Capítulo 15

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La mañana de Navidad parecía una postal, el paisaje pintado de nieve, como era de esperar los niños estaban despiertos desde muy temprano y muy emocionados, pero a diferencia de lo que los adultos imaginaron, estos más que emocionados por abrir sus regalos, lo estaban, pero por ir al hogar de Pony.

William les ofreció llevarlos después del desayuno, una vez terminaran de abrir sus regalos, los niños aceptaron muy felices, Elroy no entendía la necedad de seguir yendo al orfanato, pero dejo de gastar energías tratando de discutir, se dedicó a hacer lo que mejor sabía, organizar la celebración que se llevaría a cabo en New York dentro de una semana.

Stear estaba feliz con su nuevo set de herramientas con un auto lo suficientemente grande para que él y los otros tres niños pudieran pasear, Archie recibió un tren a escala, Anthony un libro sobre injertos de rosas, además de semillas de flores de otros países con sus respectivos manuales con indicaciones para cultivarlas y Candy estaba feliz con el set para sus cartas, que incluía papel decorado y con aroma a rosas, sobres a juego, unas cuantas plumas, si, color rosa, tintero y tinta a juego, sin olvidar sellos postales.

―gracias papá, ―exclamó la pequeña feliz, abrazando a William.

―gracias a ti pequeña, la pluma fuente que me has dado es muy útil y podré llevarla conmigo siempre.

―rose me ayudo a conseguirla, no tienes que rellenarla y no tiene fugas, además lleva tu nombre para que no se pierda, ―explicaba orgullosa Candy.

―más me vale no perderla, es de plata, muy fina y distinguida.

―como tu papá.

Todos abrieron el resto de sus regalos, recibiendo los niños muchos más obsequios, al igual que los adultos, compartiendo momentos más que agradables, al concluir salieron finalmente hacia el hogar de Pony.

Candy entregó las tarjetas navideñas que había enviado Annie a través de ella para las directoras, el doctor Martin estaba muy entretenido en el saloncito del hogar, con los anillos rompecabezas que le habían regalado, la hermana María y la señorita Pony estaban encantadas con los regalos, muy agradecidas, más que por el valor de las cosas, por el detalle de dedicar tiempo a buscar obsequios personalizados.

Almorzaron allí, luego partieron de regreso a la mansión de las rosas, se despidieron de todos sabiendo que no podrían volver en algún tiempo, debido a los próximos viajes que realizarían.

Al llegar a Lakewood pasaron el resto de la tarde jugando, al día siguiente comenzarían a preparar todo para viajar a New York, Elroy se estaba esmerando en preparar una gran fiesta para celebrar el Hogmanay, en esta ocasión el mismo Vicent estaba siendo clave para los planes que ella tenía.

La celebración era de tres días, iniciando el treinta de diciembre en la mansión de los Andrew en New York, por lo que no había tiempo que perder, todos tomaron el tren, animados de estar juntos.

Albert era quien junto a Beatriz estaban pendientes de Candy, debido a que Dorothy tendría vacaciones hasta después de año nuevo, algo en lo que William y su pequeña insistieron, sabiendo lo mucho que trabajaba la joven cuidando de la niña.

Claro el rubio mayor siempre estaba entre sus sobrinos y hermanita quien era su debilidad, pues, aunque ella disfrutaba estar jugando con sus paladines, también quería estar junto a su hermano mayor, a quien extrañó durante el tiempo en que estuvieron separados, más aun sabiendo que volverían a estar lejos. 

Candy también era mimada por su hermana mayor y su prima Janice, aunque por su edad la trataba más como una tía, ambas al no tener hijas, disfrutaban eligiendo sus vestidos y ayudándola a vestirse, casi que era la muñeca de ambas, quienes se esmeraban en peinar sus rizos color miel, cuidando de ella con todo el cariño que la niña retribuía a manos llenas.

Pequeña Señorita AndrewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora