Epilogo

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—¡Mira! —Sana gritó emocionada viendo a su bebé dar sus primeros pasos —¡Dus está caminando por fin!

—¡Lo veo! —dijo Tzuyu igual de feliz, casi dando saltos de emoción —ven, Dus —decía mientras que Sana se arrodillaba con sus brazos extendidos hacia el bebé que reía mientras que lentamente caminaba hacia ellas.

Era tan emocionante verlo dar sus primeros pasos, verlo crecer, verlo cumplir sus sueños... una vida consumida en amar, un amor consumido en la eternidad, una eternidad consumida en un felices por siempre...

Dos personas que decidieron escribir su propia historia, juntas. Corazones de papel donde están escritos imborrables sentimientos y recuerdos acompañados de lágrimas y risas, felicidad y amor, enseñanzas y dolor...

Sana no tenía una razón para pensar que la vida es preciosa.

Tzuyu logró darle más de una.

—¡Rápido, Dus! —dijo acomodando su refrigerio en su lonchera —¡llegarás tarde a tu primer día de escuela!

Se escucharon pequeños pasos dirigirse a la cocina. ¡Era Dustin! Estaba listo. Los ojos de Sana se cristalizaron al verlo con su uniforme puesto y su mochila en su espalda, y luego ver a Tzuyu llegar tras él.

—Dustin Edward reportándose a la cocina —dijo Tzuyu orgullosa de la pequeña criatura que ayudó a crear.

—Ya estoy listo, mami —le sonrió con aquella sonrisa con pequeños dientes.

—Qué guapo es usted, señor Dustin —le dijo Sana tomando su lonchera con dibujos de dinosaurios para colgarla en su cuello —¿Estás emocionado? —el pequeño asintió rápidamente.

—Es mi primer día en la escuela —respondió con una sonrisa. Sana detallaba a su hijo, no queriendo compararlo con su otro hijo —y estoy muy feliz. Ya tengo casi cuatro años —dijo mostrando sus deditos. Sana asintió.

—Eres muy inteligente y lo mejor es que inicies la escuela lo más pronto posible —intervino Tzuyu. Dustin dirigió su mirada a su otra mamá. Ambas mujeres estaban enamoradas del pequeño niño —claro que, debimos cortarte un poco el cabello —Sana rió al ver cómo Dustin negaba con su cabeza.

—No —dijo de inmediato llevando sus pequeñas manos a su cabello castaño —así.

—Tendremos está discusión más tarde —dijo Sana tomando las llaves del auto para luego tomar a Dustin con sus brazos —o tú llegarás tarde a la escuela —lo miró —y nosotras al trabajo —el niño asintió, obedecería —¿Quieres acompañarme a llevar a Dus a la escuela? —le preguntó a su esposa.

—Claro que si —respondió Tzuyu con una sonrisa. Sana le devolvió la sonrisa antes de comenzar a caminar hacia la puerta.

Habían pasado tres años y Tzuyu no había aprendido a manejar.



—Ya llegamos —dijo Sana deteniendo el auto frente a la escuela —¿Listo, Dus?

—Listo —asintió seguro.

—Muy bien, es hora de bajar... —se detuvo al ver el puchero de Tzuyu a su lado —¿Tzuyu? ¿Por qué lloras? —preguntó preocupada al verla retener sus lágrimas. Dustin se preocupó de inmediato.

𝐏𝐚𝐩𝐞𝐫 𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭𝐬 - 𝐒𝐚𝐭𝐳𝐮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora