Capítulo 28.

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Me levanté dispuesta a salir. No me llevaría ni un solo día más encerrada en casa. Había pasado una semana desde mi última conversación con Liam, y desde ese día no había salido de casa ni para ir a la universidad. Había recibido miles de llamadas por parte de Harry, de Liam y de mis otros amigos. También algunos mensajes de Harry preguntándome por qué me fui aquel día de su casa sin despedirme de él, pero no respondí ni una de esas llamadas, ni uno de esos mensajes...y no había abierto la puerta de mi casa a nadie que hubiera venido.

Pero ya no quería seguir hundiéndome en mis problemas, tenía que enfrentarlos y asumir las consecuencias de mis actos.

Me vestí con el primer vaquero y la primera camiseta negra que encontré, me puse los zapatos, acomodé mi cabello en un moño algo despeinado y cogí lo que necesitaría para clases. Acto seguido salí de mi casa para montar en mi coche y dirigirme al campus.

Cuando llegué estacioné el vehículo en el primer aparcamiento libre que encontré y salí de él. Anduve en dirección a la entrada del campus pero me detuve en el instante en el que vi a mis amigos en el mismo sitio de siempre, entre ellos también estaba Liam.

Inspiré hondo un par de veces antes de decidirme a caminar hacia ellos. Cuando lo hice noté la mirada de mi amiga Thris clavarse en mi. Su cara desprendía sorpresa, una gran e inesperada sorpresa.

- ¡Yanis!- Medio gritó mi amiga y todos dirigieron su atención hacia mí de la misma forma que lo había hecho Thris anteriormente.

Sonreí leve y llegué donde estaban. Me coloqué entre Niall y Thris.

- Buenos días...- Fue lo único que se me ocurrió decir en ese momento.

Por un momento mi vista se clavó en Liam y noté como me miraba. Parecía como si estuviera esperando algo.

- ¿Eso es lo único que dices después del tiempo que has estado sin venir? ¿Y por qué no has respondido las llamadas?- Preguntó la morena en tono enfadado y haciendo que dirigiera mi mirada hacia ella.

- Ya hablaremos de eso, ahora tengo que ir a clase...- Respondí y sin decir nada más puse rumbo hacia el interior del edificio mientras oía a mi amiga llamarme.

Sabía que quería una explicación, pero no quería dársela ahora. Solo quería que terminaran las clases para poder irme a mi casa de nuevo.

Un agarre en mi brazo me sacó de mis cavilaciones y miré a la persona que me impedía seguir mi camino hacia el aula de biología.

- ¿No piensas dirigirme la palabra?- Preguntó Liam y tragué saliva.

- Hola...

- ¿Hola? ¿Solo hola?- Preguntó y respiré hondo preparándome para hablar.

- ¿Qué quieres que te diga?- Hablé pretendiendo no tartamudear en ningún momento.

- ¿No crees que tendríamos que hablar?

- ¿Sobre qué?- Pregunté aunque sabía perfectamente a qué se refería.

- Sobre nosotros, Yannel.

- Ahora tengo prisa, Liam...Tal vez en otro momento.

- ¿Tal vez? Llevamos sin vernos una semana, estamos en el peor momento de nuestra relación, ¿y tú dices que tal vez hablemos de esto?- Dijo y el tono enfadado en su voz crecía por momentos.

- Esta tarde, quedemos esta tarde y hablamos de todo esto, ¿vale?- El chico pareció conformarse y asintió.

- Bien. Esta tarde iré a tu casa- Asentí y sin decir ni una sola palabra más proseguí mi camino.

***
Cuando al fin acabaron las dichosas horas de clase, salí del campus a paso rápido. No quería encontrarme con nadie, no quería que volvieran a pedirme explicaciones por estos días en los que no había dado ni una sola señal de vida.

Llegué donde tenía estacionado mi coche y entré en él. Giré la llave con la intención de poner rumbo a mi casa pero un toque en la ventana del vehículo hizo que me detuviera. Miré rápidamente para saber quien me llamaba y como de costumbre, la suerte no estaba de mi lado.

Harry se encontraba tras el cristal mirándome con los ojos entrecerrados y frunciendo el ceño, cosa que le daba un aire más serio de lo normal.

Llevé mi mano, temblorosa ahora, hasta el botón que haría que la ventana bajase y cuando lo hice, me pareció ver como si el chico relajase sus facciones.

- Ahora vas a explicármelo todo, sin excepción y sin dejarte un solo detalle de por qué no me has contestado esta semana y de por qué no me has abierto la puerta de tu casa.

No sabía que contestarle, no iba a decirle que me arrepentía de haberme acostado con él, porque ni siquiera sabía si me arrepentía.

El chico arqueó una ceja y sabía que esperaba una respuesta por mi parte.

- Eh...estuve...estuve enferma.

- ¿Con qué?- Preguntó y se cruzó de brazos.

No se lo creía, y era lógico, era una excusa absurda.

- Pues con...con eso de...- Pude ver como Harry respiraba hondo y la desesperación en su mirada era notable- estuve...en mis días del mes, ya sabes, las chicas tenemos ciertos días en el mes en los que echamos...

- ¿Piensas contarme todo el proceso?- Me cortó- Porque ya sé como va la menstruación de una mujer.

Noté como el ardor subía a mis mejillas y casi pude notar como el color rojizo se hacía notable en ellas.

Negué y él suspiró.

- No te creo Yanis, no porque hayas estado...enferma es normal que ni siquiera me hayas abierto la puerta de tu casa, o que me hubieras contestado una llamada. ¿Vas a contarme la verdad o voy a tener que tomar otras medidas?- Tragué saliva al oír esas palabras.

¿Otras medidas?

- ¿Podemos hablar más tarde? Ahora tengo prisa- Excusé.

- Solo si vas a contarme lo que te pasa de verdad.

-Que sí Harry, voy a contarte todo...solo ven a las nueve a mi casa- Respondí y me acordé que también había quedado con Liam, así que tendría que hacer lo imposible para que cuando Harry fuera a mi casa Liam ya se hubiera ido.

- Bien, a las ocho estaré allí.

- Pero he dicho a las...

- Nos vemos luego- Me cortó y se fue sobre sus pasos.

Este chico era muy intimidante y confuso, tan confuso que podía llegar a sacarme totalmente de mis cabales.

Obsession | Harry Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora