─ chapter seventeen

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TODO PARECÍA INDICAR QUE lo de la nueva cábala era cierto, porque el partido de Argentina contra Australia había terminado y Lisandro Martínez había metido un gol, concordando con el hecho de que Sol estaba usando la camiseta con su apellido y el veinticinco en su espalda.

Habían ganado el partido dos a uno, con dos goles de la mano de Lisandro y de Messi, y en cuanto al gol de Australia no había sido uno de ellos como tal, sino que en un rebote desafortunado contra Enzo tratando de defender el arco la pelota había entrado. Pero eso ya no importaba. La alegría entre los argentinos era inmensa, habían pasado a los cuartos de final, seguían en carrera para convertirse en los campeones del mundo y había una vibra en el aire que parecía mágica, porque todos tenían la sensación de que las cosas iban a darse como esperaban.

Era siete de diciembre y Sol se encontraba sentada junto a Yamber, con su teléfono en mano mientras esperaba a que el chico terminara de organizar todo el set up junto al Kun para el Stream que iban a realizar. Su hermano la había invitado, diciendo que tenía unos invitados especiales y que también quería que estuviera ella, así que aprovechando que no tenía nada que hacer la chica se había ido hacia donde el Kun realizaba los streams.

— Bueno, ya ta' Sol. Vení, sentate acá. —el Kun señaló el asiento a su lado, tendiéndole un par de auriculares que la chica se colocó con cuidado. Mientras ella se acomodaba el Kun encendió el Stream y comenzó a saludar a la gente que empezaba a aparecer y a dejar su saludos en el chat, aprovechando para explicar un poquito que era un Stream especial porque iban a tener invitados especiales.

— ¿Ahí estoy bien? —cuestionó la chica— No veo si me tengo que mover para algún lado o ahí estamos centrados.

— Están centrados, tranquila. —le aseguró Yamber con una sonrisa.

— No salames, no me refiero a Sol, si a ella ya la vieron banda de veces. —explicó el Kun al leer varios mensajes preguntando si la invitada especial era Sol— ¿Ya está Yamber? —Sol observó como el chico, que también portaba un par de auriculares, asintió— Bien, mandale nomás. Les presento a mis dos chavales, colegas... —Sol abrió sus ojos con sorpresa al ver que en la pantalla compartida aparecía la imagen de Lionel desde su habitación en donde se estaban hospedando— Ah, es uno nomás.

— ¿Cómo que dos? ¿Quién es el otro? —cuestionó Messi frunciendo el ceño mientras trataba de acomodar bien su teléfono para que quedara relativamente centrado— ¿Quién sería el otro?

— No, no puedo dar pistas. Creemos, por ahí viene alguien a hacerte le segunda.

— Ah, ¿depende de mí eso? —indagó Lio.

— No, no. Pensé que venía, pero seguramente se debe estar haciendo el lindo. Bien que cuando viene alguno de los otros ahí abajo, el momito y eso van, les pido yo... así son, me lo voy a anotar eh.

— ¿Quién es? —cuestionó Sol confundida, porque posta no sabía de quién hablaba.

— Ya dije que no voy a decir el nombre boluda, pero me lo voy a anotar. —Sol colocó sus ojos en blanco soltando un "Uh Dios, que dramático que sos hermano" mientras Lio y Yamber reían por la cara indignada del Kun al escucharla.

— Acá me acaban de decir que por ahí en un ratito vienen.

— Ah bueno, bien entonces, bien. —hizo una pausa— Acá en el chat tiraron muchos nombres cuando dije que iba a tener invitado sorpresa, tiraron Dybala, Tagliafico, Scaloni... —al oír eso Sol soltó una carcajada, porque no se imaginaba ni en pedo a Scaloni en un stream del Kun— ¿Todo bien pa? ¿Ya terminaron de comer?

— Y si boludo, ¿Quién iba a decir que yo iba a estar acá? Si yo para esto... Vos me metes en cada cosa Kun.

— Bueno sí gente, eso es verdad. Habíamos dicho una vez si él cuando quería, le cuento a la gente, no me gusta molestar, pero bueno. Y hoy la verdad Leo, posta, me dolía la cabeza boludo, fui a jugar al golf y me dolía la cabeza. —tanto Sol como Lio soltaron una risa al escucharlo decir que había jugado al golf— Y no iba a hacer stream, y cuando vos me escribiste dije bueno, dale vamos, arranquemos, y le escribí a Sol a la tardecita para que viniera también y se nos sumara.

DAYLIGHT | julián álvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora