Berlín

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La mañana llego, a la lejanía se ve el alba del día, alzando al astro solar, iluminando todo a su paso, sentando en una silla cerca de la ventana se encontraba Alemania, mirando todo con un rosto placido, acariciando suavemente los cabellos rubio – blanquecinos del americano, en cual, estaba sentado en el piso apoyando su cabeza en el regazo del alemán.

Ambos omegas, encerrados en su burbuja de amor, el momento se sentía intimo para los dos, desde que Usa se entero de que Alemania fue violado por aquellos que alguna vez lo "cuidaron", no se había separado de él, se aseguro de quedarse y estar solo para él, la sensación lo dejo roto, como si a él mismo lo hubieran mancillado.

– El amanecer esta hermoso – exclamo con dulzura el germano acariciando las mejillas del mayor, quien ronroneo gustoso por las muestras de cariño - Deberías verlo, el calor se siente muy bien – alza el rostro del estadounidense para verse.

–¿Sabes que también se ve hermosos? – las miradas de ambos omegas conectan haciendo que delicadas sonrisas en escuchen en la sala.

–¿Qué? – pregunta curiosa el menor, encarnando una ceja.

– Tú – ese susurro seductor hace que el alemán se sonroje y de una sonrisa tímida.

– Solo para el gran Estados Unidos de América dice que soy hermoso – la ironía se hace presente en la vez de Alemania.

– El omega más hermoso de todos – se acerca lentamente y besa al menor, un beso dulce y lleno de amor se presenta.

Tímidamente Alemania abre su boca, buscando profundizar el beso con el mayor, las feromonas de seducción se hacen presentes en la habitación, Usa se incorpora tomando entre sus manos ambos lados del rostro del germano, para dominar el beso. La parte omega de Alemania se calienta ante tal acto de seducción de Usa.

Las feromonas de Usa eran como un afrodisiaco, ambos se separan del fogoso beso, Alemania se siente tímido y presiona sus piernas para que el americano no se de cuenta de su propia excitación.

– Alemania – susurro separándose un poco de él – no hare nada que no quieras – la comprensión en la voz de Usa hizo llorar a Alemania.

Cuando tiempo pidió para que llegara la persona que lo amara y lo tratara como se merece. Lagrimas de felicidad bajan por los ojos del alemán, soltando una sonrisa, la sonrisa más hermosa que había visto en su vida Usa. El germano abraza al americano.

– Estoy listo, Usa – ese susurro encendió mucho a la omega mayor que sin pensarlo empezó a dilatar mucho.

Alemania, al sentir el aroma delicioso de Estados Unidos, dejo que el suyo fluyera por el air, ambos celos llegaron al mismo tiempo, ambos omegas coincidieron y ambos omegas estaban listos para entregarse mutuamente.

Sus instintos estaban listos para marcarse a su manera.

...

En la sala, se encontraban tres capitales, asegurando que la casa quedara lo suficientemente abastecida para el periodo de celo de ambos omegas. Berlín encargándose de que Bonn y Washington, no se vieran afectados por las feromonas adictivas del cuarto superior. Los mencionados cargaban mascarillas a prueba de gas, como medida adicional de prevención.

– Si quieren respirar correctamente, vayan afuera – dice indiferente Berlín.

Ambos hacen caso y salen, dejando que Berlín se encargue de lo último para también salir. Dejando en casa, solo a la servidumbre beta para brindar comida a los dos omegas. Cuando sale de la propiedad se encuentra con ONU, Rusia, Polonia, con sus respectivos capitales y FBI, todos sonrojados al ver a Berlín.

Me desprecio por ser... OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora