¿Qué somos?

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El día siguiente transcurrió normal. Ambas chicas se dirigieron a sus clases. El ambiente se sentía extraño; mantenían distancia la una de la otra, aunque no se sabía a ciencia cierta el por qué. 

Lo que le extrañó a Enid fue que Merlina se retiró antes de clases, lo cual, ella nunca había hecho. Comenzó a preocuparse por su mate y esto lo notó Yoko. -Harás que me dé un ataque de nervios, Enid. Cálmate- dijo Yoko mientras sujetaba por la rodilla a Enid, que movía su pierna con fuerza. 

-Lo siento, es que Merlina me preocupa. Ella nunca se va tan pronto- dijo la rubia con voz temblorosa. 

En cuanto sonó el timbre, salió corriendo hacia su habitación para encontrarse con Merlina, quien se encontraba en su cama, envuelta entre las sábanas. Algo realmente malo tenía que estar pasando. 

-¿Merlina?- dijo con una voz apenas perceptible. Moría por ir corriendo a ella, pero trataba de respetar su espacio.

Al escuchar aquella voz, la pelinegra salió rápidamente de su cama, dirigiéndose a Enid, quedando muy cerca de su rostro.

Enid estaba nerviosa, aún no adoptaba el acercamiento repentino con Merlina como parte de su vida cotidiana. 

-Desde hace un tiempo...- comenzó a hablar Merlina. -No ha podido salir de mi cuerpo un sentimiento extraño que recorre mi pecho y mi estómago. Reconozco los síntomas de lo que estoy padeciendo ahora, he leído al respecto. Estoy consciente de que existe en mi este sentir desde hace tiempo, pero era fácil de callar- se detuvo por un momento, analizando el rostro confundido de Enid.

-Pero...- siguió. -Desde que me mordiste solo ha ido en aumento. Pero tuvo que pasar lo que... Pasó ayer, para así poder reafirmar, que con cada día que pasa, más cerca quiero estar de ti-

Los ojos de la rubia se llenaron de agua. Era lo más romántico que Merlina le había dicho, y no podía contener su emoción. 

-Ya que lo he dicho todo, me gustaría que me ayudaras a calmar un poco este sentir, acortando la distancia entre nosotras- dijo Merlina con la misma voz monótona de siempre.

Enid no lo dudó y se lanzó hacia la pelinegra tomándola de la cintura, presionando sus labios contra sus contrarios. 

Era un beso delicado, pero lleno de deseo y devoción por la otra. Se besaban con ganas, pero manteniendolo romántico.

-Con "acortar la distancia" me refería a un abrazo, Enid- dijo Merlina, separando sus labios.

Pudo notar cierta tristeza y vergüenza en Enid, quien quiso alejarse rápidamente de Merlina, pero ésta se lo impidió, sujetando su rostro con ambas manos.

-Pero tú respuesta me pareció más acertada que la que yo tenía en mente- finalizó, volviendo a juntar sus labios, besándola con cuidado, como si Enid pudiera romperse en cualquier momento.








una disculpa por tardar en actualizar, acabo de regresar a la universidad y siento que me están robando el alma. Pero bueno, aquí tienen un capítulo cortito, prometo actualizar pronto uno un poco más largo.

En otras noticias, creo que todas, todos y todes estamos más que enterados de lo que está pasando con Percy, por lo que he decidido que no forme más parte de la historia. Sé que él no ha dicho nada al respecto pero hay demasiadas pruebas, y como persona que ha pasado por algo similar, prefiero creer en un posible mentiroso, que en un posible depredador. 

Hasta aquí mi reporte, nos vemos en el siguiente capítulo. Sólo me gustaría saber si quieren que el fanfic sea largo o que sea corto.

Perfect now | WenClairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora