Sentimientos encontrados.

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-Mi madre dijo que tú tenías algo que podía ayudar con mi dolor- dijo Merlina mientras trenzaba su cabello. Al escuchar esto, Enid se puso de mil colores, no sabía que decir. -Se ha vuelto molesto. No es la clase de dolor que disfruto- agregó Merlina. 

-Hay una manera de disipar el dolor. Pero tal vez no te guste- dijo Enid apenada.

-Sea lo que sea, hazlo.- dijo la pelinegra con un tono monótono.

Enid se acercó lentamente a Merlina y colocó una de sus manos en su cuello, mientras la otra mano acomodaba hacia atrás una de las trenzas de la pelinegra. 

Sin darle tiempo a preguntar, Enid se acercó al cuello de Merlina, lamiendo la herida. Era lo único que ayudaría a su dolor.

Merlina tembló con el contacto, dejando escapar un pequeño gemido. Sus manos instintivamente se enredaron en el cabello de la rubia, la cual no dejaba de besar y lamer el cuello de la otra chica.

-Con eso creo que estarás bien- Dijo la chica rubia, alejándose de Merlina, la cual, seguía procesando toda la ola de sensaciones que la habían invadido segundos atrás. 

Merlina estaba que ardía en llamas, su cuerpo se sentía caliente (no en ese sentido, cochinos) comenzó a sudar y no entendía por qué.

llevó su mano a su frente y se percató que estaba hirviendo en temperatura. -Oh no- soltó Enid, al darse cuenta de lo que sucedía.

-Enid? Qué está pasándome?- preguntó la pelinegra un poco preocupada.

-Merlina... eso es... amm... es cosa de lobos...- Enid no podía ni mirarla a los ojos al decir eso. No le había dicho a Merlina que su mordida la había convertido también en una licántropo. Mucho menos le había dicho que tendría un celo descontrolable cada mes. La rubia no sabía que hacer, quería huir, pero sabía que no debía dejar sola a Merlina.

-¿Lobos? Pero yo no soy un...- Ni siquiera terminó la frase. Llevó su mano al cuello y comenzó a atar cabos. -Ahora soy uno?- preguntó 

-Sí- dijo Enid con voz entre cortada. -Y lo que te está pasando es...-

-Estoy en celo?- agregó Merlina. 

Claro, era obvio que Merlina sabía sobre licántropos. Es demasiado inteligente como para no haber leído un libro sobre eso. Enid solo asintió con la cabeza. Se sentía culpable. Podía sentir la mirada penetrante de Merlina sobre ella. 

No pudo contenerse más así que comenzó a llorar, a lo que Merlina atendió con un abrazo. -No estás molesta?- preguntó Enid.

-Ser una mujer lobo suena interesante- dijo Merlina con media sonrisa. -Pero dime como controlo esto- agregó.

Enid no dijo nada. Sólo la acercó hacia la cama, colocándose sobre la pelinegra para comenzar a besarla.

Primero fueron pequeños besos en las mejillas y labios, pero luego, la pelinegra fue cegada por sus hormonas. Llevando los tiernos besos de Enid hacia otro rumbo más... Interesante.















Pido perdón por el capítulo tan corto. Intentaré actualizar mañana, un capítulo bien elaborado. Es que hoy no sabía que escribir pero sentía que ya había pasado mucho tiempo desde la última actualización. Subo esto solo para que sepan que la historia no quedó abandonada. 

Me gustaría saber que les gustaría agregar en esta historia, para poder construirla entre todes y que así sea para todos los gustos. Si quieren un par de capítulos +18 o prefieren omitir ese rumbo de la historia. 

Les leo.


-Chris


Perfect now | WenClairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora