Ella lo sabía, Sana sabía que debía levantarse para otro día en aquel trabajo del cual, seguía sin explicarse cómo aún no había renunciado; si ya por fin tenía de vuelta todo lo que alguna vez perdió... y si eso suponía, ¿Por qué seguía ejerciendo como abogada?
Sana se sentó lentamente en la cama antes de mirar a su lado, encontrándose con su bonita esposa profundamente dormida. Recordando que ese día también irían a trabajar juntas, como cada día. A la chica le preocupaba que su vida cayera en un círculo monótono de actividades aburridas, aunque sospechaba que ya se encontraban en él.
— Tzuyu — tomó con sus dedos su mejilla, deseando interrumpir su tan tranquilo sueño de una vez — oye, Tzuyu, es hora de despertar — insistió empujando entonces su mejilla para que hiciera pico su boca; no pudo evitar reír.
Tzuyu lentamente abrió sus ojos, volviendo a iluminar la vida de Sana con ellos; dándole el primer toque de color a su mañana llena de preguntas.
— Buenos días — dijo en un bostezo, dejando que su voz se apaciguara junto a él — ¿Cómo amaneces? — preguntó con una sonrisa en su somnoliento rostro.
— No lo sé — respondió en un suspiro — son las...— miró un reloj inexistente en su muñeca derecha — las cinco de la mañana — Tzuyu volvió a cubrir sus pupilas con sus parpados — ¿Qué haces? ¿Por qué tienes tanto sueño hoy? — preguntó curiosamente. Tzuyu sonrió un poco al escuchar su pregunta, recordando lo qué pasó la noche anterior.
— Veo que se te olvidó que tus hijos tuvieron una fiesta anoche — dijo volviendo a abrir sus ojos, sentándose en la cama mientras que parpadeaba varias veces.
— Dustin no es mi hijo — respondió de inmediato. Tzuyu abrió sus ojos grandemente — Dustin Green no es mi hijo — se corrigió de inmediato.
— ¿Quién no es tu hijo? — preguntó el protagonista de la conversación abriendo la puerta. Tzuyu rio al verlo, y Sana solo se volvía a acostar en la cama.
Dustin tenía cargado a Dustin Edward en sus brazos, como si fuera a enseñarle cómo se veía en el espejo, ambos vistiendo el mismo mameluco de dinosaurios.
— Buenos días, Dustin — dijo Tzuyu antes de sonreír y entrecerrar sus ojos, extendiendo sus manos — buenos días, mi bebé precioso — lo llamaba con sus manos. Dustin caminó hacia la cama, entregándole a Dustin Edward a su mamá — ¿Te despertó el ruidoso chico? — le preguntó antes de besar repetidamente su mejilla, escuchando la risa del pequeño niño.
— ¡Hey! — soltó indignado, con sus manos en sus caderas — yo ya no lloro por las noches. Es un gran avance — sonrió orgulloso de sí mismo.
— Es normal si lloras, Dustin — le dijo Tzuyu — no ha pasado mucho tiempo desde tu divorcio — el chico hizo un puchero.
— Como un par de meses, ¿No? — intervino Sana, volviendo a sentarse en la cama — tienes que tomarte tu tiempo... en tu propia casa — murmuró rápidamente, mientras que se acercaba a Dustin Edward.
— ¿Dijiste algo? — preguntó Dustin inocentemente, mirándola.
— Dijo que te duches — respondió Tzuyu — hay que ir a trabajar, y yo todavía no sé conducir — suspiró acomodando a Dustin en sus brazos para levantarse de la cama, y dirigirse al baño que había en la habitación junto al niño.
— ¡No! — soltó Dustin, sorprendiendo a su mamá — ¡Baño no! — dijo, y en ese instante rompió en llanto.
— ¿Estás escuchando, Dustin? — le preguntó Sana levantándose de la cama — son las consecuencias de pasar mucho tiempo contigo — dijo tratando de no reír, caminando hacia Dustin — vamos a la cocina, ¿No tienes hambre? —
ESTÁS LEYENDO
𝐏𝐚𝐩𝐞𝐫 𝐇𝐞𝐚𝐫𝐭𝐬 - 𝐒𝐚𝐭𝐳𝐮
Fanfiction𝐒𝐚𝐭𝐳𝐮 - Sana trabaja como abogada en una prestigiosa firma de abogados. Tzuyu acaba de graduarse de la escuela de derecho. Sana no estaba interesada en nada más que en sus libros. Tzuyu no estaba interesada en nadie más que sí misma. Sana odiab...