¿Por qué tantos monstruos en el negocio de la venta?

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¿ Y por qué nunca venden los que los semidioses quieren ?

No es fácil ser un joven semidios.

Sólo pregúntale a Percy Jackson. Él puede decírtelo. Claro, asumiendo que tenga tiempo de recuperar el aliento luego de una misión o de ser perseguido por las fuerzas del mal, siempre detrás de él, a veces tan literal que en realidad le respiran en la nuca, justo detrás de él.

Shakespeare una vez escribió: "Sale, perseguido por un oso". (No estoy inventando. Puedes buscarlo tú mismo si quieres. Está en Una Historia de Invierno, acto lll, escena tres. Y tú pensabas que Shakespeare solo era un aburrido saco de huesos).

Pero mi punto, y sí, tengo uno, es que el personaje de Shakespeare era suertudo.
Al menos él sabía que había un oso persiguiéndolo. Siempre que Percy Jackson
deja la escena, él nunca sabe qué forma va a tener la cosa tras la que anda. Es uno de los desafíos de ser perseguido por monstruos. Y eso no es todo. Es igual de importante el hecho de que Percy jamás sabe lo que tiene enfrente. ¿Amigo o enemigo? ¿Batalla o provocación?

Lo que me trae al tema principal del asunto: ¿Qué hay sobre los monstruos y comprar?

Hay muchos monstruos en los libros de Percy Jackson y los Dioses del Olimpo de
Rick Riordan. También hay un sorprendente número de ocasiones para comprar. Acción, aventura, dioses griegos, compras inesperadas. No es la rutina ordinaria. No es que Percy viva en el reino de lo usual. ¿Un semidiós ordinario? No lo creo.

Pero, en casi todas sus misiones, y en su primera en particular, tarde o temprano,
algún tipo raro que definitivamente no aprecia mucho a Percy, trata de venderle
algo. A veces es algo que no necesita. A veces es algo que no quiere. Normalmente
son ambas. Pero Percy y sus amigos paran a ver lo-que-sea de cualquier modo.

Sí, así es. Incluso cuando están rodeados de peligro, nuestro héroe y sus compañeros se toman un tiempo para comprar.

¿Por qué diablos?

Vamos a contestar esta pregunta haciendo lo mismo que Percy y sus amigos de misiones; Grover el sátiro y Annabeth, hija de Atenea, diosa de la sabiduría, hacen en el capítulo once de "El Ladrón del Rayo". Lo que, estoy seguro que no necesito recordarte, es el primer libro de "Percy Jackson y los Dioses del Olimpo".

Como Percy, Annabeth y Grover, vamos a empezar nuestra inesperada compra
monstruosa en el MEOPRIO ED DRINAJ ED AL ITA MEE. Para los que no estén familiarizados con la dislexia de los semidioses, eso significa "Emporio de Gnomos de Jardín de la Tía Em".

Una confesión: El "Emporio de Gnomos de Jardín de la Tía Em" es mi inesperada compra monstruosa favorita de todos los tiempos. Probablemente porque no tuve
que experimentarla yo. Pero también porque la "M" de la Tía Em es un diminutivo
de Medusa, que tuvo el primer día de cabello malo de la historia.

En realidad, considerando que ella va por ahí con serpientes en donde el cabello debería estar, creo que podríamos sobrevivir una vida de cabello desaliñado.

Un buen consejo, pero en caso de que se te presente la situación: Nunca molestes a Atenea, diosa de la sabiduría, la mamá de Annabeth. Es por eso que Medusa terminó siendo una mujer con cabello de serpiente, y ahora está bastante molesta. Tan molesta que si te atreves a mirar su peinado, te convierte en piedra. Si la miras en un reflejo eres libre de irte. Pero si la miras directamente, bueno...

Eso es lo que todas las esculturas de su emporio son: criaturas de un tipo u otro que miraron a la Tía Em justo en sus pequeños y brillantes ojos inyectados de sangre. Grover incluso piensa que una se parece mucho a su tío Ferdinard. Esto se debe a que es su tío Ferdinard.

Demigods and Monsters [Semidióses y Monstruos]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora