Un alfa coqueto que no cree en las parejas destinadas y un omega que a pesar de su condición tenia la ilusión de encontrar a su destinado por la luna.
¿Podrá el alfa dejar sus encuentros de una sola noche y aceptar su amor por aquel discapacitado om...
La última ola de calor había sido hace unas horas y ahora estaban acurrucados en la comodidad y calidez que se brindaban entre sí bajo las sábanas. Con Jimin reposando su mejilla sobre el pecho de Jungkook, fue despertando de a poco, sonriendo por la vibración del cuerpo del mayor junto al suyo mientras se aferraba más a él. La habitación estaba inundada de feromonas y sus aromas habían creado uno nuevo, aquello sucedió al momento de recibir la marca del Alfa
De a poco, Jungkook también fue despertando, pues a través del vínculo que hacía unas horas habían renovado, sintió una avalancha de felicidad de parte del Omega. Girando su rostro, encontró al menor con sus ojitos abiertos, el color azul era acompañado por ese brillo especial que poseía la mlrada de Jimin, aquello lo hacía respirar con calma, pues le demostraba que el chico mejoraba si bienestar
Con una sonrisa de parte de ambos, Jungkook llevó su mano hasta el rostro del Omega y acarició su mejilla, haciéndole saber que era real el hecho en que el hermoso chico era su destinado y acababan de reclamarse para siempre. Jimin con sus manos hizo lo mismo, buscó el rostro del Alfa y sin importarle su recién despertar, se acercó a besarlo, siendo correspondido por Jungkook; él lo acercó más a su cuerpo bajando una de sus manos a la estrecha cintura del menor
Si bien habían pasado los cinco días del celo besándose y adorandose hasta cerrar sus ojos, no había ni jamás sería suficiente para calmar el añoro de demostrar cuánto se querían. Enrollando sus lenguas con astucia y cariño, sus lobos aullaron una vez más ante la recién unión, haciendo que el nuevo aroma se extendiera por toda la habitación en gran cantidad
— Mi dulce chico ha despertado — mimó el mayor — ¿Cómo estás?
— De maravilla, Jungkookie— dijo mientras frotaba ambas narices con ternura — ¿Cómo estás tú?
— Encantado de seguir a tu lado
Jimin soltó una risita y sus mejillas se sonrojaron al recordar vagas imágenes en las que su lobo había sido tan descarado y coqueto, había rogado atrevidamente para que el Alfa lo follara con más fuerza y rapidez, pues Jungkook le trató con delicadeza y suavidad, el mayor había cuidado de él, buscando el placer del menor y sin importar el suyo, el Alfa no se negó a ninguna de sus peticiones ni mucho menos a sus pequeños caprichos que tuvo
— ¿Que pasa en esa cabecita tuya, eh? — se burló coquetamente Jungkook de ver la cara enrojecida de Jimin. Sabía que el chico estaba recapitulando como había sido el celo y su comportamiento durante éste
A decir verdad, amó cada faceta del Omega, pues en ocasiones rechazó aparearse con él y solo quiso la atención de Jungkook, dónde fue mimado, bañado, cambiado y alimentado por él. Claro que no siempre fue así, pues en las olas de calor se volvió un Omega coqueto sin escrúpulos que solo pensaba en el nudo de su Alfa e incluso, tal como le dijo el doctor unos días atrás, ambos pidieron por engendrar cachorros. Agradecía que habían hablado antes de que el celo comenzara y el tema estaba más que claro y por tal motivo pudo controlar su lobo para no dejarlo en estado y tuvo la ayuda de usar preservativos
— No estoy pensando en nada — se hizo el confundido y no respondió más pues se avergonzaba mucho tocar el tema
— De acuerdo — el Alfa aceptó, pues no quería incomodar — Ven, bebé, tomaremos una ducha caliente
En brazos, Jungkook le llevó al baño dónde le ayudó a lavar sus dientes y después tomaron un baño juntos, lavando sus cabellos y sus cuerpos intercalados de besos y caricias. Habiendo terminado, vistió a Jimin con la ropa que más le podría brindar calidez, pues ya era de noche, además tenía algo en mente y rogaba en que todo saliera como esperaba
Hizo la cena y comieron juntos en la mesa, Jungkook le decía con cariño que parecía un cachorro, pues siempre sus mejillas se manchaban de comida y éste le limpiaba el rostro mirándole embelesado
Ya era invierno, así que al salir por la puerta, el crudo frío les azotó el cuerpo, el Alfa rodeó al Omega en sus brazos y salieron de la casa, caminando por la arena hasta llegar al muelle que estaba a unos metros de su hospedaje. Se sentaron en la madera tiesa y fría, aún sin desvanecer el abrazo, disfrutando de la compañía del otro y mientras intercambiaban otro de los Miles besos, un copo de nieve aterrizó sobre la pequeña y rojita nariz de Jimin
Había llegado la primera nevada
Así como dice la leyenda en que si estás junto a tu pareja o a la persona que más amas bajo la primera nevada, el amor será verdadero y siempre estarían juntos y sus deseos podrían ser cumplidos
Los copos de nieve fueron descendiendo formando una cortina en el cielo oscuro hasta caer sobre el cabello y ropa de la pareja. Ambos alzaron una mano al aire y un copo de nieve aterrizó en la palma de cada uno al mismo tiempo
Lo que Jungkook no sabía era que Jimin había escuchado cada <<Te amo>> antes de cerrar sus ojos después de reafirmar el vínculo que los unía para siempre y ahora sería Jimin quien lo diría
— Te amo, mi Alfa
Si bien habían muchas leyendas sobre la unión de una pareja, el amor verdadero era lo más poderoso e imposible de romper, así como ninguno quería separarse del beso que era más significativo que mil palabras
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