Capítulo 1:

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El aroma era suave y delicado, un delicioso olor a primavera, sutil, floral y dulce, que maravillosamente te transportaba a los jardines de Osaka, combinado contrastando con un tenue aroma a omega, bueno eso siempre lo supo, siempre le fueron más los hombres, sin tintes de alfas en su esencia, era puro, único y sin igual, sin mancillar, eso le agrado a su alfa, provocando una dura y dolorosa erección sin realmente quererlo, era perfecto.

Sus instintos se refinaron al punto en el que solo podía oler ese maravilloso aroma y comenzó a caminar sin ser aun consciente de lo que hacía, su mirada, vago en cada esquina y apartado de la gran habitación, buscando, localizando el que sería el dueño de su corazón, nunca imagino encontrar a su compañero en una situación como esta y además en un momento tan propicio para su país, pero se alegraba gratamente encontrarlo antes de partir a la guerra, al menos si moría, moriría sabiendo lo que era el amor y la entrega al igual que sus amorosos padres.

Se detuvo en cuanto el aroma se hizo más intenso y penetrante, estaba cerca su cuerpo zumbando y vibrando se lo decía, cada célula de su cuerpo gritaba por su compañero y sus sentidos totalmente enfocados en encontrarlo se lo manifestaban.

Su mirada fuego viajo por el área, ¡No lo podía creer! Era el área de enfermeras y doctores que atendían a los reclutas, lo que quería decir que era de alta cuna, solo los omegas de buena estirpe le era permitido trabajar y desarrollarse con otros alfas, ¡Que los dioses lo mataran! Estaría jodido si el padre alfa de su compañero pedía un duelo por su mano, no se echaría para atrás, era su compañero, solo la muerte lo apartaría de su lado.

Sus ojos enfocaron aun par de omegas hablando, un varón y una chica, era obvio que su compañero sería el hombre, su aroma se lo decía, charlaban y reían y el chico se movía de forma elegante y refinada, su mano en su boca le decía sus buenos modales y su hermosa sonrisa era como el sol, maravillosa y cálida.

Su rubia cabellera parecía suave y moldeable a sus dedos, su rostro de porcelana como el de una muñeca Hina, hermoso y cautivador, sus labios rellenos brillaban en un color cerezo y sus ojos color cárabe eran bonitos al reflejo de la luz del día, su largo cuello iba de la mano de su esbelto cuerpo y estrecha cintura, su verga no pudo evitar agitarse al posar su vista dilatada rojiza en el perfecto culo de burbuja que dejaba entre ver con el uniforme de enfermero, su piel brillaba saludable y preciosa, ya quería marcarla con sus manos y dientes mancillando su perfecta tez, por lo mucho el hombre más bonito de la fas de la tierra era perfecto y hermoso.

Estuvo a punto de dar un paso para presentarse cuando algo lo detuvo, otra omega, que parecía casi la gemela de la chica al lado de su omega, debía estar emparentadas por sangre, se detuvo y hablo con su compañero.

— Senjuro, el jefe te necesita en el área de reclutas — Senjuro, era perfecto como su compañero.

Tanjiro observo a Senjuro despedirse con elegante movimiento de mano, tomando el portafolio que le ofrecía la otra omega, antes de caminar hacia el área de donde Tanjiro había salido, el alfa lo siguió como un idiota enamorado, como una polilla a la luz y cuando Senjuro se detuvo detrás de un alfa vestido con una bata, un doctor podía deducir, e intercambiaron unas palabras y las mejillas de su omega se tornaron sutilmente de un rubor no pudo evitar el gruñido de posesividad que reverbero en su pecho, la leve reverencia que hizo Senjuro fue lo que lo detuvo de desgarrar la garganta del doctor, lo siguió con la mirada, hasta escuchar su melodiosa voz, con un tinte de preocupación.

— Descansa, yo te supliré — murmuro suficiente alto, a una omega que atendía a los nuevos reclutas.

Tanjiro se preguntaba cómo abordarlo más fácilmente cuando sus ojos santos se posaron en su amigo Zenitsu, ¡Era perfecto! además de ser el siguiente en la fila, podría presentarse sin mucho escándalo.

Tiempo de Promesas⌠TanjiSen⌡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora