𝐁𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝 || 𝐋𝐞𝐞 𝐇𝐚𝐞𝐜𝐡𝐚𝐧

☀ 𝟎𝟏𝟒 ☀

HaeChan no paraba, no paraba. MinSeo había perdido la cuenta de la de veces que el moreno se le había acercado, susurrado cosas al oído, o intentado pedirle una cita. Ella siempre huía al final, pero se sorprendía aún más con la increíble insistencia del chico cuando se lo volvía a encontrar. 

En sus adentros, no le había crecido un odio hacia la situación ni hacia él. Era sorpresa, miedo y curiosidad. ¿Qué tenía ella de interesante? Aparte de eso, pudo conocer un poco más al chico tras tanto tiempo con él. 

El chico tenía cambios de humor, pero con MinSeo utilizaba su faceta más coqueta y divertida, la faceta perfecta para conquistar a cualquiera. Contaba bromas muy malas y era experto en captar la atención. Todo el mundo sabía cuando él estaba cerca suya, aún cuando se encontraban solos.

― ¿No te das cuenta de lo que conseguirías estando conmigo? Mucho amor, atención y diversión. Podría hacer cualquier cosa para ti. Puedo ser tu Buzz Lightyear y llevarte a la luna, hacer que viajemos juntos alrededor de la tierra ― bromeó él un día en que escuchó a sus amigos y ella discutir sobre Toy Story.

Ella no pudo evitar reírse ― Lo dudo mucho Lee. Ahora déjame ir.

Tras la broma del lunes, HaeChan y sus amigos no paraban. Guerra de comida en el comedor, que si el profesor de química había entrado a clase empapado de leche y cereales, un poco de pegamento en las sillas de la sala de profesores, y lo último de esa semana, un grafiti en la entrada del pabellón.

Ese mismo viernes MinSeo se encontraba sentada en su pupitre, separada de ChaeYoung durante esa siguiente hora y media para realizar el examen final de física. No podía evitar sentir tremendo terror hacia este examen. La física y ella eran enemigas. Era la nota más importante de todas, lo que hizo que sintiera aún más terror cuando el profesor le entregó el examen.

Pasó una hora, y MinSeo no sabía como sentirse, había rellenado la mayoría del examen y le faltaban dos ejercicios, pero lo había rellenado. Ahora, que estuviera bien o mal, ella no lo sabía. Se encontraba intentando pensar cómo resolver uno de sus ejercicios restantes cuando la megafonía del instituto sonó.

― Siento tener que interrumpir los exámenes ― se escuchó la voz del director ― Pero los responsables de estas últimas bromas se han pasado de la raya. Dañar el edificio del instituto es motivo de expulsión. Esta mañana se ha encontrado un grafiti en la entrada del instituto y no me ha agradado para nada ― MinSeo no pudo evitar girar a ver a HaeChan, y este le sonrió y le mandó un beso ― Los responsables por favor venid a mi despacho a la hora del receso. Gracias.

― Dejad de hacer estas vulgaridades, no me quiero ni imaginar lo que pasará la semana que viene ― se quejó el profesor de física ― Venga, seguid, os quedan 23 minutos.

MinSeo siguió su examen sin saber como hacerlo, pensando únicamente en el moreno que se encontraba en esa misma clase.

― Os habéis metido en un buen lío tus amigos y tu ― le dijo con una cara seria cuando HaeChan la consiguió acorralar antes de irse, justo como la primera vez que lo hizo una semana antes.

― No hace falta que te preocupes bonita. Yo me las apaño, tranquila ― respondió mientras soplaba un mechón de su pelo negro de su frente para después mirarla fijamente ― Mejor preocúpate de lo que te pondrás en nuestra primera cita mañana.

Ruborizada, negó ― No voy a salir contigo HaeChan. Los exámenes son más importantes, a no ser que quieras quedarte vagabundo en la calle cuando seas adulto.

― No, porque viviremos juntos ― sonrió para acercarse más ― Y voy en serio con mi futuro. Tengo que conseguir un buen trabajo para mantenernos, ¿no?

MinSeo intentó empujar su pecho para intentar salir, pero HaeChan no la dejó, provocando que la mochila de la chica cayera al suelo al intentar no soltarla. Se encontraban muy cerca, HaeChan con sus manos apoyadas en las taquillas mientras que MinSeo las tenía en su pecho. HaeChan se acercó tanto que MinSeo sentía su respiración demasiado cerca. Notó como el corazón de HaeChan latía rápido. Abrió los ojos aún más. HaeChan la iba a besar. Sus ojos conectaron, ella estaba como un tomate por la vergüenza. 

― ¡MinSeo! ― esuchó a SiEun gritar desde otro pasillo ― ¡MinSeo!

Ella aprovechó el momento para separarse de él, empujándolo suavemente ya que se distrajo. Cogió su mochila con rapidez pero la mano del chico la detuvo de nuevo, esta vez sujetando su hombro para girarla y conseguir darle un rápido beso en la mejilla ― Hasta el lunes MinSeo.

― ¡MinSeo! ― dijo SiEun acercándose a ella. MinSeo se había quedado como una estatua. Fue un tacto tan suave y dulce, combinado con el recuerdo de los latidos del chico cuando estaban tan cerca. ¿Qué le estaba haciendo? ― Tu hermano ha venido.

MinSeo giró rápidamente hacia ella, dándose cuenta de que HaeChan se había esfumado ― ¿SoonYoung? ― Debía darse prisa, no podían descubrirle.

― Su coche es uno negro aparcado al lado de uno rojo, lo verás fácilmente, ¡Vamos! ―ambas corrieron rápido hacia la puerta del instituto, donde un poco más adelante se encontraba el coche ― Nos vemos la semana que viene MinSeo, ¡Buena suerte en literatura!

― ¡A ti también! ― se despidió sonriente para dirigirse al coche. Las ventanas eran negras como la noche, así como el coche entero, pero su hermano la vio y le abrió la puerta trasera. Ella se metió rápidamente para saludarlo con una corta sonrisa. Esa semana no habían podido avanzar su nueva relación fraternal. Solo cortas conversaciones sobre el instituto y poco más.

― No he tenido tiempo de quedar contigo, lo siento muchísimo. Las promociones me están matando del cansancio ― dijo con una sonrisa apenada.

 ― No te preocupes, hacías tu trabajo. Pero según me ha dicho YunHo, has conseguido varias victorias en los programas de esta semana así que me alegro mucho. Sé que el esfuerzo y dedicación que un artista pone en cada regreso es mucho ― dijo ella ― Estas recibiendo los frutos de tu duro trabajo.

― Hoy se me había ocurrido llevarte a un parque. Tengo comida y podríamos pasar el rato ahí ― dijo emocionado ― Conozco una zona apartada donde la gente no me reconocerá. Confía, he estado ahí muchas veces.

MinSeo asintió, dispuesta a conocer a su hermano y centrarse en otra cosa que no fuera HaeChan y el tacto de sus labios contra la mejilla de ella.

Feliz día de la Hispanidad a todos los que la celebréis. Es el motivo por el que he podido actualizar más rápido esta vez ya que no tengo nada que hacer.

Solo voy a decir que el siguiente capítulo pasan cosas. Wow.

¡Gracias por leer!

Browniie 13/10/23