─ chapter six

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ARGENTINA VS JAMAICA. Había llegado el martes veintisiete de septiembre y por ende el amistoso con la selección de Jamaica, esta vez la ciudad donde se llevaba a cabo era Nueva Jersey y a diferencia del partido contra Honduras, la selección argentina iba a utilizar la camiseta titular en lugar de la suplente.

Mientras que el Kun había decidido mirar el partido desde el palco junto con Antonella y otras familias de jugadores, Sol por su parte había decidido sacar su entrada para mirarlo en las gradas con el resto de los hinchas, con la compañía de su sobrino Benjamín, aunque si bien era en las gradas con los demás, la ubicación que les había tocado era en la misma zona del palco donde el Kun pudiera mantener un ojo en ellos durante el partido. Su sobrino portaba la camiseta con el número diez y el apellido del padrino, y ella había decidido utilizar la camiseta con el número once perteneciente a Ángel Di María que, en esta ocasión de acuerdo a lo que había trascendido en las noticias y portales con información de la selección, entraría como capitán porque Lionel Messi permanecería al menos por el comienzo del partido en la banca. Además de la camiseta y una bandera que tenía atada en su cintura, en la zona de sus pómulos, Sol se había colocado brillos con los colores de la selección, porque si iba a envolverse en los colores de la patria lo iba a hacer como Dios mandaba.

En su camino hacia sus lugares, varios hinchas los habían reconocido y les habían pedido fotos, todos bastante copados y respetuosos lo que Sol en verdad agradecía, y varias chicas se habían acercado para sacarse fotos con ella principalmente y comentarle que les habían encantado los videos de la cuenta y que no veían la hora de que subiera nuevo contenido. Sol no pudo evitar sonreir al ver la emoción de las chicas cuando les contó que tan solo unos días atrás habían grabado nuevos videos y que probablemente al día siguiente subirían alguno.

Al llegar a sus puestos pudieron comprobar que se encontraban rodeados de hinchas con la camiseta de Argentina, bastante eufóricos ya porque en tan solo unos minutos el partido daría inicio, con sus teléfonos en mano y la cámara abierta, grabando o sacando fotos al estado y la multitud que se encontraba reunida en el mismo. Varios de los que estaban ahí notaron la presencia de los Agüero, preguntándoles si podían sacarse una foto con ellos, a lo que accedieron sin problemas, y para cuando habían terminado, comenzó a escucharse la voz por los parlantes que indicaba la entrada de los jugadores a la cancha.

Un escalofrío recorrió a Sol en el momento en que las notas del himno argentino comenzaron a sonar, esa sensación de orgullo que sentía cada vez que el himno era entonado en el momento previo al partido— ¡VAMOS ARGENTINA LA CONCHA DE SU MADRE! —el grito de Sol cuando finalizó el himno provocó la risa de Benjamín que estaba bastante más tranquilo que su tía, pero ya estaba acostumbrado a ver a Sol de esa forma. Porque cada vez que asistían a un partido parecía que una personalidad mil veces más intensa de ella aparecía, una en la que su boca no dejaba de soltar puteadas hacia los árbitros y el equipo contrario, las faltas, las tarjetas y los ataques que recibían los jugadores de Argentina, y que contrastaba enormemente con la personalidad amorosa de Sol que todos tenían. Ver a Sol puteando, cantando y saltando en un partido alentando a la selección era todo un show.

OLE, OLE, OLE, CADA DÍA TE QUIERO MÁS. SOOOOY ARGENTINO, ES UN SENTIMIENTO, NO PUEDO PARAAAR. Por todo el estadio podía oírse con claridad a la hinchada argentina, Benjamín y Sol saltaban en sus lugares junto a los hinchas que los rodeaban, sonrisas en sus labios y sus ojos brillando con emoción. La chica agitaba su mano derecha en el aire al ritmo del cántico agitando la bandera con los colores celeste y blanco que había traído, mientras Benjamín, completamente divertido de ver a su tía de aquella forma, la grababa con su teléfono para subir una historia a su Instagram.

— ¡NO ME LA CONTES! —un grito de frustración escapó de los labios de Sol cuando a los ocho minutos del partido Di María le dio un tremendo pase a Lautaro que el Toro pudo controlar y que trató de rematar al arco, siendo bloqueado por un defensor.

DAYLIGHT | julián álvarezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora