Harry.
Me encontraba sentado en el sofá de mi casa, pensando en todo lo que estaba pasando en la última semana. ¿Cómo podía cambiar tanto la vida de una persona en tan poco tiempo?. Y no me refería a mí, sino a Yanis. Había cambiado, por ese chico. Ahora él era lo primero, y eso no me gustaba nada. El sonido de unos toques en la puerta de mi casa me sacó de mis pensamientos. Me levanté sin ganas y fui a la puerta. ¿Quién era a estas horas?. Abrí la puerta para dejar ver a alguien que no esperaba. Aunque sinceramente, no esperaba a nadie.
— Zayn, ¿Qué haces aquí?— Pregunté a mi amigo que entraba en mi casa. Cerré la puerta y me acerqué a él.
— Pues nada, estaba en casa de Thris y estábamos bien hasta que le dije que si me quedaba en su casa a dormir y nos lo pasábamos bien esta noche, y de repente me pegó una ostia y me echó de su casa- Se encogió de hombros- No entiendo a las mujeres— Dijo y reí.
— ¿Seguro que se lo dijiste así? ¿O fuiste más directo?— Pregunté seguro de que mi amigo no lo había dicho con ningún tacto.
— Bueno, más o menos, pero estará en uno de sus días del mes— Solté una carcajada cuando dijo eso.
— Sí, seguro que es eso— Le di la razón irónicamente.
— Bueno, da igual, ¿Tienes algo para tomar?— Se dirigió a la cocina y fui detrás.
— Sí, ahí tiene que haber un par de botellas de Ron— Señalé un mueblecito que se encontraba arriba del fregadero. Mi amigo lo abrió y sacó una de las botellas, cogió dos vasos de tubos y fue al salón seguido de mi. Nos sentamos en el sofá y mi amigo sirvió un poco de bebida en los dos vasos. Cogí mi vaso y me lo llevé a los labios dejando que el frío líquido recorriera mi garganta y sintiera como si la arañara.
*****
Yannel.
— ¿Vemos una película o algo?— Le pregunté a Liam que se encontraba sentado a mi lado en el sofá del salón de su gran casa.
— ¿No tienes sueño? Es tarde y mañana tenemos que levantarnos temprano para ir a la universidad— Respondió.
— Oh, bueno, entonces mejor me voy yendo ya— Me levanté.
— Que no tonta, me refiero que podrías quedarte a dormir— Sonrió y me agarró del brazo sentándome en su regazo.
— Uhm...no creo que sea una buena idea— Dije no muy convencida de la propuesta que me hacía el chico.
— Venga, quédate conmigo— Comenzó a dar pequeños besos en mi cuello. Me mordí el labio y asentí.
— Va-vale, me quedo— El chico sonrió victorioso, me agarró de la cintura y me levantó. Él repitió la acción y se levantó. Agarró mi mano y comenzó a andar.
— Vamos a mi cuarto— Asentí.
Una vez llegamos a lo que parecía su cuarto, buscó una camiseta de pijama suyo y me lo tendió. Le respondí con un "Gracias" y él sonrió. Fui al baño a cambiarme y cuando ya lo había hecho volví al cuarto y nos metimos en la cama.
— Buenas noches cielo— Dije sonriendo.
— ¿Ya vas a dormir?— Preguntó
— ¿No hemos venido a eso?— Pregunté yo de vuelta.
— No— Comenzó a darme besos por el hombro, subiendo al cuello y acto seguido llegando al lóbulo de mi oreja.
— Li-Liam, mañana tenemos que madrugar...— Conseguí decir pero el chico ni se inmutaba— Liam...—Repetí y el chico gruñó como respuesta.
— No pasa nada Yanis, tú déjate llevar— Respondió y asentí.
*****
Harry.— ¡Bebe, bebe, bebe!— Decía mi amigo animado mientras yo me tomaba una copa entera sin respirar siquiera. Terminé de bebérmela entera y levante las manos orgulloso. Mi amigo aplaudió.
— Te dije que podría— Dije con dificultad por lo ebrio que me encontraba. Aunque Zayn no se quedaba atrás.
— Yo confiaba en ti, amigo— Puso sus manos en mis hombros y nos quedamos mirándonos fijamente.
¿Uno? ¿Dos? ¿Quizás tres minutos?. No sé. Pero de repente mi amigo comenzó a reír como un loco y yo lo seguí igual.
— Thris está...— Hizo un gesto con el dedo en su cabeza— Loca— Volvió a reír al igual que yo.
— Por lo menos ella te echa cuenta...— Respondí.
— Para la cuenta que me echa— Se encogió de hombros— ¿Te confieso algo?— Dijo misterioso y serio. Asentí— Cuando Thris se enfada y me grita...— Hizo una pausa y unos segundos después prosiguió— Me da miedo— Concluyó.
— Normal, las mujeres pueden llegar a ser muy malas- Resalté el "Muy". Mi amigo asintió y la imagen de Yanis con Liam apareció en mi mente y comencé a llorar como un niño pequeño cuando le quitan su caramelo.
— Hey, ¿Qué te pasa?— Preguntó mi amigo inclinándose a ver mi rostro, colorado y mojado por las lagrimas que caían de mis ojos sin poder controlarlas.
— Zayn...yo llevo años ocultando algo...— Mi amigo puso cara de confusión y seguí hablando— Llevo cuatro años enamorado de Yanis— Me sinceré con mi amigo. Y aunque estábamos borrachos, en ese momento sabíamos perfectamente lo que estábamos hablando. Mi amigo abrió los ojos casi sacándolos de sus órbitas y yo solo suspiré.
— ¿Pero por qué no lo has dicho antes?— Preguntó.
— Porque pensé que podíamos perder la amistad, y no podía permitir eso.
— No vais a perder la amistad Harry, tendrías que decírselo, quizá ella sienta lo mismo por ti y podáis...— Lo corté.
— Está con Liam— Dije seco.
— ¿Están juntos?— Preguntó perplejo y asentí— No...no lo sabía.
— Yo tampoco, pero los vi...besándose— Las lagrimas seguían cayendo por mis mejillas.
— Venga Harry, seguro que no duran, y ahí podrás decirle lo que sientes y podréis estar juntos...— Volví a cortarlo.
— No Zayn, se acabó, no voy a decirle nada, no voy a intentar estar con ella, ella no me quiere, me ve como lo que soy para ella, su mejor amigo, me ve como un hermano, y de esa zona no se sale— Mi amigo bajó la cabeza y negó.
— Harry, eres como mi hermano, y no me gusta verte así, de verdad, si necesitas algo, pídemelo, lo que sea, ¿Sí?— Asentí y mi amigo me abrazó. Correspondí al abrazo y seguí llorando sin control sobre su hombro como un niño pequeño llora sobre el hombro de su madre cuando está jugando con una pelota y se cae raspándose la rodilla.
Esta situación me mataba, y estar pasado de alcohol no me venía bien. Pero era lo único que hacía que por un rato pensara en otra cosa que no fuera Yanis. Pero ella estaba ocupando el cien por cien de mi mente. Y si seguía así no podría sacarla de mi cabeza de ninguna manera.
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Obsession | Harry Styles.
Fanfic- Me convertí en fuego para conseguirte, pero ese fuego terminó consumiéndome por completo, hasta hacerme dudar de quién soy. "Las grandes pasiones son enfermedades incurables. Lo que podría curarlas las haría verdaderamente peligrosas. -Goethe." Es...