13 Una larga noche

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- ¿A dónde vas?

No alcançé ni a salir de la casa y Hia Yi me estaba esperando fuera de la casa en el auto.

- Hola Hia Yi, Voy a buscar mi bicicleta, la dejé en la escuela ayer y tengo miedo de perderla.

- Entra al coche, te llevaré.

- Está bien Hia, puedo ir solo.

A pesar de mi negativa, Hia me abre la puerta de copiloto. La cara de Hia es indescifrable, no entiendo si está feliz de verme o enojado conmigo. O ambas.

- Está bien, voy contigo.

¿Por qué soy tan fácil de convencer? Hia me lleva al dojo, y ahí está mi bicicleta... ¡Pero tiene el neumático pinchado!

- Vamos, te puedo comprar una nueva.

- Está bien Hia, puedo ir al taller a cambiar el neumático. Me gusta esta bicicleta.

- No es necesario, tan solo debes decirme a donde quieres ir, y yo te llevaré.

- Está bien Hia, no quiero molestarte, trabajas mucho.

- Solo dime con tiempo, déjame saber tu horario diario.

- Puedo cuidar de mí mismo Hia.

- No puedes, solo tienes una bicicleta pinchada, y un trabajo de medio tiempo. Creo que no te cuido lo suficiente - No me gusta cuando Hia es un poco cruel conmigo.

- Me das un lugar donde vivir, vienes a visitarme siempre que puedes y me compras los supresores más costosos que debo tomar cada tres meses, porque los normales me dan alergia y no los puedo tomar. Eso es mucho más que suficiente para mí.

- Te enseñaré a conducir, entonces te daré un coche.

- No quiero eso Hia. Pero, si quieres darme algo... ¿Podemos pasar más tiempo juntos? ¿Puedes volver y quedarte conmigo?

Con esta confesión, espero que entienda el verdadero significado. Temo mucho ser oficialmente rechazado, pero creo que esto no puede seguir así. Hia se preocupa por mí y me cuida, pero no quiere estar conmigo, yo ya no puedo seguir con señales tan confusas.

- Tu celo llega en pocas semanas - fue su única respuesta.

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Lian lleva un rato buscando sus llaves para salir al pentágono. Es divertido que sea tan ordenado y meticuloso con sus cosas, basta con que simplemente mueva sus llaves del mueble de la entrada a la silla que está justo al lado, y le cuesta un mundo encontrarlas.

- ¿Y vas todos los sábados?

- Es la noche con más clientes - Me responde Lian cuando finalmente coge las llaves. Las mira extrañado preguntándose por qué estaban en un lugar diferente al usual.

- Ya veo - Eso significa que podría cantar los sábados en géminis.

- Volveré antes de medianoche - pero tendría que ser temprano, si él vuelve a medianoche, podría presentarme a las 9 y volver a las 11 para tener tiempo de arreglarme para dormir y que no sospeche nada.

- Bien, el próximo sábado... ¿Puedo ir contigo?

- No - Me responde rápidamente.

- Pero dijiste que me darías el pentágono.

- Y tu dijiste que ya no lo querías - Se burla de mí de nuevo. Quiero saber qué hace cuando está allá, tengo mucha curiosidad.

- Realmente no querías decir que me lo darías, ¿Verdad?

Comprometidos - omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora