In Your Eyes (Kookmin)

Capitulo 51

Había pasado una semana después de leer aquella carta y claro, desde que su vista regresó. Visitó a su padre y habló con él, escuchando directamente la detallada historia que MinJoon había dejado relatado en el papel. Aún era difícil de asimilar pero debía hacerlo, no era bueno agobiarse con la situación porque a fin de cuentas nada de lo sucedido había sido culpa suya y no tenía ese poder de arreglar el pasado

También visitó la tumba en dónde reposaba el joven cuerpo de su hermano. En la lápida estaba escrito su nombre esculpido en bonita caligrafía, la fecha en que llegó y en la que tuvo que partir del mundo. Bajo ésto, la frase "No llores mi ausencia, siénteme cerca y háblame de nuevo. Viviré en tus memorias y en tu corazón, en cada que menciones mi nombre y escuches la canción que bailamos juntos. Estaré presente en cada fotografía y cada aroma, siempre feliz de dejar mi huella en tí" estaba escrita finalizando con la dedicatoria de sus padres y para sorpresa de Jimin, también estaba mencionado allí

Había sonreído en agradecimiento, lo estaba infinitamente y aunque no pensó que así sería como recobraría la vista, lo aceptó

Jungkook en todo momento permaneció a su lado, acción que le hizo enamorarse más del Alfa pues había sido parte de avanzar y encontrar su felicidad. A decir verdad, el Alfa solía decirle que fue Jimin quien le cambió la vida pues llevaba un rumbo de perdición y vana felicidad, pero el bonito Omega le hizo recorrer un camino mejor

Ahora estaba en casa de Jungkook, todos los días salían juntos y Jimin después de aquellos bonitos paseos se quedaba en casa del Alfa, en algunas ocasiones la pasaban en la casa de Jimin en plan dormir o ver películas mientras estaban abrazados

El Omega pasaba varios minutos detallando cada una de las facciones de Jungkook, así como lo había hecho la primera noche en la que estubieron juntos después de que su vista regresó; Jimin no durmió aquella noche solo por mirar a su novio, le era muy especial admirarlo, pues también sabía que llegar a dónde estaban no fue fácil para ninguno de los dos y después de que a detalle recorrió el cuerpo desnudo del Alfa con su mirada y sus caricias mientras el mayor le cuidaba mientras le decía en el oído cuánto lo amaba, se convirtió en la mejor sensación

Los latidos de Jungkook se escuchaban a tal parcimonia que lo relajaba, al igual que su aroma y ni de qué hablar en como lo abrazaba mientras estaba recostado en su pecho sin embargo su lazo era jalado por la confusión y el agobio de su Omega

— ¿Estás bien, Jimin? — preguntó bajito. El Omega levantó su mirada para fijarse en Jungkook, había estado divagando sobre sí mismo y su relación con el mayor

— ¿Que pasará ahora? — inquirió curioso — ¿Podremos estar siempre como ahora?¿Felices?

— Oh amor, esperé tanto por encontrarte y ni en mil vidas te dejaría ir — le tomó del rostro y lo acunó — Estás en todos mis planes, estoy aquí porqué quiero una vida bonita contigo y haré hasta lo imposible porque así sea

El rubio dejó salir unas lágrimas y se dejó consentir del Alfa mientras lo abrazaba y le repetía una y otra vez que estarían bien en un futuro y que nunca olvidara cuánto lo amaba

El menor se quedó dormido después de unos minutos, la película aún no acababa sin embargo había quedado en segundo plano en cuanto la conversación que tuvo con Jungkook. El Alfa con extremo cuidado zafó de sus brazos el cuerpo dormido de Jimin acomodandolo en la cama en una posición cómoda y le arropó con la sábana, se fue después de darle un besito en la mejilla del Omega

Bajó a la primera planta, escuchó las risas de sus padres y se acercó a ellos, les contó acerca del fugaz plan que tuvo mientras Jimin dormía sobre su pecho, los adultos entendían del todo las incógnitas e inseguridades que aún tenía el Omega, por lo que no se negaron en darle el apoyo a su hijo, porque ambos son merecen vivir su amor sin preocupaciones

En unos días sería Navidad, Jungkook estaba a la espera de ese momento en que tomara a Jimin de las manos y le proclamara sus más grandes deseos, hacer que el amor de ambos prosperara sin límites