Mal Momento - 𝐿𝑒𝑒 𝑆𝑢-ℎ𝑦𝑒𝑜𝑘

Capituló 6

NUEVAMENTE UNA PELEA ENTRE GYEONG-SU Y NA-YEON HABÍA EMPEZADO, On-jo le había dicho a Na-yeon que se le había caído el teléfono y eso la hizo enojar, Gyeong-su intervino y eso provocó que Na-yeon le gritara y lo insultara haciendo enojar a Gyeong-su.

Este la tomó por el cuello de su uniforme y Na-yeon hace que lo suelte volviéndolo a insultar, me pongo en medio de los chicos poniendo mis manos en los brazos de Gyeong-su impidiendo que se le vuelva acercar.

— Ya para. No vale la pena pelear con ella —volteo a ver por unos segundos a Na-yeon para volver a ver a Gyeong-su con una sonrisa—. Ayúdame a poner las sillas arriba de los escritorios.

Tomó su mano y lo alejó de Na-yeon y como dije, me empezó ayudar a poner sillas arriba de los escritorios y otros objetos para impedir que un zombi entre al aula.

En el momento en el que me cansé de poner sillas me tiro al suelo recargándose en una pared descansando, solo quiero cerrar los ojos por unos segundos.

— ¿Y Su-hyeok? —pregunta On-jo lo que provocó que abriera los ojos.

Lo empecé a buscar con la mirada, pero no lo miré por ninguna parte. Nuevamente el miedo y los nervios habían regresado, no se encontraba Su-Hyeok y se pudo haber convertido en un zombi.

— ¿Alguien vio a dónde se fue? Yo vi que estabas con él —le dice a Cheong-san.

— Estaba detrás de mí —le contesta.

— ¿Y dónde está? —Cheong-san solamente contestó con un simple "no lo sé".

Me levanto del suelo y me acerco a la ventana para ver si lo encontraba, pero ninguno de los zombis se parecía a él y si no se convirtió solo había zombis por los pasillos.

Un ruido bastante molesto hace que me tape los oídos cerrando mis ojos con fuerza.

— Maestros y alumnos del instituto Hyosan. Soy Sun-hwa, profesora de inglés. Como ya han visto están pasando cosas muy extrañas el día de hoy. Algunos estudiantes están atacándose entre ellos, así que huyan y encuentren un lugar seguro. Si algún maestro o alumnos escucha esto y puede llamar a la policía y a los bomberos, le agradecería mucho que lo hiciera lo más antes posible. Estudiantes, les pido que se mantengan en un lugar seguro en lo que llegue la ayuda. Y si pueden salir de las instalaciones, háganlo ahora. Lo diré una vez más. Algunos estudiantes... —se escucha como empieza a sollozar—. Perdón a todos. ¿Alguno de ustedes está bien o están herido? La verdad es que no se que está pasando aquí o el porqué está pasando. Aun así les pido que huyan y encuentren un lugar seguro. Y de verdad lamento mucho no ser de ayuda. Tengan mucho cuidado, ¿si? Manténganse con vida, ¿bien? Nos vemos.

Siento como algo húmedo empieza a resbalar por mi cara, me la toco y siento algo líquido. Estaba llorando y Nam-ra se dio cuenta ya que me abrazó.

— Ya quiero que acabe —le dijo sollozando.

— Lo hará pronto. Tranquila —me intenta consolar.

Empieza a acariciar mi cabello lo cual me empezó a relajar un poco y me empecé a tranquilizar. Me dejó de esconder en su cuello y me quitó mis lágrimas.

[...]

Veo como I-sak se acerca a mí así que le sonrió y me le quedo mirando hasta que se sentó a un lado mío.

— Lo que hiciste con el maestro fue grandioso —comenta asombrada—. ¿Cómo lo hiciste?

— Tener a un padre detective tiene sus ventajas. Cada vez que iba a entrenar iba con él, así que tengo, se podría decir que tengo demasiada fuerza. Pero ni siquiera se como lo hice, me estaba muriendo del miedo —solo escuchó como I-sak suelta una risa haciendo que le de un delicado golpe en su hombre—. ¿De que te ríes?

— Me hubiera gustado tener el valor que tuviste.

— Lo tienes. Si no hubieras enfrentado al maestro primero, yo no lo hubiera hecho —tomó su mano y la siento bastante fría—. I-sak, tu mano está fría. ¿No tienes...? —me quede callada.

— ¿Qué pasa? —me preguntó y señaló su nariz, empezó a salir sangre de esta.

— I-sak. ¿Estás bien?

— Estoy bien, Ha-na. No me mordieron —se empieza a limpiar la sangre—. Te juro que no me mordieron.

— ¿Qué? —Na-yeon al ver que a I-sak le empieza a sangrar la nariz se levanta asustada—. ¿Te mordieron?

— ¡Claro que no! —sale corriendo a un espejo y me acerco a ella al igual que On-jo.

Sus ojos se empezaron a poner rojos como a los demás zombis, se estaba convirtiendo en zombi.

— I-sak. ¿Te sientes bien? —le pregunta Gyeong-su.

I-sak mira a On-jo y luego a mí.

— Chicas —nos llama y nos acercamos a ella—. No es verdad, ¿cierto?

On-jo y yo nos volteamos a ver por unos segundos, I-sak en cualquier momento se iba a convertir en zombi y no íbamos a poder hacer nada. Nos abrazamos, pero nos separamos cuando I-sak nos separó.

— Oigan no. ¡Les juro que estoy bien! —grita y todos se le quedaron mirando.

Cheong-san nos separa de I-sak y cuando ella se iba acercar a nosotras cae al suelo, solo sentía como mis ojos se empiezan a humedecer, no quería perder a mi amiga, no después de perder a Min-ji y a Su-Hyeok.

Me empiezan a alejar de I-sak cuando se empieza a levantar después de transformarse, solo intentaba zafarme de su agarre para ir con I-sak. Ella no puede ser un zombi, ¡no ella!

Entre Cheong-san y I-sak empezaron una pelea ya que Cheong-san estaba cuidando que no lastimara a On-jo, pero ella solo pedía que no la lastimara. Hasta yo se lo pedía, sin embargo él nunca los escuchó y le siguió lastimando hasta que de un empujón la tiró de la ventana.

Iba a salir corriendo para ir por I-sak, pero el que me tenía agarrado me lo impidió y me escondió en su pecho para que no mirara la escena, solo solté el llanto. Perdí a una de mis primeras amigas de la infancia.

El dolor de perder a alguien que quieres mucho es algo indescriptible, simplemente siento un dolor en el pecho insoportable y mis manos y piernas temblaban a mil por horas y las lágrimas salían una por otra, si pudiera regresaría el tiempo y prevenir esto. Todas las veces que trate mal a I-sak o discutimos me agobiaba la cabeza, me arrepentía de haberle hablado tan mal o haberle gritado, ahora solo quiero disculparme por todo lo sucedido.