La noche anterior jugaron bajo la nieve en su forma lobuna durante varias horas para después descansar acurrucados mientras frotaban sus narices en el pelaje del contrario marcándose mutuamente con el aroma que habían creado. Regresaron ya agotados y en su forma humana al interior de la casa, Jungkook preparó chocolate caliente con malvaviscos, sentados frente a la chimenea le dieron calor a sus cuerpos y gozaron de la última noche en aquel lugar
Ahora, estaban de vuelta en el hospital, pues en unas horas sería el tan esperado transplante de córnea y el Omega tendría algunas revisiones previas antes de someterse al procedimiento
A diferencia de la cirugía anterior, Jimin no estaba tan asustado, ya que sería la última ocasión en la que tendría que pasar por el quirófano, eso era lo que esperaba, además, teniendo a su lado a su mamá, Hoseok, Yoongi y su Alfa, quién ahora no le soltaba de la mano ni dejaba de transmitirle calma y amor por el vínculo, ya el miedo ha abandonado su cuerpo
El ambiente del hospital seguía tan trágico y crudo, sin querer olfatear más aquel aroma que le ponía incómodo enterró su nariz en el cuello de Jungkook hasta calmarse, mientras el doctor daba las indicaciones finales
El tiempo en que se llevaría a cabo el transplante era corto, serían dos horas en las que estaría en manos de los especialistas y después podría pasar su recuperación en casa, escuchar aquello le alegró en gran manera, pues había pasado la mitad de su vida yendo y viniendo al hospital
Había llegado la hora de ser libre
— Has sido muy fuerte, Minnie — habló Jungkook arrullandolo un poco antes de que el menor ingresara al quirófano — estoy muy orgulloso de ti, pequeño príncipe
— Gracias por continuar a mi lado, Jungkookie— susurró abrazándolo con fuerza — me diste fuerza para prosperar y ahora estamos juntos
— Tu cambiaste mi vida, Jimin — afirmó — agradezco mucho a la Luna en que seas mi destinado
— También lo estoy — llevó sus manos a las mejillas de Jungkook — eres mi luciérnaga en la oscuridad
— Te amo, como no tienes idea — le dió un besito en la nariz — Te amo como nunca pensé amar a alguien más
Y sin esperar la respuesta de Jimin, se acercó a los bonitos labios del Omega, besándose así armónicamente y al compás del silencio, sin más mensaje que se amaban infinitamente, como siempre desearon hacerlo
Minutos después, Jimin fue llevado a cirugía, Jungkook no tuvo que decirle que esperaba por él en cuánto saliera, pues el menor lo sabía y confiaba en aquello, así como ha estado en tan dificultoso trayecto y pronto si recompensa llegaría. Un último beso y un <<Te amo>> para que la camilla por dónde iba Jimin desapareciera por la puerta
Nuevamente eran torturados por el tiempo que solía pasar jodidamente lento, el silencio era incómodo y aunque era la última operación de Jimin, todo dependía de su cuerpo que aceptara las nuevas córneas y su vista regresara
El Alfa empezó a sentirse algo mareado y un tanto cansado, por el vínculo le llegaban tales emociones; las del Omega y su lobo aulló con preocupación, luchando contra aquellos, envió amor, felicidad y apoyo por el lazo, sabía en qué el cuerpo de Jimin estaba presentado cambios y el chico no los podía controlar en ese momento, además sería más difícil para él en que su cuerpo aceptara el transplante si no se encontraba relajado así que no se detuvo hasta que fue inundado por paz desde el otro lado de la unión, dándole sensación de tranquilidad en que su Omega había recibido su buena vibra
Pasaron las dos horas y el doctor Lee salió con una sonrisa en su rostro
— Hemos terminado — la señora Park agradeció al cielo — ahora todo depende del chico, su recuperación es clave para que el sistema se adapte al transplante — aconsejó — les deseo suerte
— No tiene idea de lo agradecida que estoy con usted, doctor — habló la Omega mayor — mi niño recibió buen cuidado de su parte, muchas gracias
— Ha sido un placer
Una reverencia de parte del doctor y se marchó con una sonrisa y un sentimiento de satisfacción, pero el sabía cuan especial era Jimin y no había sido mentira en cuanto su deseo a que el chico tuviera a partir de ahora una mejor vida ya que su más grande sueño dejó de ser un obstáculo para su felicidad
En la camilla estaba un Jimin aún dormido, sus ojos estaban cubiertos por vendajes protegiéndolos de la recién cirugía, Jungkook, la señora Park y Hoseok se quedaron en la habitación hasta que el chico despertó, hablando entre balbuceos pues aún estaba bajo el efecto de la anestesia y demás medicamentos
— ¿Cómo estás, cariño? — preguntó la señora Park
— Estoy bien — habló en un tono bajo — ¿Ya podemos irnos a casa?
Cada segundo que había pasado en el establecimiento fue más que suficiente y ahora solo quería alejarse de aquel ambiente y descansar en la comodidad de su casa e iniciar con su nueva vida
— Iré a pedir autorización de salida — dijo la mujer y Hoseok salió junto a ella, no sin antes besar la mejilla del rubio y decirle cuánto lo quería
— Kookie — llamó el menor — ven y abrázame
Sabía que el Alfa estaba en la habitación pues el aroma de Jungkook lo mantenía en calma
— Todo lo que quieras — dijo y se acostó a su lado, entrelazando sus brazos y piernas con las del Omega
— ¿Jungkookie? — habló nuevamente — ¿Seguirás conmigo siempre?
Al nombrado le sorprendió aquella pregunta, sin embargo, no dudaría en contestar
— Seré tu pilar en tu camino, evitaré que tropieces y caigas y si lo haces te extenderé mi mano para que jamás la sueltes — prometió — porque eres lo mejor que tengo
Jimin sonrió y se apegó más a él, sin saber que desde la puerta era observado por un Alfa, uno a quien no había tenido contacto en mucho tiempo, pero era una de las pequeñas piezas del rompecabezas para completar el marco completo, uno donde todo estaría correcto
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In Your Eyes (Kookmin)
RomanceUn alfa coqueto que no cree en las parejas destinadas y un omega que a pesar de su condición tenia la ilusión de encontrar a su destinado por la luna. ¿Podrá el alfa dejar sus encuentros de una sola noche y aceptar su amor por aquel discapacitado om...