Capítulo 2

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Narra Jeff:



Continuación de Flashback



Después de ese asombroso orgasmo que Ta me hizo tener, él se quedó dormido; creo que tantos ensayos y desvelos, ya le están pasando factura a su cuerpo, sobretodo a su mente. Limpié su cuerpo, puse algunas prendas, lo cubrí con las sábanas y finalmente salí de su camerino muy sorprendido, pues jamás hice algo así por nadie.

- ¡Señor! - Me saca de mis pensamientos uno de mis guardaespaldas.

- ¿Qué sucede, Boss?

- Lo hemos traído de vuelta, enyesaron sus dedos, nada del otro mundo. Espera por usted en su oficina. - Dice con una sonrisa, me da a entender que le gustó que rompiera sus dedos.

Caminé triunfante hasta la oficina de aquella basura, la verdad es que estoy feliz, me vengué por haber usado mis camiones sin permiso y logré tener un orgasmo con mi bebé. Entré en su oficina y el cabrón aún lloraba por el dolor en sus dedos, detesto a la gente que llora, por lo que solo le di 10 segundos para calmarse.

- Ya tuvo lo que quiso, no debería estar aquí. - Trata de echarme y me reí porque no tiene la autoridad necesaria para hacerlo.

- Sigue hablándome de esa forma y la próxima cosa que romperé, será tu brazo o pierna. - Amenacé y todos mis guardias lo rodearon. - ¡Quiero a ese niño, ponle precio! ¡La cantidad no es un problema, pero tampoco te excedas! - Dije con calma y él se sorprendió.

- Yo... No quiero faltarle el respeto, pero no puedo venderlo, no ahora. Es mi mejor atracción, lo único que evita que mi negocio se vaya a la ruina; por favor, al menos deje que me quede con él por un tiempo más y después puede llevárselo. - Dice en tono suplicante y aunque me molestó la idea, seguí con esa negociación.

- ¿Cuánto tiempo pides?

- Cinco años más. - Contesta casi al instante.

- Estás loco patético ser humano inservible, si piensas que puedes tenerlo por cinco años más. No me pongas ese tiempo, disminuye a uno. - Casi sonó a orden.

- Que sean cuatro. - Regatea.

- Dos. - Contesté impancientándome.

- Tres, y ni un día más, lo juro. - Lo miré fijamente, considerando que debo desahogarme en otros, todo lo que quiero hacerle a Ta durante tres años.

- Di lo que quieres a cambio. - Acepté porque tengo ganas de matar a este sujeto y llevarme al niño.

- Trae más chicos para mí. Tus camiones no son revisados, puedo meter a muchos chicos al país sin ningún problema; y si consigo a alguien tan bueno como Nakunta, prometo dártelo antes.

Esa idea no me gusta, jamás he metido a gente de forma ilegal al país, y aunque estos chicos se ven que ya son mayores de edad, no cambia el hecho de que son personas, no objetos. Estaba casi por gritarle que no lo haría, pero me puse a ver el show desde la ventana, por la cual se observa todo el club.

En ella pude ver a todos esos hombres asquerosos, siendo la misma mierda, casados y con hijos seguramente, pero dispuestos a todo con tal de estar con un niño de 18 años. No quiero que Ta esté aquí, es mi pequeño y hermoso sumiso, no puedo permitir que otros lo vean, él debe ser mío y de nadie más.

- Eso es todo lo que tendré... Cada viaje te costaría alrededor de 50 mil dólares, se hacen tres por mes, durante tres años. Haz tus cuentas, porque yo salgo perdiendo. - Reclamé para obtener más que solo a Ta, dentro de tres años.

Mi Perdición "JeffTa"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora