III.

1.6K 176 0
                                    

Cuando me vio, sonrió.

Sonrió mucho.

Aunque no viera su sonrisa, incluso sus ojos me hubieran indicado la felicidad que sentía, pues alrededor de estos se habían formado arrugas. En Jungkook era el equivalente a cuando mis ojos desaparecían por sonreír de manera sincera. Pero a Kook no le ocurría eso, pues sus ojos siempre fueron grandes.

Sentí un alivio cuando me di cuenta que me recordaba y me reconocía. Pero ese alivio desapareció cuando me abrazo.

Sentí de todo. Incluso mis piernas temblar.

Obviamente, no era lo mismo que cuando éramos unos niños.

Mis sentimientos por el eran más inocentes. Mis deseos eran querer estar con el todo el día, tomados de la mano y teniendo charlas hasta las 04:00 de la mañana a través de llamadas telefónicas. De hecho, solo una vez tuve el deseo de besarlo. Pero fue tan momentáneo y corto, que al rato se me olvido y lo pude volver a recordar cuando estaba acostado en mi cama apunto de dormir. No hace falta decir que me sonroje hasta las orejas por ese pensamiento "tan descarado".

Ahora los pensamientos que estaba teniendo, no eran para nada inocentes.

El simple hecho de que me cubriera por completo con su cuerpo en el abrazo, fue cuando me hizo caer en cuenta de la diferencia de estaturas; y no solo de eso. Sino que también de la masa corporal.

Perfectamente podía tomarme en brazos y manejarme como quisiera.

Además, que mi enamoramiento por el nunca desapareció.

En palabras simples, mi gusto por Jungkook solo fue "congelado" y ahora, al tenerlo literalmente entre mis brazos, podía decir que ese gusto estaba siendo descongelado una vez más.

Mi rostro se pintó completamente de rojo, pero decidí distraer mis pensamientos pues no quería que nuestro reencuentro fuera de esa manera.

Tenía que ser especial y así lo seria.

Ya al prestar más atención, mi nariz capto un rico aroma. Era un perfume y era bastante claro que provenía de él.

"Dios santo, hasta su perfume es varonil ahora" pensé. Y no podía estar más en lo correcto.

Todo en el gritaba "hombre adulto" y se me hacía raro pensar en cómo pasaba el tiempo, porque el Jungkook del que me había enamorado solo tenía unos 15 años.

Ese Jungkook ahora se veía super lejano.

- Jimin, no puedo creer que seas tu. Te extrañe muchísimo.- Trague saliva con fuerza. Hasta su voz había cambiado. Dios mío. Pero sonreí en grande. El sentimiento era mutuo.

- Yo también te extrañe mucho.- Por fin nos separamos del abrazo, ambos juntamos nuestras miradas ansiosas. No pude evitar reír levemente. Hasta que una pregunta invadió mi mente.- ¿Cómo es que estas en Seúl?

Él se vio feliz por la pregunta.

- Fui aceptado en la universidad nacional de Seúl. Aunque ya estaba estudiando en Busan, decidí que venir a estudiar aquí era mucho mejor y mis padres apoyaron mi decisión. Aunque no fue fácil a un inicio.- Asentí estando de acuerdo. Para mi había sido fácil porque ya nos habíamos instalado, pero sabía que, si hubiera seguido viviendo en Busan, no sería tan factible estar estudiando en la universidad que estudio ahora.

Seúl no era un lugar barato para vivir o pagar la renta. Menos si eres estudiante.

- ¿Es reciente? Nunca te he visto en el campus.

- Si, hace poco me mude.

Era lógico. El semestre estaba recién empezando.

- ¿Y que estas estudiando?

- Derecho.- Mi boca se abrió en grande. Nunca imaginé que a Jungkook le gustara esa carrera, además, era muy compleja. La hermana de Namjoon la había estudiado, y menciono que pasaba las noches despierta estudiando.

- Wow, increíble.- Jungkook tomo unos de mis cabellos. Me paralice. Luego lo dejo detrás de mi oreja. Mi respiración estaba acelerada.

Me iba a matar de un infarto.

- ¿Y tú, Jimin? ¿Qué estas estudiando?- No sé si eran imaginaciones mías, pero juraría que me estaba coqueteando. Su tono de voz había cambiado y su mirada no estaba en mis ojos. Si no, más abajo.

- Pedagogía.

En ese momento me di cuenta de algo. Jungkook nunca me llamaba Hyung.

Siempre era y fue informal conmigo. Pero a pesar de todo, no me molestaba. No era mucha nuestra diferencia de edad. Pero, aun así, yo recordaba ligeramente que a Taehyung si le llamaba de esa forma.

- Queda contigo.- Ninguno parpadeo en esos momentos. No sabíamos de que más hablar, pero al mismo tiempo queríamos hablar de todo. Lo podía sentir. No quería que este momento desapareciera nunca.- Me tocaba hacer ejercicio, pero ahora que te volví a ver, no deseo otra cosa más que hablar contigo. ¿Vamos por un chocolate caliente y nos ponemos al día?

Sonreí por la sugerencia. Cualquiera te invitaría a tomar un café. Era lo normal acá en Seúl, todo el mundo era un loco por el café. Sobre todo, helado.

Pero luego recordé que el chico enfrente mío era Jeon Jungkook, y esa había sido una de las muchas razones por las que me enamoré de él.

- Me encantaría.

My Big Brunet ✦ KookMin 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora