Capítulo 1

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-¿Por qué haces todo esto?, ¿por qué te arriesgas?, ¿por qué pones tu vida en peligro por mí? -el Uzumaki veía con cuidado al mayor, sus gemas observaban su rostro en blanco con duda, miedo, curiosidad, los onix del Uchiha lo veían con anhelo y tristeza, el azabache bajó su mirada con un ligero sonrojo, hizo un gesto con su rostro que el rubio entendió como molestia, su corazón dolió, no entendía el porqué -¿por qué? no lo sé -el menor lo vio con duda, sintió que tal vez se burlaba de él, sólo quería manipularlo y jugar con su mente, tal vez quería capturarlo, se dio la vuelta, comenzó a avanzar sin decir palabra alguna, Itachi levantó su mirada con terror al ver que se iba, corrió tras de él y lo abrazó con fuerza por la espalda, el Uzumaki abrió sus ojos con bastante sorpresa, no sabía ¿qué pensar?, ¿qué decir? ¿por qué lo abrazaba? ¿por qué su corazón latía con fuerza?, ¿por qué no lo quitaba? sus mejillas se tornaron rojas en señal de un gran sonrojo, sus ojos se hicieron aguados, ¿qué era lo que esperaba del mayor? -moriré pronto -Naruto sintió que su corazón saldría de su cuerpo, comenzó a temblar con terror -no me queda mucho, sólo quiero que sepas que todo lo que he hecho es por ti y por mi hermano, no quiero que me odies, por favor tú no -el rubio giró su cuerpo lentamente entre los brazos del azabache sin querer despegarse, sus manos temblorosas se elevaron sobre su pecho fuerte y varonil, quería sentir su corazón, estaba acelerado y errático como el suyo, sus gemas observaban esos onix que siempre le había parecido fríos, ahora melancólicos y sinceros.

Naruto no despegaba la mirada del mayor -¿por qué? -susurró suavemente, sus gemas aguadas temblaban, Itachi unió su frente a la del pequeño respirando con algo de dificultad, sabía su destino, tenía miedo -porque... te amo -el Uzumaki comenzó a derramar lágrimas de tristeza al igual que Itachi, ambos no apartaban la mirada del otro, las manos del rubio se elevaron sosteniendo las mejillas del mayor, ambos podían sentir sus respiraciones aceleradas a un escaso centímetro, Naruto cortó la distancia, besó esos labios que no dejaban de llamarlo desde aquel día que lo volvió a ver después de tres años.

Itachi bajó sus manos a la cintura del pequeño y lo apretó a su cuerpo con desesperación, quería besarlo, sentirlo, amarlo, el destino había sido muy cruel con él toda su vida, le había puesto pruebas que podrían derrotar a cualquier ser humano, que podrían destrozar a cualquiera, como era ahora. Por fin había encontrado el amor, tan sólo poco tiempo antes de su muerte, el destino se burlaba de él con fuerza, lo odiaba, odiaba demasiado su destino.

…..

Naruto abrió sus ojos con cansancio, la luz lastimada sus pupilas, sus gemas veían la ventana de su habitación perdidas en el amanecer, lágrimas comenzaron a salir de sus azules sin poder contenerse, cada noche desde su muerte soñaba con ese momento, ese momento específico donde Itachi le había dicho cuánto lo amaba, dónde se entregó a él por primera vez, su corazón dolía demasiado, sus ojos estaban hinchados y rojos de tanto llorar.

Su cuerpo le dolía una mierda, ahora recordaba, por fin habían regresado de esa maldita guerra, por fin estaba en Konoha y por fin podía pensar en la pérdida del amor de su vida, lo había dado todo en el campo de batalla, le prometió a Itachi salvar a su hermano y regresarlo a Konoha, eso había hecho, aunque muy en el fondo hubiera preferido asesinarlo, mordió sus labios sacudiendo esos idiotas pensamientos, podía recordar como era despertar a lado de su azabache, cuando iniciaron su relación, sabía que el Uchiha moriría tarde o temprano, nunca creyó que fuera tan rápido, su amor había durado escasos tres meses, los tres meses más felices de su desdichada vida, el destino se aferraba a verlo solo, a verlo hundido.

La puerta de la habitación sonó, el rubio no tenía ánimos, limpió sus ojos justo a tiempo para verla abrirse -Naruto, ¿cómo te encuentras? -el rubio levantó su vista a su sensei, levantó sus hombros restando importancia, el peliplata se dio cuenta del rostro hinchado del pequeño -sé que pasar por una guerra no es algo sencillo, pero debemos ser fuertes, en media hora comenzarán los funerales, te traje ropa -Naruto endureció su ceño, no le importaba la maldita guerra, sabía que no tenía una tumba para llorar a su amor, eso era lo que realmente le dolía, sonrió al recordar que ahora era héroe su adorado Itachi y debía haber una tumba para él, el sensei salió, Naruto observaba la ropa con cuidado, no había podido guardar luto por su Uchiha, todo había pasado tan rápido, la muerte de Itachi, la muerte de su Ero-sennin, el ataque de Pain, la cumbre de kages donde se enteró de la verdad sobre Itachi, la isla tortuga, la guerra, sonrió levemente al recordar que por un momento pudo verlo en esa cruel guerra, comenzó a cambiarse lentamente la ropa.

Caminaba con las manos en las bolsas del pantalón, su cabeza era baja, su corazón dolía con cada paso que daba, había llegado temprano al cementerio, comenzó a buscar con cuidado la tumba de Itachi con esperanza, su mirada comenzaba a desesperarse, no podía encontrarla, vio a su sensei llegar, se acercó lentamente -¿kakashi-sensei? -rascó su nuca con algo de vergüenza -me preguntaba ¿Itachi tendrá tumba? -el peliplata lo vio con duda, hasta que según él había entendido, pensaba en su amigo Sasuke seguramente -lo lamento Naruto, sigue siendo considerado un traidor -

El corazón del rubio se estrujó con fuerza, un coraje enorme comenzó a nacer en su pecho, sintió que algo se rompió en él -él detuvo el Edo-tensei, estuvo como espía en Akatsuki durante años para salvar mi trasero, Danzo lo obligó a matar a su familia, usted lo sabe tan bien como yo -Kakashi asintió rascando su nuca -la cosa es Naruto, que sólo tú, Sasuke, yo y el consejo sabemos esas últimas dos cosas, exponer su esfuerzo como espía, sería como decirle al mundo que Konoha se equivocó y que el clan Uchiha cometió traición, a consecuencia su aniquilación, ¿entiendes? -el rubio apretó el ceño, negó con decepción -esto es una mierda -Kakashi abrió sus ojos con sorpresa, Naruto le dio la espalda, se colocó frente a la tumba de su padre -¿escuchas papá?, esta aldea es una mierda -susurró Naruto con coraje sin que su sensei lo escuchará.

Mientras llegaban los shinobis y aldeanos podía sentir la mirada llena de resentimiento contra él, comenzó a escuchar los murmullos -mi hijo está muerto por salvar su vida, todas estas muertes por salvar a ese mocoso -el rubio apretó sus puños -que descaro el suyo al presentarse al funeral -la mirada del pequeño cada vez se opacaba más -ahora tiene más de una bestia en su interior, es un demonio -la mano de Kakashi apretó su hombro con cariño -no los escuches, son idiotas -Naruto susurró para él -hace unas semanas era su maldito héroe, ahora soy otra vez el demonio, hipócritas -Shikamaru se colocó a su lado viendo con coraje a los aldeanos -no les hagas caso rubio, los shinobis sabemos quién eres, los aldeanos son idiotas -el Uzumaki sonrió forzado -disculpénme con la abuela sino me quedo a ver este show de circo -Naruto se zafó de la mano de ambos, el sensei y el Nara lo veían con preocupación retirarse del funeral.

Seremos felices (Itasasunaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora