[1] Locked out of The Heaven | Pjm '+18

Capítulo 6

— Guao, ¿pues qué le hizo? —preguntó Yang Mi, ya que le estaba contando sobre lo que pasó el viernes en mi casa.

— No le hizo nada, solo empezó a golpearlo porque sí. Está muy raro desde hace días, no sé qué mosco le picó, ese no es mi Jimin, está actuando extraño.

— ¿Los hermanos se pueden enamorar? —preguntó de la nada mirándome a los ojos mientras bebía jugo.

— ¡¿Qué?!

— No lo sé, tal vez Jimin siente algo por ti más allá de cariño entre hermanos.

— Claro que no, es porque soy su hermana y solo quiere cuidarme, además tú misma lo dijiste, somos hermanos.

— Hace poco estaba leyendo un libro sobre eso, los hermanos sí se pueden enamorar, recuerda la frase "en la guerra y en el amor todo se vale"

— Pero... No, claro que no, mejor ya no hablemos de ello.

— ¿Y tú?

— ¿Yo qué?

— No sientes algo más por Jimin.

— Qué cosas dices, Yang Mi ¡Por Dios, es mi hermano!

— Solo digo, yo te apoyaré en lo que sea pero... ¿No sientes nada con Jimin, una chispa, una emoción, querer que siempre esté ahí, pensar en sus lindos, suaves y carnosos...? —y no terminó su pregunta porque la interrumpí.

— Ya no sigas, Yang Mi, parece que tú eres la que gusta de él...

— ¿Celos? —preguntó riendo.

— Claro que no, ya no hablemos de eso, no quiero pensar en ello, es raro y está mal.

— No está mal si hay amor.

— ¡Basta! No seguiré hablando de ello —me puse de pie.

— Ya me callo —respondió— pero no me dejes sola, quédate —hizo un puchero, en serio que esta niña puede ser ruda y a la vez tierna. Sin más, me senté.

— ¿Qué pasó con Kim? —pregunté cambiando de tema.

— ¿Qué pasó de qué? —preguntó.

— ¿Han avanzado en algo? Porque últimamente estás rara, ¿Pasó algo?

— La rara eres tú —dijo—. No ha pasado nada —sonrió nerviosa.

— Esperaré a que me cuentes qué pasa, no te creo o ¿sino por qué actúas raro?

— Así soy yo —alzó los hombros—. no hay nada que hacer para cambiarme —río y la fulminé con la mirada—. Sabes que a mí no me intimida tu mirada, al contrario me da ternura —tomó mis cachetes y los jaló de un lado a otro.

— ¿Amaneciste de buenas? —pregunté y asintió—. Ya veo porque tanta locura en tu cerebro.

— Hola, chicas —apareció Hyunjin sentándose a mi lado.

— ¿Cómo estás, oppa? —pregunté agarrando su rostro y examinandolo, le pregunté cómo estaba durante estos días y dijo que ya habían sanado sus heridas y estaba bien, pero el pómulo de su ojo izquierdo aun sigue inflamado.

— Estoy bien, no te preocupes.

— Vaya que Jimin es una bestia —dijo Yang Mi y la miré—. ¿Qué?

— Nada.

— Si tanto te preocupas por mí, ¿Por qué no me curas de otra forma? —preguntó con una sonrisa pícara— Eres mi medicina.

— ¡Por Dios! ¡¿En qué estás pensando, Hwang?! ¡No te aproveches de la situación para...! —se quejó Yang Mi pero Hyunjin la interrumpió.

— ¿Qué estás pensando tú, Yang Mi?, yo solo decía que Mye era mi medicina, en serio que tienes una mente cochina, puaj.