𝐁𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝 || 𝐋𝐞𝐞 𝐇𝐚𝐞𝐜𝐡𝐚𝐧

☀ 𝟎𝟎𝟔☀

ChaeYoung los empujó a todos camino a su casa al segundo que MinSeo dijo que le permitían ir.

Una vez que llegaron, la chica miró asombrada la casa de su amiga , era enorme. Pero probablemente parecía normal al ser esa la zona más rica de la ciudad. Era un edificio alto, ancho y con probablemente (por no decir evidentemente) lujosos pisos dentro.

Entraron al recibidor donde una amable señora en la recepción saludó a ChaeYoung con una sonrisa. Se montaron a un gran ascensor con muchos botones, indicando la cantidad de pisos que había, en total, 23.

― Yo vivo en el piso 17 ― le dijo a ella, que la miró sorprendida. Seguro que tendría unas muy buenas vistas de la ciudad desde su balcón. 

Salieron del ascensor para encontrarse un pequeño pasillo que llevaba a dos puertas. Ella giró a la puerta que se encontraba a la izquierda para coger sus llaves y abrir la puerta.

Una vez que entraron, MinSeo no podía describir esa estancia con nada más ni nada menos que con la palabra asombrosa. Cuando entrabas, se apreciaba una bonita sala de estar, con un techo un poco alto (con razón en edificio se veía tan enorme) y una hermosa lámpara moderna colgaba de él.

ChaeYoung les indicó que dejaran las mochilas en un armario que tenían a su lado y empezó a enseñarle a MinSeo la casa. Tenía un sofá muy cómodo y una televisión muy grande. ¿Con que así vivían los ricos? Parecía demasiado bueno para ser verdad.

Les guió hasta la cocina (fabulosa también) donde prepararon juntos unos batidos de frutas y se los llevaron a la habitación de ChaeYoung.

La habitación de ChaeYoung era bonita, minimalista, con una gran cama, un amplio armario y un escritorio al lado de la gran ventana que revelaba la ciudad. En el suelo había una alfombra grande, con muchos cojines y una mesa baja donde ella indicó que se sentaran.

― Vale, MinSeo, por lo que veo, ni SiEun ni YunHo te informaron bien de las personas cuando les conociste. Pero por suerte, nos hemos hecho amigas y ahora yo te puedo enseñar ―.

― ¿A sí? ― preguntó con una mirada insegura a su nueva amiga. Aún era raro para ella estar rodeada de gente que no le iba a decir ni una sola mala palabra.

Ella la miró con una sonrisa ― Claro que si. Te hemos conocido hoy pero sé que tanto a MinGi como a mi nos encantaría ― giró a ver a MinGi y este asintió feliz.

― Bueno, pues dime, que no puedo no estar informada ― soltó una leve risa para que su amiga empezara a hablar emocionada.

― Como sabrás, en nuestro instituto las cosas son distintas, como es todo privado tenemos que llevar uniforme, seguir las normas y hacer otras cosas aburridas. La cosa es, aquí hay muchos estudiantes (por no decir la mayoría) que están forrados. 

― Como tú ― señaló ella tímida.

― Ya, pero a mi me da igual. Durante toda mi vida mis padres me han educado que para conseguir cosas, tengo que hacerlo por mi cuenta, con mis esfuerzos. Y me alegro por ello, porque no soy tan malcriada como los demás. Aparte, tuve la suerte de poder rodearme con personas iguales a mi, y estoy agradecida.