Sana se había quedado dormida en el sofá de Tzuyu mientras veían la lluvia caer por el ventanal. Había comido tantas galletas con chocolate caliente, se sentía en realidad exhausta. Tzuyu, por otro lado, estaba más que feliz al verla dormir a su lado, tanto que tomó la manta y cubrió a ambas con ella, encajaba perfectamente. Acomodó la cabeza de su novia cuidadosamente en su hombro y cerró sus ojos para intentar dormir. Al sentirlo, Sana sonrió sin querer admitir que no estaba del todo dormida.
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—Dame tu mano —pidió Sana una vez salieron del edificio. Tzuyu la miró sin entender —no traje mi auto para que podamos caminar juntas de vuelta a casa —sonrió en tono obvio.
—Oh, claro —sonrió tomando su mano para entrelazar sus dedos con los suyos —ponte esto —le dijo tomando sus lentes de sol para colocárselos sobre sus ojos. Sana no pudo evitar reír, no recordaba la última vez que se había puesto unos así.
—¿Cómo me veo? —preguntó en una risa.
—Preciosa —respondió mientras asentía, acomodándole los lentes con su otra mano —¿Te gustan? Puedes quedártelos si quieres.
—Muchas gracias, Tzuyu —dijo Sana sonriendo —una vez, con mi niño, vi una película donde unos ratoncitos tenían unos lentes igual —Tzuyu rió con ella mientras comenzaban a caminar de la mano —era muy gracioso —escucharla reír, para Tzuyu era un premio.
—Sí, y estás tan blanca como ellos —respondió. Sana puso sus ojos en blanco sin dejar de sonreír —¿Qué quieres desayunar? —Sana llevó su mano a su mentón intentando pensar.
—Quiero ir a nuestra casa y que me cocines algo tú —pidió —prefiero eso ¿Podría ser?
—Claro que sí —respondió tiernamente.
—Tenemos que ir a casa porque ya sé lo que haremos primero como novias oficiales —dijo intentando parecer seria, pero su sonrisa no podía desaparecer de su rostro.
—¿Ah sí? —Sana asintió —¿Y qué es eso?
—Sorpresa —dijo simplemente. Tzuyu tenía curiosidad de saber cuál sería esa sorpresa de la que su novia hablaba, así que aceleró un poco el paso sin dejar de disfrutar el tiempo que apenas comenzaba a pasar junto a ella.
—¿Cómo supiste cuál era mi departamento? —preguntó Tzuyu al recordar. Sana se encogió de hombros comenzando a sonrojarse.
—Solo supuse que sería el más grande —respondió sinceramente. Tzuyu no pudo evitar reír.
—Tiene mucho sentido para mí —asintió mientras que su novia la veía sin poder dejar de sonreír.
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—¿Te gustó el desayuno? —le preguntó Tzuyu sentándose junto a ella en la mesa. Sana asintió verdaderamente satisfecha.
—Sabes que antes de conocerte no comía más que cereal y café —respondió sinceramente —ahora puedo comer plátano y tocino y muchas cosas deliciosas —Tzuyu estaba sorprendida, la temida abogada Sana Minatozaki no era más que una tierna y preciosa chica —muchas gracias.
—Lo hice con mucho amor —respondió en un suspiro —ahora que ya terminaste de comer... ¿Me dirás cuál es la sorpresa? —Sana le mostró la palma de su mano, y Tzuyu pudo notar de nuevo aquel anillo.
—Ya que eres mi novia, me quedaré con esta ropa que me has prestado, ahora es mía —bromeó en una risa, sabía que a ella no le molestaría y tenía mucha razón, Tzuyu la adoraba —así que cuando cepille mis dientes te lo enseñaré ¿Bien? —Tzuyu asintió —ya regreso —rió dirigiéndose rápidamente al baño.
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𝐏𝐚𝐩𝐞𝐫 𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭𝐬 - 𝐒𝐚𝐭𝐳𝐮
Fanfiction𝐒𝐚𝐭𝐳𝐮 - Sana trabaja como abogada en una prestigiosa firma de abogados. Tzuyu acaba de graduarse de la escuela de derecho. Sana no estaba interesada en nada más que en sus libros. Tzuyu no estaba interesada en nadie más que sí misma. Sana odiab...