Capítulo 36.

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Hace unos meses llegué a pensar que iba a volverme, literalmente, loca. Soñaba con Harry la gran mayoría de las noches, pensaba en él las veinticuatro horas del día y a veces incluso llegué a desear que Liam fuera él...Me sentía mal por pensar en otro chico que no fuera mi novio, pero no podía evitarlo, Harry había llegado a ocupar el cien por cien de mi mente.

En ese momento suponía que era porque habíamos sido amigos muchos años, y no había sido fácil para mí acostumbrarme a no verlo en las clases, o ver su número en la pantalla de mi móvil cuando me despertaba por las mañanas, o quedar con el para hacer maratones de películas los domingos, pero ahora no creía que fuera por eso, todo había ido un paso más allá...o un par de ellos. Había dejado de ver a Harry como un amigo para verlo como lo que era, un chico con unos ojos que cortaba la respiración, unos labios que quería estar probando cada segundo y un cuerpo que quería sentir con cada fibra del mío.

¿Me había enamorado de Harry? Tal vez. Pero...¿Cómo no hacerlo?

Vamos Yanis, solo has quedado con un amigo para hablar, vais a tomaros un café y después cada uno vais a iros a vuestras respectivas casas...

Pero...tú no quieres eso, sabes que no quieres que en esta cita solo intercambiéis palabras, quieres que vuelva a pasar lo que pasó en su casa, quieres que volváis a

- ¡BASTA!- Grité para que los pensamientos que rondaban mi cabeza desaparecieran.

- Señorita Yannel, ¿tiene algo que contarle a la clase?- Preguntó la profesora de filosofía y rápidamente noté como se ruborizaban mis mejillas. Había olvidado por completo que estaba en clase.

Tierra, trágame.

- Lo...Lo siento, señora Ray, es que...Había...- Pensé una excusa lo más rápido que pude- Había una mosca y me estaba poniendo nerviosa.

- Una mosca. -Repitió la estirada profesora. Asentí para ser más creíble- Cuando terminen las clases quiero verte en la biblioteca, allí vas a explicarme otra vez la historia de la mosca, ¿crees que te dará tiempo en las dos horas de castigo?

¡¿CASTIGO?! Pero...¡¿Y mi cita con Harry?!

- Pero, señora Ray...Después de clase...

- Después de clase quiero verla en la biblioteca y no hay más que hablar. Sigamos con la clase- Y siguió con lo suyo.

No sabía si llorar, pegarme cabezazos contra la mesa o coger a la señora Ray y enseñarle a quitar la cara de estreñida que llevaba siempre.

Harry iba a ir a mi casa por la tarde y yo iba a estar castigada en la biblioteca con la Profesora de filosofía teniéndole que explicar que mi grito había sido porque una mosca me estaba molestando y no porque estuviera pensando las cosas que quería hacerle a mi amigo.

***

Llevaba dos horas encerrada en la dichosa biblioteca con la señora Ray cuando decidió que ya era hora para levantarme el castigo. Salí corriendo de allí y me dirigí a mi casa rezando para que Harry no hubiera llegado aún. Cuando aparqué frente de mi casa, salí del vehículo y escuché el sonido de un motor a mi izquierda.

- No, mierda...- Harry estaba yéndose en su coche. Iba a pensar que lo había dejado tirado.

¿Por qué no puede salirme nada bien? 

Volví a meterme en mi coche y conduje lo más rápido que pude a su casa. Salí del coche ya estacionado y toqué el timbre. Esperé unos segundos cuándo la esbelta figura de Harry apareció frente a mis ojos.

- Harry, he visto que te ibas de mi casa y he venido corriendo- Expliqué mirando al chico, que me miraba frunciendo el ceño.

- He estado más de media hora esperando en la puerta.

- La profesora de filosofía me castigó y he tenido que estar dos horas inventándome una historia algo creíble para que me dejara salir de allí. Lo siento mucho...- El chico pareció convencerse y hizo un gesto con la cabeza hacia dentro de la casa.

- Pasa.

Pasé, como me había dicho, y dejé mi bolso encima de una silla.

- Ponte cómoda, ¿quieres tomar algo?- Preguntó Harry y asentí.

- Un poco de agua por favor, traigo la boca seca- Entre las prisas para no perder mi cita con Harry y los nervios de no saber sobre que quería hablar conmigo no era para menos.

Él asintió y se dirigió la cocina. Me senté y esperé a que volviera. Tardó unos minutos y cuando salió por la puerta vi que llevaba en la mano una bandeja con varias cosas sobre ella.

- Te he preparado un te y he traído unas pastas por si te apetecen. No soy muy buen anfitrión pero hago lo que puedo.

- Está bien- Sonreí- Gracias- Harry sonrió de lado y se sentó al otro lado del sofá con las manos sobre sus rodillas descubiertas por esos pantalones negros rasgados que tan bien le quedaban- Bueno...¿Y sobre qué querías hablar?

- La última vez que nos vimos no terminamos muy bien, y creo que es algo que tenemos que solucionar- Algo dentro de mi se recompuso. Al menos no me había dicho que se iba a volver a ir, de momento...

- Sí...Yo siento mucho todo Harry...No tendría que haberme ido ese día sin despedirme y después estar desaparecida una semana...Lo hice mal, todo lo he hecho mal últimamente...

Harry suspiró y se levantó. Se acercó más a la zona del sofá donde yo estaba sentada y se sentó a mi lado. Lo miré intentando sostener la mirada hacia esos ojos en los que me perdía en cuestión de segundos.

- Yo también lo siento- Dijo y fruncí el ceño confusa.

¿Qué sentía? Yo había sido la culpable de lo que había pasado, el no había hecho nada. O al menos yo no lo sabía...

- ¿Qué sientes? Tú no has hecho nada malo Harry...

- He sido muy insistente queriendo...vengarme de ti- Lo miré más extrañada y sorprendida que nunca.

- Vengarte...¿de mí?- Él asintió- ¿Por qué dices eso...?

- Porque es lo que he venido a hacer aquí, Yannel. Solo he venido a devolverte el dolor que tu me hiciste pasar a mí cuando decidiste irte con otro e ignorarme a mí, a tu mejor amigo, al que siempre había estado contigo, en las buenas y en las malas. Y te fuiste Yannel...te fuiste con él y me olvidaste a mí...¿Sabes como me sentí? Pues así mismo quería que te sintieras tú. Y creo que ya lo he conseguido, así que...Pensé que era mejor que lo supieras, por si ahora te ibas a encaprichar de mí, puedes ahorrártelo porque no va a servirte de nada, ya no...

Notaba que acababa de quedarme sin sangre en las venas, que mis extremidades estaban totalmente inmóviles y que no podía salir corriendo de ahí como deseaba.

Me había engañado, todo lo que había pasado había sido una mentira. Solo había vuelto para hacerme daño, y lo había conseguido...Nunca me había sentido tan sucia como en ese momento, solo de pensar que lo que pasó esa vez solo había significado una venganza para Harry y que yo había sido capaz de traicionar a Liam por él...Solo deseaba que lo que estaba pasando fuera una pesadilla, una horrible pesadilla de la que iba a despertar en cualquier momento y todo iba a volver a ser normal...

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⏰ Última actualización: Oct 09, 2017 ⏰

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