Capítulo 2

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Era un día tranquilo en la escuela, lo único malo es que parecía que se iba a largar a llover en cualquier momento. 

Paulo y Julián estaban en su clase, más bien, estaban en hora libre debido a que el profesor había faltado y por lo tanto, ambos se pusieron a hablar de boludeces. Y cómo no, saltó el tema de Enzo por parte del castaño. 

-¿Y por qué no le pedís que merienden juntos ahora en el recreo?- Le preguntó al omega mientras mordía su lápiz. 

-¿Vos decís que quiera?- La idea le había parecido buena, el problema era la inseguridad que llegaba a tener en el momento de hacer las cosas. 

-Obviamente, le caíste muy bien, incluso me llegó a contar que también quiere ser tu amigo- Había mentido, pero no tanto, porque Enzo llegaba a querer hasta casarse con Álvarez, pero también le encantaría aunque sea ser su amigo.

-Bueno, pero lo único que te pido es que me acompañés a preguntarle- 

-Cómo quieras, pero después sí me voy no sé que irás a hacer- Rió levemente al ver a su amigo sonrojarse ante la idea de quedarse solo con el alfa, sería un día muy largo.


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Enzo había estado pensando toda la clase en Julián, sí bien prestaba algo de atención, quién más invadía sus pensamientos era el mayor. 

Y lo decidió, en el recreo iría a preguntarle a Julián si quería que merendaran juntos, se lo había más que propuesto pese a los arrepentimientos leves que tenía. 

Y tocó el timbre para que todos pudieran salir al recreo, el azabache salió casi corriendo del aula porque si no lo hacía cuanto antes, más vergüenza le daría después.

Hasta que sintió que alguien lo había parado, era Montiel. 

-Enzito, ¿A dónde vas tan desesperado?, ¿A ver a tu novio o novia?- Le dijo con intenciones de molestarlo un poco, no con ofenderlo o demás. 

-Cerra el culo Montiel, lo único que te digo es que no me esperés porque no aparezco, no me extrañés mucho- El contrario solo rió y se dió la vuelta viendo a dónde ir. 



Muy bien, sí quería encontrar al omega, tenía que encontrar primero a Paulo, era muy simple. 

Fue al patio dónde abajo de un árbol, visualizó a su amigo junto al chico de sus sueños, sonrió al ver cómo Juli se sonrojaba y le decía una que otra cosa al beta. 

Se acercó sintiendo cómo sus nervios comenzaban a surgir, pero tenía que preguntarle sí o sí por más que le costara. 

Álvarez quedó congelado en su lugar cuándo lo vió, apenas y podía formular palabras. 

✿Y al final, fue todo gracias a mí✿ Enzo F. x Julián Á.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora