Alexis te lo había dicho muy clarito antes de que empiece el mundial, "Nada de andar con ninguno de estos boludos"
Pero Julián no es ningún boludo para vos. Al tener la misma edad congeniaron al instante, era un chico que transmitía paz.
Con la semifinal ganada por el excelente desempeño de la araña estabas dispuesta a festejar con él, digamos que tenían una "cábala" después de cada partido. A ver, era la cábala de coger en el cuarto después de cada partido, a las apuradas, antes que llegue Enzo o Alexis, tu hermano, te empiece a buscar.
Pero volviendo al presente, estabas ansiosa esperando el micro de los chicos llegue al hotel, a los familiares los dejaban quedarse un rato en la universidad, pero después tenían que irse a sus respectivos hoteles.
Estabas mirando tu celular, buscando la mejor foto de tu hermano para subir a tus redes, hasta que sentiste el bullicio de los chicos, una emoción te recorrió el cuerpo y fuiste a ver como entraban.
Fuiste casi corriendo a abrazar a tu hermano, dejando cualquier cosa de lado, era el primer mundial de tu hermano y ya llegó a estar en la final de la competición más importante del planeta, era tu orgullo.
-"Boluda...¡Estamos en la final!"
Tu hermano te apretó las mejillas y te sacudió con emoción, le regalaste una sonrisa y lo abrazaste con fuerza.
-"Cada día jugas mejor, colito..."
Fueron directo hacía el salón donde cenarían los chicos, la cena procedió entre cánticos típicos de cancha y caras felices.
Aunque una cara estaba por demás feliz de verte ahí, sabía que estabas esperando a que Alexis mirara para otro lado para irte a sus brazos.
-"Colo...voy al baño..."
Alexis asintió mientras seguía su charla con Enzo y Nahuel.
Los pasos eran rápidos, como mi corazón al ver como el 9 también se levantaba para "ir al baño"
Habitación B-102, esperaste ansiosa en el pasillo hasta que escuchaste sus pasos.
-"Colo..."
-"Araña..."
Te regaló una sonrisa hermosa, típica de él, se acercó a abrir la puerta rápidamente y te dejo pasar, para luego cerrarla con llave.
-"¿Vos estás loco?"
Juli te miró sorprendido por la pregunta.
-"Cómo se te ocurre meter un gol así, y encima después haces otro más...Vos querés que yo te coma a besos..."
El cordobés río con un poco de vergüenza, siempre se cohibía cuando la más chica de los Mac Allister le hacía cumplidos.
-"Te dedique uno...¿no viste?"
-"Pensé que era para tu mamá..."
-"Para mamá fue el segundo..."
-"Y sí tenías más minutos le hacías uno para cada familiar..."
Él sólo soltó una risita y te abrazó, para luego tirarse a la cama con vos encima. Y porque en esta vida hay que aprovechar, lentamente metiste tus manos debajo de su remera, acariciando esa tersa piel pálida.