Capítulo 14

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―vamos niños, hay que continuar, hemos avanzado muy poco con sus tareas hoy, ―retaba Beatriz al grupo de pequeños que estaban recibiendo su lección.

―no logro concentrarme, ―respondía Stear, algo inusual pues era el más aplicado.

―estamos preocupados por Candy señora Johnson, ―expreso la opinión de todos, el hijo mayor de Angus.

―ella es muy sana, no es normal que este durmiendo a estas horas, ―mencionó Anthony.

―además escuchamos voces altas en el salón, no será que la retaron y esta triste, qué tal si alguno de los adultos la trató mal, ―preguntó ya contrariado Archie, lo que provocó un eco de voces expresándose en contra de cualquiera que hubiera tratado mal a la pequeña.

―tío William quiere mucho a Candy, el no permitiría que nadie le hable feo, ―opino la hija de Clyde, ―además mi papi y mi abuelito la hubieran defendido.

―mi papi también, ―dijeron al unisonó los hijos de Angus, bueno los que podían hablar, el pequeño bebé estaba en su cunita así que ni enterado.

―niños, Candy está bien, ―respondió Beatriz, tratando de consolar a los pequeños que ya estaban alterados formando un alboroto.

―pero entonces, ¿Por qué no se levanta?, lleva muchas horas dormida, ―preguntaba una de las pequeñas.

―apenas ha pasado una hora Amelie, tengan paciencia, verán que pronto estará jugando con ustedes, porque mejor no le preparamos unas tarjetas, ―propuso Beatriz.

―siii, con lindos dibujos, ―aclamó otra pequeña.

―con mensajes de cariño para que sepa cuanto la queremos, ―expresó Anthony.

La tropa completa de niños se emocionó con la idea, formándose rápidamente grupos para armar tarjetas, así los más pequeños dibujaban y los más grandes escribían mensajes.

Un poco más tarde llegó una sonriente Candy, pidiendo disculpas por demorar tanto, como era de esperar los niños la recibieron muy felices, colmándola de abrazos, entregando todas las tarjetas que habían hecho.

Candy se emocionó por las muestras de cariño, aún estaba sensible, pero se controló, Beatriz también la recibió con afecto y por mucho que se mantuviera firme frente a los niños, ella también estaba llena de preocupación por la pequeña.

La joven institutriz había sentado a la niña en sus piernas cuando los niños le entregaban los detalles que con tanto cariño hicieron para ella, al cabo de media hora Candy volvía a ser la misma niña alegre y llena de energía que conocían, dirigiendo los juegos y divirtiéndose mucho con sus primos, como llamaba a todos los niños.

En el salón de reunión del clan, después de concluir con todos los puntos por resolver, estaban por terminar, cuando Cleit hizo un llamado a un asunto muy importante antes de pensar siquiera en cerrar la sesión.

Al escuchar la inquietud de Cleit, por unanimidad todos los miembros del consejo levantaron voces en apoyo, ante el asombro de William.

Ellos pedían que las fiestas de navidad y año nuevo fueran festejadas como clan o al menos con las familias de los miembros del consejo, expresando que eran las primeras fiestas de navidad y fin de año de Candy, por lo que debían ser celebradas por todo lo alto con la presencia de la familia, que ahora era suya.

La discusión fue larga, hasta que finalmente lograron llegar a un acuerdo, la navidad William junto a Candy, Rosemary, Vicent, la tía Elroy, Janice, Alistear, Anthony, Stear y Archie lo pasarían en Lakewood, ya que él quería un poco de intimidad por ser la primera vez que estaban juntos después de tantos años.

Pequeña Señorita AndrewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora