Capítulo 25.

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No se como ni cuando pasó, pero acabé sentada sobre la pierna izquierda de Harry. Sus brazos estaban aferrados a mi cintura como si no quisiera soltarme nunca. Mis brazos rodeaba su cuello y mis dedos jugaban con los reliados rizos del chico.

Nuestros labios seguían unidos y sin intención de separarse.

En lo único en lo que podía pensar en ese momento era en él. Solo existía él y lo demás había desaparecido.

Me separé mordiéndole el labio haciendo que un leve gemido brotara de los labios del chico y pegué mi frente a la suya.

- Yanis...- Susurró y coloqué mi dedo índice en sus labios.

Mis ojos no dejaban de observar sus verdosa mirada, y sin poder controlar más la atracción que tenía hacia él, volví a besarle. Harry hizo un movimiento consiguiendo que me levantara y se levantó conmigo.

Lo miré extrañada por su gesto y el depositó un pequeño beso en mi cabeza.

- Vamos arriba.- Fruncí el ceño con un toque divertido y el chico rió.- Tranquila, solo quiero que estemos más cómodos.

- ¿Solo eso?.- Pregunté aún con la misma expresión en mi rostro y Harry asintió.- Vale.- Acepté. El chico sonrió, alcanzó mi mano y puso rumbo a su habitación que se encontraba en la segunda planta de la amplia y desordenada casa.

Cuando llegamos a su habitación, el chico cerró la puerta. Me senté a la orilla de la cama de grandes dimensiones y lo miré.

- ¿Para qué quieres una cama tan grande si es para ti solo?.- Pregunté. Que la cama fuera tan grande me extrañó ya que, que yo supiera, él dormía solo.

El chico me miró enarcando una ceja y con una media sonrisa dibujada en sus labios.

- ¿Qué pregunta es esa?.

- Tengo la duda, ¿no vas a contestarme?.- Pregunté y rió.

- Es para cuando tengo visita.- Respondió.

- ¿Y no tienes habitación de invita...?.- Y entonces lo entendí. Lo fulminé con la mirada y el chico comenzó a reírse como un loco.- ¿De qué te ríes? No tiene gracia.- Me crucé de brazos.

- ¿Y para qué preguntas?.- Preguntó aún riéndose a carcajadas.

Me levanté frustrada mientras decía: Me voy de aquí.

Harry me agarró del brazo y me giró hacia él, quedando a pocos centímetros el uno del otro. Lo miré a los ojos a la vez que él penetraba su mirada en la mía.

- Quédate.- Susurró y tragué saliva.

Su voz me estremeció de tal manera que podía jurar que cada vello de mi cuerpo estaba de punta.

- Yanis.- Volvió a decir en un susurro.- Quédate.- Concluyó y apartó el pelo que caía sobre mi hombro izquierdo colocándolo hacia el otro lado.

Se acercó a mi cuello y dejó un camino de besos desde el lateral hasta el centro de éste.

Moví levemente y por inercia la cabeza hacia un lado dejando parte de mi cuello a su entera disposición y el chico aprovechó este acto para morder flojo y pasar su labio hasta donde mi camiseta le permitía.

Me miró y sabía perfectamente lo que quería pedirme con la mirada.

- Puedes hacerlo.- Dije sin ni siquiera saber por qué.

Harry sonrió de lado mostrando uno de los hoyuelos que hacía aún más perfectas sus facciones y bajó sus manos hasta el borde de mi camiseta. Levanté los brazos para hacérselo más fácil y arrastró la prenda hasta dejarla totalmente fuera de mi cuerpo. La tiró a algún lugar de la habitación y me miró como si me estuviera escaneando.

Obsession | Harry Styles.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora