Nunca tuve la intención de escribir la saga de Percy Jackson.
Cuando mi hijo mayor estaba en segundo grado, empezó a tener problemas en
la escuela. No podía concentrarse. No quería sentarse y leer. Escribir era un desafío
doloroso.
Siendo un novelista y un profesor de educación media, tuve mis problemas
internos aceptando que mi hijo odiaba la escuela. Entonces vino la esperanzadora
reunión de padres cuando los maestrossugirieron hacerle a mi hijo una evaluación
psicoeducativa. Unas cuantas semanas después obtuvimos el resultado: TDAH y
dislexia.
Estos conceptos no eran nuevos para mí. Había enseñado a varios estudiantes
con diferencias de aprendizaje. Había hecho modificaciones. Había llenado boletas
evaluativas.
Pero cuando el niño en cuestión es tu propio hijo, es diferente.
¿Cómo podía ayudarlo a entender lo que le estaba pasando? ¿Cómo podría
enfrentar el problema de una manera positiva?
Al final, decidí hacer lo que mejor hago: contar historias.
La salvación de mi hijo en segundo grado fue la mitología Griega. Esta era la
única parte de todo el programa escolar que en realidad disfrutaba. Todas las
noches, me pedía que le contara una historia para dormir acerca
de mitos, y cuando se me acabaron, él me dijo que inventará
algunos.
Y entonces, empezaron a salir de mi mente, sin barreras
(como Atenea desde la frente de Zeus) el mito de como el TDAH y la dislexia nacieron. Creé a Percy Jackson, un semidiós griego siguiendo
la tradición de Hércules, Teseo y Perseo; excepto que Percy era un chico joven. Él
sufría de TDAH y dislexia, y había aprendido que al juntarlas, estas dos condiciones
indicaban que sin dudas tenía sangre Olímpica.
En El Ladrón del Rayo, el TDAH significa que tus sentidos están en sintonía. Ves
demasiado, no muy poco. Estos reflejos no sirven bien en una clase aburrida, pero
te mantendrían con vida en el campo de batalla. La dislexia indica que tu cerebro
está programado para el griego antiguo, por lo tanto, obvio que leer inglés es un
tanto difícil.
Mi hijo no tuvo problemas creyendo esta teoría, para nada.
En la historia, Percy Jackson descubre que el ser diferente puede ser una fuente
de fuerza, y una marca de grandeza. El no tener esperanza académicamente no
significa que seas una persona sin esperanza. Percy era mi manera de honrar a
todos los niños a los cuales había enseñado que tienen TDAH y dislexia, pero lo
más importante, él era un mito para mi hijo con el cual él le daba sentido a lo que
él es.
Cuando terminé de contarle la historia, mi hijo me dijo que la escribiera. Tenía
mis dudas. No pensé que a alguien le fuera a gustar, y no tenía mucho tiempo libre.
Estaba enseñando a tiempo completo y escribiendo una novela de misterio al año.
Pero me hice un poco de tiempo y escribí El Ladrón del Rayo.
Mi hijo amó la versión final. Renuentemente, les di el manuscrito a algunos
demis estudiantes. También lo amaron. Se lo envié a unos publicistas
bajo un pseudónimo así no me avergonzaría por el montón de
notas de rechazo. En cuestión de semanas, el libro había sido
subastado y fue obtenido por el Grupo de Libros de Disney.
Al final de ese año escolar, me convertí en un escritor para niños a tiempo
completo. La saga de Percy Jackson iba a ser publicada pronto alrededor delmundo.
Si me hubieras dicho hace cinco años que alguien iba a crear una antología
de ensayos basados en cuentos para dormir que había inventado para mi hijo, te habría llamado loco.