Capítulo 18

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Días, habían pasado muchos días.

— ¡Mamá, estamos en casa!

Oppa venía a casa casi todos los días.

Dejamos nuestras cosas a un lado y nos quitamos el calzado. Vi salir a mamá de la cocina.

— ¡Hyunjin! —se acercó y lo abrazó— Qué gusto tenerte por aquí, ha pasado mucho tiempo.

Solo cuatro días desde la última vez que vino a comer.

— El gusto es mío, señora —hizo una reverencia y rió.

— ¡Ay, hijo! Ya te dije me llames así, me siento vieja —los tres reímos— ahora eres novio de Myeon-Gi, deberías llamarme: "Madre"

— Claro, madre.

Por alguna razón, mi mamá se ve feliz, durante mucho tiempo no la había visto sonreír como ahora.

— Lávense las manos, que vamos a cenar.

— Se siente raro, pero es agradable —sonrió mientras nos lavamos las manos.

La cena pasó hablando de cómo se encontraban tanto los padres de Oppa como él, qué tal le va en la escuela y de más cosas triviales. Hasta que el teléfono de mi madre sonó.

— ¿Sucede algo? —pregunté cuando colgó.

— Me necesitan en el trabajo. Hyunjin, puedes quedarte a dormir, la habitación de... —se detuvo antes de mencionar a Jimin— al lado de la habitación de Myeon-Gi hay una habitación libre, puedes quedarte ahí, estaré más tranquila si mi hija se queda contigo y no sola.

— Claro que sí, madre yo cuidare de Myeon —sonrió.

— Bien, tengan una bonita noche —dicho esto subió a su habitación y minutos después bajó, la acompañamos a la salida y nos despedimos de ella, quedando ahora sí completamente solos.

Era la primera vez que mamá nos dejaba solos.

— ¿Y ahora qué hacemos? —preguntó coqueto jugando con un mechón de mi cabello.

— ¿Ver una película? —caminé al sofá y tomé el control de la televisión.

— Tengo una idea mejor.

Comenzó a besar mis labios y acostarme lentamente sobre el sofá, sus manos se deslizaron por el interior de mi blusa causándome cosquillas que no pude evitar reír al igual que Oppa. Sin embargo, no detuvo sus acciones y comenzó a besarme más rápido al igual que su toque se hacía cada vez más intenso.

— Oppa...

— Guarda silencio, Rojita.

¡Maldita sea!

¡¿De verdad tenía que recordar al maldito de Park Jimin?!

Sacó mi blusa rápidamente comenzando a lamer mi cuello y pechos, su mano derecha se deslizó por mis piernas y subió mi falda apretando mis glúteos.

— Oppa... —susurré. Realmente quería que se detuviera.

— Shhh.

Ahora sus dedos viajaban por el interior de mis bragas, pero antes de que pudiera continuar, lo detuve sujetando su mano.

— Oppa, no a-ahora, por favor.

¡Estoy idiota! ¡¿Cómo sé me ocurre llevarle la contraria a Oppa?!

— Entonces veamos la película que quieres —sonrió y se levantó—. Prepararé palomitas, veamos algo en tu cuarto, puedes buscar algo, te alcanzaré —asentí como tonta y éste caminó a la cocina.

[1] Locked out of The Heaven | Pjm '+18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora