Casi era la hora de que Liam llegase, había pensado que podía decirle. No iba a contarle la verdad, estaba claro, pero tampoco quería mentirle, no quería seguir haciendo que nuestra relación, si aún podía llamarse así, estuviera repleta de mentiras y engaños.
Me sentía la culpable de todo esto que estaba pasando. No debí caer en los juegos de Harry, Liam no merecía todo el daño que le estaba haciendo. No cuando era el único que de verdad era mi gran apoyo, ¿pero qué podía hacer ahora? No tenía nada claro, incluso se me había ocurrido huir y dejar todo esto atrás. Pero así no cambiaría nada, Liam necesitaba una explicación, Harry necesitaba una disculpa por si en algún momento pude haberle hecho pensar que podría pasar algo más entre nosotros y que sacaría a Liam de mi vida. Y yo necesitaba aclarar las ideas en mi cabeza y saber diferenciar entre lo que debía hacer y lo que no.
Un toque en la puerta de mi casa me sacó de mis cavilaciones. Respiré profundamente y me dispuse a abrir.
Cuando lo hice mi mirada se encontró con la de Liam. Tras unos segundos de silencio el chico habló.
- ¿Puedo pasar?- Preguntó y asentí. Le dejé paso y cuando caminó hacia el interior de la vivienda cerré la puerta y me giré para mirarlo- Bueno, aquí estoy.
- Sí...aquí estás- Dije porque no sabía que podía decirle en ese momento tan incómodo.
- Y ahora...¿vas a contarme que te ha pasado o he venido en vano?
- No no, voy a contártelo- Respondí.
- Bien, te escucho- Me quedé pensativa unos minutos y casi pude ver como el chico arqueaba una ceja- Yanis, ¿vas a contármelo hoy o vuelvo mañana?
- Lo siento, es que no se por donde empezar...
- ¿Y qué tal si empiezas por el principio?- Se cruzó de brazos y asentí.
- Bueno pues...la Tierra era un lugar en donde los seres vi...
- ¡Por Dios, Yanis!- Me cortó- ¿Quieres ir al grano?
- Lo siento lo siento, es que de verdad, me cuesta mucho hablar de esto...- Expliqué.
- ¿Pero por qué? ¿Por qué te cuesta tanto hablar de eso? ¿Que es algo que no puedo saber yo? Porque que yo sepa tú nunca me has ocultado nada, o al menos eso creo.
- No es que no puedas saberlo...- Suspiro- El día de tu cumpleaños, cuando te preparé la fiesta. Al verte con tu ex sentí que...
- Yanis, ya te he explicado que entre Alice y yo no hay absolutamente nada. Siento si pudiste sentirte mal en algún momento. Tuvimos una historia, pero eso es pasado y nunca más voy a estar con ella. Estoy enamorado de ti, solo de ti. Eres la única en mi vida, pero parece que eso no lo entiendes- Me cortó y casi pude notar como me quedaba sin palabras que decirle.
Lo creía, creía en él. Sabía que no tenía ningún sentimiento ya hacia su ex, o al menos quería creer eso y confiaba en él más que en mi misma. Yo le había fallado y él lo único que había hecho era disculparse por algo que no había ocurrido.
- Creo en ti, lo siento, creo en ti. Te quiero, ¿vale?- Me acerqué y lo abracé con todas las fuerzas que tenía en ese momento.
Liam correspondió mi abrazo acercándome más a él y depositó un pequeño beso en mi cabeza.
- No peleemos más, por favor. Han sido unos días horribles los que he pasado sin ti...- Dijo casi en un susurro y lo miré. Llevé mi mano a su mejilla y se la acaricié intentando que no me temblara la mano debido a los nervios que estaba sintiendo.
Y sabía que estos nervios se debían a que no estaba segura de poder seguir ocultándole a Liam lo que pasó.
- Tranquilo, ya estamos juntos otra vez- Dije para alentarlo y él dibujó una pequeña sonrisa en sus labios antes de acercarse y besarme como hacía mucho tiempo que no lo hacía.
Después de un rato aprovechando nuestra reconciliación Liam se marchó. Respiré hondo acordándome que ahora vendría la segunda parte, y era que tendría que darle explicaciones a Harry.
Miré el reloj que colgaba en la pared de mi casa y vi que ya había pasado la hora en la que Harry vendría a mi casa. Era extraño que se estuviera retrasando puesto que él era muy puntual, y más cuando le interesaba.
¿Le habrá pasado algo?.
Pasaron dos horas aproximadamente hasta que el timbre de mi casa sonó y corrí a abrir la puerta. Harry se encontraba tras ella y cuando nuestras miradas se encontraron me crucé de brazos.
- Llevo esperándote dos horas- Dije haciéndole notar que estaba molesta.
- Me entretuve- Excusó.
- Podrías haberme avisado. Estaba preocupada.
- ¿Preocupada? ¿Te preocupas porque me he retrasado dos horas?- Preguntó en tono...¿enfadado?
- Pues...sí. ¿Lo ves raro?
- Sí, lo veo raro ya que tú has estado una semana así, sin que supiéramos nada de ti. Sin saber si estabas bien o no- Replicó, con toda la razón del mundo, pero no se la daría.
- No...no es lo mismo- Dije sin credibilidad alguna y él rió careciendo de humor alguno.
- ¿Y qué cambia Yannel? Explícame tú en qué cambia.
No dije nada, ni una sola palabra más salió de mi boca en ese momento porque en realidad no tenía nada que objetar al respecto.
- Lo suponía. No tienes excusa- Dijo y dirigí mi mirada al suelo. Negué con la cabeza.
- No, no la tengo...
- Y tampoco vas a explicarme por qué te fuiste sin avisarme, ni por qué no me has contestado ni una sola llamada, ¿verdad?- Preguntó y esta vez sí me atreví a mirarlo.
- No me atrevía...
- ¿A qué?- No respondí durante unos segundos porque no tenía seguro que decirle- ¿A qué no te atrevías, Yanis? Habla ya.
- No sabía como enfrentarme a...a lo que hice- Respondí.
- ¿Y qué hiciste?- El tono desesperado en el chico ya era bastante notable.
- Sabes a que me refiero...- Dije y asintió, respiró hondo y abrió la boca para decir algo pero la cerró al instante.
- Ya veo. Muy bien, no te molestaré más para que así no tengas que arrepentirte al día siguiente- Concluyó y se fue a paso rápido de allí.
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Obsession | Harry Styles.
Fiksi Penggemar- Me convertí en fuego para conseguirte, pero ese fuego terminó consumiéndome por completo, hasta hacerme dudar de quién soy. "Las grandes pasiones son enfermedades incurables. Lo que podría curarlas las haría verdaderamente peligrosas. -Goethe." Es...