Prólogo:

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Septiembre 1939.

Estaba a punto de estallar la guerra.

Las hostilidades entre E.U y Japón eran cada vez más problemáticas, prometían guerra y sangre, los acuerdos se estaban tornando cada vez peor y las tensiones crecían a cada segundo.

Como buen país en expansión, Japón se estaba preparando, no podían hacerse ilusiones de que su contrincante no estaba comenzando a preparar a sus soldados y armamento, eran un país grande y poderoso, orgulloso y soberbio listo para contratacar.

Japón no estaba dispuesto a quedarse muy atrás, si de esas hablamos, Japón era un país más orgulloso y lleno de valores que el otro país carecía y de eso se sentían orgullosos.

Por eso cada alfa y beta debían enlistarse para prepararse para dicha guerra, aunque no sucediera, ellos estarían listos para lo que fuera.

Kamado Tanjiro, un alfa joven y vigoroso, futuro líder de uno de los clanes menores más poderoses e influyentes de todas las regiones de Tokio, debía enlistarse, sería todo un honor servir a su país y dar su vida por un futuro prometedor.

Como soldados tenían la opción de poder elegir como servirían a la causa y como un alfa aventurero y poderoso, su pasión más allá de los cultivos de sus tierras, eran los aviones, bueno por lo menos eran los que más le llamaban la atención, era curioso por naturaleza y que mejor que explorar otros horizontes desde el aire.

Así que su división elegida fue por supuesto piloto de aviación, estaba hasta emocionado de poder ejercer otro tipo de trabajo y poder ayudar a su extensa familia.

Como nuevo soldado enlistado debía pasar los exámenes preliminares sobre su estado de salud.

Tanjiro sabía perfectamente que los pasaría sin ningún problema, después de todo era joven y un alfa fuerte, así que, con su alta en mano, camino hacia el área médica.

Al entrar a la extensa habitación el golpe de olores lo golpeo fuertemente en el rostro, arrugando la nariz ante el olor a los medicamentos y desinfectante que flotaban en el ambiente, además de estar mezclado con un sinfín de aroman de los cientos de personas en la habitación.

Tuvo que forzosamente tapar su nariz con la palma de su mano, por lo menos hasta que sus sentidos se acostumbraran a los olores tan fuertes.

— Es insoportable ¿No? — el timbre de voz lo tomo desprevenido, dio un leve salto de la impresión, nunca imagino encontrarse con alguien conocido y mucho menos en un lugar tan grande y con tanta gente.

Su rubio amigo le sonrió cuando Tanjiro dio un paso hacia un lado, un saludo sutil de su mano, se sorprendió mucho más al ver de quien se trataba, Agamatsu Zenitsu, el presunto alfa que andaban en sus comienzos ante el cortejo de su hermana menor Nezuko, seria duro y seria castigado severamente, su hermana no era una omega suave y su madre era mucho peor, no entregaría aun alfa que no fuera digno de su pequeña cachorra.

Después de charlar por un rato, deciden despedirse con la promesa de volverse a ver, Tanjiro casi bufa con burla, claro que lo volvería a ver, si aun quería a su hermana era lógico que su momento de interactuar sería más pronto que tarde, su hermana estaba decidida a enlazarse por amor y sus padres no se lo habían negado, después de todo eran compañeros destinados y en su casa podría faltar todo menos amor que ellos se profesaban con gran ahincó.

No le costó mucho encontrar su cubículo asignado y tampoco le costó mucho tiempo salir, solo necesito unas cuantas vacunas, precauciones por si debían ir a un país extranjero y vitaminas, para que estuvieran fuertes para el combate, aunque estas últimas no las necesitaba mucho, se enorgullecía de su salud y fuerza vital.

Estaba a punto de caminar hacia la salida cuando observo a la lejanía a su amigo rubio aun formado.

Los olores eran un poco más distinguibles ya que su sentido del olfato se había acostumbrado, siempre había tenido ese tipo de problemas, su olfato estaba más desarrollado que el de muchos y era demasiado sensible y delicado.

Por ese toque refinado en su nariz, fue que logro distinguir un aroma entre el montón de las otras fragancias de omegas, alfas, betas y mujeres, sus ojos rojizos se dilataron, sus encías picaron y sus colmillos se alargaron por instinto, ¡Su compañero!  

Tiempo de Promesas⌠TanjiSen⌡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora