Veintidos

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De igual forma ya no tengo nada que perdersusurró tomándola delicadamente de sus mejillas, y Sana sabía exactamente lo que pasaría, sabía que sí no se movía, Mark terminaría por besarla, tal y como hacía antes.

—Yo sí —respondió de igual manera, provocando que el hombre se detuviera a un centímetro de sus labios y abriera bien sus ojos —estoy saliendo con alguien —susurró apartando suavemente sus manos de su rostro. Mark creía que su corazón no podría romperse más, sin embargo se dio cuenta de que sí.

—¿Estás saliendo con alguien? —preguntó confundido, cualquiera hubiera podido notar su tono quebrado. Sana asintió.

—Y es alguien maravilloso que a pesar de mí, me quiere de forma sincera —respondió recordando a Tzuyu y en cómo la trató hace unas horas, no era su culpa —y no puedo hacerle esto, Mark.

—Sana, yo te amo —respondió como si fuera la respuesta que ella buscaba —¿Cómo quieres que siga adelante sin nuestro hijo, y ahora sin ti?

—Justo como yo lo hice —respondió antes de comenzar a caminar fuera del departamento. Las lágrimas que había retenido en sus ojos salieron al escuchar el ruido de la puerta al cerrarse. Sana finalmente había salido adelante... sin él, no podía soportar aquello. Tomó uno de los vasos con licor que había sobre la pequeña mesa y lo lanzó a la pared lo más fuerte que pudo, provocando que se rompiera del mismo modo en que Sana volvió a romper su corazón.

💜

Sana conducía hacia su casa con la mínima esperanza de que Tzuyu estuviera allí para ella, lo que menos quería era que se fuera. Era tarde, la calle era iluminada por la luna y cuando entró, lo primero que sus ojos vieron fue a Tzuyu sentada en las escaleras con su expresión caída, ni siquiera se había puesto su bata de niña rica.

—¿Sana? —preguntó levantándose, sus ojos estaban cristalizados. Sana sonrió al verla y suspiró sin dejar de hacerlo —¿Dónde estabas? —preguntó mientras que Sana caminaba con sus brazos extendidos hacia ella —estaba tan preocu... —fue interrumpida por los labios de Sana sobre los de ella mientras envolvía su cuello. Tzuyu se sorprendió ante el gesto, pues creía que seguiría enojada con ella.

—Hola Tzuyu —susurró Sana al terminar el beso sin dejar de sonreír, con sus parpados cansados que no dejaban de detallarla —volví a casa —Tzuyu asintió sin dejar de estar sorprendida.

—¿Dónde estabas, Satang? —preguntó suavemente. Sana solo la abrazó un poco más, se sentía feliz porque Tzuyu no se había ido.

—Estaba en el departamento de Mark —respondió sinceramente. Tzuyu ladeó su cabeza sin entender —BangChan me pidió que fuera a hablar con él.

—¿Y qué sucedió? —preguntó.

—Intentó besarme —respondió con una sonrisa al ver la expresión sorprendida de Tzuyu —sin embargo, no lo logró. Besarlo habría significado perderte, y no estoy dispuesta a aceptar eso —la suave sonrisa de Tzuyu volvió a aparecer en su pálido y ruborizado rostro —quería decir que estoy avergonzada por mi comportamiento de esta tarde, no debí tratarte así, Tzuyu, lo siento —Tzuyu solo besó cortamente su nariz.

—Está bien, no estoy molesta —respondió sinceramente.

—¿Eres real? —preguntó Sana en una adorable risa —no sé qué habría pasado sí Taehyung siguiera hoy con vida, pero agradezco mucho haberte conocido —asintió sintiendo sus ojos cristalizarse —antes de conocerte no lloraba tanto por cursilerías —Tzuyu rió.

—Las emociones son lo que nos hace sentir humanos, ¿No es así? —susurró pasando sus pulgares suavemente por los ojos de Tzuyu quien asentía —a veces está bien no estar bien.

𝐏𝐚𝐩𝐞𝐫 𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭𝐬 - 𝐒𝐚𝐭𝐳𝐮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora