— Yanis— Sonrió y se acercó a mi. Me saludó con un abrazo y correspondí— ¿Cómo estás?— Preguntó y suspiré.
— No muy bien— Respondí y mi amiga frunció el ceño.
— ¿Qué te ocurre?.
— Hoy...hoy Harry y yo hacemos cinco años desde que nos conocimos...— Suspiré y bajé la mirada— Thris, tengo que contarte algo.
— ¿Qué pasa?— Preguntó mi amiga y la miré.
— ¿Te acuerdas de lo que te conté sobre Harry, verdad?.
— ¿Lo de qué se había ido porque estaba enamorado de ti?— Asentí— Claro, además, te dije que yo ya me lo esperaba, se notaba muchísimo y...— La corté.
— Ese no es el tema, Thris. La cosa es que...desde que me enteré siento algo raro y creo...creo que...— No sabía como explicarle a mi amiga lo que sentía, ni siquiera yo sabía bien lo que sentía.
— ¡¿Estás enamorada de Harry?!— Preguntó mi amiga prácticamente gritando y puse mi mano en su boca. Miré a mi al rededor y muchos chicos habían girado su mirada hasta nosotras.
— Thris, ¿quieres callarte la boca?— La chica quitó mi mano de su boca.
— Lo siento, lo siento.
— No es eso, o...no se— Suspiré— Yo quiero a Liam, estoy enamorada de él, pero Harry...
— ¿No crees que puedas estar enamorada de dos chicos al mismo tiempo?— Preguntó obvia y me encogí de hombros.
— ¿Eso es posible?— Pregunté.
— Supongo, por lo menos para ti si parece que sea posible— Respondió y suspiré de nuevo.
— ¿Pero qué es lo que debo hacer ahora? Harry no está, e igualmente Liam y yo seguimos juntos, y no quiero terminar con él, pero a la vez no hago más que pensar en Harry...
— Vaya lío, no me gustaría ser tú ahora mismo— Dijo mi amiga y rodé los ojos.
— Eso no ayuda— Reproché y mi amiga rió.
— Vamos a clase antes de que lleguemos tarde.
.....
Había llegado a mi casa junto con Thris. Hoy comeríamos juntas y después saldríamos al centro comercial. A mi no me apetecía salir, pero Thris había insistido y cuando se ponía pesada no había quien le discutiera.
— ¿Qué hago de comer?— Pregunté a Thris que estaba dejando sus cosas sobre la mesa.
— ¿Prefieres que pidamos algo de comer?.
— Uhm...vale— Sonreí— ¿Qué pedimos?.
— Kebab— Dijo mi amiga obvia y reí.
— Bueno, vale. ¿Llamas tú?— Mi amiga asintió, cogió el móvil y llamó. Puse la mesa y esperamos que viniera la comida.
.....
Llevábamos esperando la comida como veinte minutos. No solían tardar tanto en venir, les habría surgido algún inconveniente. Sonó el timbre de la puerta y me levanté.— Tiene que ser la comida, voy a abrir— Dije y Thris se levantó también.
— Yo voy a buscar dos vasos y el agua— Dijo, asentí y fue a la cocina.
Cogí mi monedero para pagar al repartidor y fui hasta la puerta.
Abrí y lo primero que vi fueron una botas muy peculiares de color marrón, fui subiendo la vista por unos pantalones ceñidos negros hasta llegar a una camisa blanca con unos dibujos de unas manos en color negro remetida por los pantalones y con los tres primeros botones abiertos dejando mostrar unos tatuajes en el torso de aquel chico. Seguí subiendo la mirada encontrándome con unos ojos verdes esmeraldas muy intensos, y muy conocidos para mi.
Harry.
Era Harry, mi Harry. Había vuelto. Aunque había cambiado muchísimo. Ahora llevaba esa ropa, el pelo se lo había dejado crecer un poco más, aunque no había perdido sus rizos y llevaba tatuajes. Estaba muy sexy, no parecía el mismo Harry que yo había conocido. ¿Cómo se podía cambiar tanto en solo siete meses?.
— Ha-Harry— Sonreí muy contenta de volver a verlo y lo abracé, pero me extrañé mucho al no notar que el chico correspondiera mi abrazo. Me separé y lo miré frunciendo el ceño confusa.
Escuché algo caerse a mi espalda y me giré. Mi amiga miraba a Harry perpleja, y no me extrañaba.
— ¿Harry? ¿E-eres tú?— Preguntó y el chico curvó una sonrisa pícara de lado mostrando ese hoyuelo que no veía hacia tanto tiempo.
— Thris— Dijo el chico con una voz muy distinta.
¡¿También le había cambiado la voz?! ¿Quién era este chico? ¿Dónde estaba mi Harry?
— Vuestra comida— Me tendió una bolsa con la comida que habíamos pedido.
Ni siquiera se había inmutado de volver a verme. ¿Acaso ya se había olvidado que yo era su mejor amiga? ¿Es que ya no lo era?.
— ¿Ahora trabajas de repartidor?— Preguntó Thris acercándose a nosotros.
— No, vi que el chico venía a traeros la comida, y como vi que era un chico de nuestra edad preferí traérosla yo. No vaya ser que os guste a alguna de las dos— Respondió.
¿Perdona? ¿Eso acababa de sonar a celos o era mi imaginación?
— ¿La has pagado tú?— Pregunté y el chico asintió— Entonces toma— Le tendí un billete para pagarle nuestra comida.
— No hace falta, nena. Hoy corre de mi cuenta— Sonrió como había hecho hace unos minutos y me estremecí.
Se había vuelto muy intimidante.
— Thris, ¿sabes donde puedo encontrar a Zayn?— Preguntó el chico mirando a mi amiga.
— Está en su casa— Respondió ésta.
— Gracias. Nos vemos— Dijo mirándome fijamente y antes de irse volvió a dibujar una de sus sonrisas.
Cuando salió por la puerta la cerra y me giré para mirar a mi amiga.
— ¿Quién era ese chico que acaba de irse?— Pregunté perpleja por la actitud del que hasta hace siete meses había sido mi mejor amigo.
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Obsession | Harry Styles.
Fanfiction- Me convertí en fuego para conseguirte, pero ese fuego terminó consumiéndome por completo, hasta hacerme dudar de quién soy. "Las grandes pasiones son enfermedades incurables. Lo que podría curarlas las haría verdaderamente peligrosas. -Goethe." Es...