Tiempo de Promesas⌠TanjiSen⌡

Capítulo 16;

Todo lo contrario, a su alfa Tanjiro parecía tan tranquilo, charlando y conversaba con los miembros de su familia con una soltura enviable, estaba decidido, Tanjiro tenía temple de acero, era demasiado necesario en esos tiempos de adversidad.

Hubo un momento en que el Tanjiro sonriente y amable desapareció y se convirtió en todo decisión y convicción, su mirada se ilumino con una fiereza envidiable.

Tanjiro tomo su mano, besando sus nudillos antes de dirigirse a sus padres.

— Senjuro y yo hemos decidido decirle de lo nuestro a su padre — parecía tan fuerte, ahí parado con Senjuro a su lado, su mano tomando firmemente la suya, era su escudo y su ancla.

— ¿Están seguros? — pregunto su madre consternada.

Los ojos serios de Tanjiro observaron a su madre.

— Si, él tenía que enterrarse tarde o temprano, además Senjuro esta embarazado — Senjuro tembló y apretó la mano de su alfa ante la mención de su embarazo.

Ahora las miradas de ambos padres se iluminaron con ilusión.

— ¡Oh! Hijo, felicidades — ambos padres los felicitaron y abrazaron con efusividad contagiosa.

— Veo el problema que conllevara cuando a Senjuro se le comience a notar, pero ¿Debe ser demasiado pronto? No sabemos lo que el emperador sea capaz de hacer — trato de dialogar Tanjuro.

Tanjiro negó con suavidad.

— No, es necesario que sea ahora, Senjuro trato de abortar para poder seguir con lo nuestro sin ningún tipo de problema, pero el té debió no surtir totalmente efecto, el bebé sobrevivió, debemos afrontar al emperador para mantener al bebé a salvo — Senjuro apretó sus hermosos ojos miel, ¿Lo juzgarían? ¿Lo repudiarían?

El suave jadeo de Kie casi le dijo todo.

— Oh cariño, eso debió ser muy difícil de afrontar lejos de tu alfa — la voz amorosa de Kie casi lo hizo llorar.

— Todo saldrá bien mientras estén juntos — proclamo Tanjuro.

Tanjiro asintió, apretando su mano para comenzar a caminar.

— Cual sea la decisión de tu padre, nosotros los apoyaremos — dijo Tanjuro antes de que saliera por la puerta.

El viaje fue silencioso, pero no incomodo, en todo el camino lo único que podía sentir era su corazón martillando contra sus costillas dolorosamente y la fuerte mano que sostenía contra la suya y cuando el palacio estuvo a la vista, su hogar por poco tiempo más casi hiperventila, pero nuevamente la seguridad que le proporcionaba Tanjiro fue su soporte para sus nervios casi destrozados.

Los guardias y sirvientes no dijeron nada, simplemente los miraban pasar con una leve mirada de sorpresa y ¿Cómo no? Orgullosamente caminaban con las manos entrelazadas, en ningún momento Tanjiro vacilo en su agarre, ni lo soltó, siempre presente calmando su alocado corazón.

Antes de llegar al despacho de su padre Senjuro examino a todos los presentes, necesitaba avisarle a Kyojuro que el plan se había adelantado y necesitarían de su apoyo.

La secretaria de su padre no dijo nada, Kyojuro y Senjuro tenían libre entrada, era de las pocas cosas que agradecía a su padre, por muy ocupado que estuviera les prestaba atención, por lo menos habían tenido eso.

Un guardia al lado de la puerta era la opción más acertada, era de los pocos leales a su madre y a ellos, en varias ocasiones les había permitido salir sin ser vistos, ni dar alertas, cuando Tanjiro se paró delante de la gran puerta de madera maciza, respiro hondamente, fue cuando Senjuro aprovecho para hacer su movimiento.