Dieciséis

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Sana releía el caso de las chicas asesinadas de nuevo, sentada frente a su escritorio con Tzuyu frente a ella leyendo una copia del mismo folder. Buscando respuestas a preguntas que jamás debieron ser formuladas, Sana no quería desviarse de lo que realmente debía enfocarse.

—Sana yo... — comenzó Tzuyu, sin embargo se vio interrumpida por el ruido de alguien deteniéndose de manera brusca fuera de la oficina, junto a una respiración un poco agitada. Las chicas dirigieron sus ojos a él, era Dustin y estaba muy golpeado, sin embargo tenía un cuaderno fuertemente agarrado por una de sus manos.

—¡¿Dustin?! – preguntó Sana preocupada levantándose de su silla. Tzuyu hizo lo mismo acercándose al chico para ayudarlo a sentarse en una de las sillas – Dustin ¿Qué sucedió?

—Me golpearon, señorita – respondió un poco ansioso mientras se sentaba con un poco de dificultad – gracias – le susurró a Tzuyu – fue el imbécil del novio de la madrastra de Lena, ah – hizo un gesto de dolor, tenía su ojo morado y sangre seca por su rostro.

—¿Quién es ese hombre? – le preguntó Sana acercándose – podemos ponerle una orden. Haberte golpeado le podría costar al menos unas horas en prisión, podría hacerlo en dos segundos si me dices su nombre.

—Traje esto – respondió extendiéndole el cuaderno – escribí todo a mano, espero que no le moleste – Sana tomó el cuaderno y rápidamente comenzó a leer.

—Norah Lennon – leyó Sana un poco sorprendida mientras Tzuyu miraba a Dustin pensando en cómo auxiliarlo – sigue usando el apellido de su ex esposo, cuarenta y tres años, la muerte del señor Lennon y la muerte de Lena se dieron en un intervalo de tiempo de seis meses – susurró – reclamó el seguro de ambos, está saliendo con un chico casi veinte años menos que ella – hizo un gesto – el cual te acaba de golpear... — Dustin asintió rápidamente.

—Justo en mi camino hacia acá – respondió tomando aire – me dijo que debía dejar de meterme en sus asuntos y estupideces de ese estilo. No pensé que esos brazos golpearan tan fuerte la primera vez – Sana lo miró.

—¿Lo conoces? – le preguntó directamente. Dustin se encogió de hombros – nos dijiste que no lo conocías – dijo un poco molesta – Dustin, no puedo ayudarte si no me dices toda la verdad.

—Es cierto – intervino Tzuyu – cada detalle es importante y más si es un caso de homicidio.

—No pensé que fuera muy relevante, parecía un buen chico – respondió encogiéndose de hombros – un caballero.

—Un caballero – Sana rió irónica – un caballero que probablemente asesinó a tu novia, Dustin, oh perdón ex novia – dijo sarcástica, tan enojada porque el chico le mintió – no sé si entiendes la gravedad de lo que sucede.

—Disculpe, fue mi error – dijo avergonzado – acepto que esté enojada. Le diré todo lo que sé.

—Debiste hacerlo desde el principio – respondió yendo hacia su silla – te golpeó como advertencia, no esperemos que a la próxima te mate como aviso para mí – suspiró sentándose – adelante, dime todo lo que sabes – dijo un poco sarcástica.

—Yo sí lo conozco, de hecho lo he visto varias veces – dijo sinceramente – eh, él parecía llevarse muy bien con Lena – frunció un poco el ceño, demasiado bien – conducía o conduce un auto blanco – dijo tratando de recordar. Sana ladeó su cabeza, Dustin no estaba al tanto del color del auto que atropelló a su hijo – él no vive con la señora Norah y es por eso que su auto nunca está en aquella casa – suspiró – es joven, muchos años menor, es blanco, alto, cabello corto, ojos negros... no sé qué más decir – Sana suprimió una risa irónica. Tzuyu se dio cuenta que Sana era muy sarcástica cuando estaba enojada y ahora lo estaba con Dustin.

𝐏𝐚𝐩𝐞𝐫 𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭𝐬 - 𝐒𝐚𝐭𝐳𝐮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora