Capituló 12

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ALGUNOS DE LOS CHICOS HABÍAN ESTADO DANDO ALGUNAS IDEAS DE UN RETRETE IMPROVIDADO, pero On-jo dio una idea que todos empezaron a seguir sus ordenes de como empezar hacer el baño improvisado

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ALGUNOS DE LOS CHICOS HABÍAN ESTADO DANDO ALGUNAS IDEAS DE UN RETRETE IMPROVIDADO, pero On-jo dio una idea que todos empezaron a seguir sus ordenes de como empezar hacer el baño improvisado. Ha-na solo observa a todos como empezaron a pegar algunas hojas y discos a la ventana que se encontraba para que no se viera como estaban haciendo sus necesidades.

Su-hyeok se acerca a la pelinegra y toma su mano para que se levantara y empezara ayudar, le entrega algunas hojas con una cinta adhesiva.

— Ayuda a las chicas, pega las hojas en el vidrio —indica Su-hyeok observando a su amiga con una sonrisa—

Su-hyeok se alega de Ha-na para empezar ayudar a los chicos con lo que se encontraban haciendo, por parte de Ha-na mira las hojas que tenia en sus manos y se acerca a las chicas para empezar ayudarles a pegar las hojas.

Después de terminar el baño improvisado el primero en entrar fue Su-hyeok y luego siguió Dae-su y Joon-Yeong.

— Al menos hay soldados y policías para ayudarnos —dijo Hyo-Ryung—

— Esto no es como en las películas. En realidad ellos están tan indefensos como nosotros —le contesta Woo-jin—

— Pero al final nos salvaran a todos. ¿Verdad, Ha-na? —pregunta Hyo-Ryung mirando a Ha-na—. Tu padre ya debería de estar viniendo con refuerzos, ¿verdad?

Ha-na observa como todos se le quedaban mirando y ninguna palabra salía de su boca, no sabía si su padre ya se encontraba en camino a la escuela con refuerzos o se encontraba interrogando a zombis.

— No le preguntes esas cosas, Hyo-Ryung —pide Su-hyeok—

— Lo siento, Ha-na —dice apenada y Ha-na solo le sonríe y mira a Su-hyeok que la miraba con una sonrisa y le guiña un ojo—

Dae-su sale del baño improvisado y Yoon-Yeong entra rápido al baño. Un olor entra por las fosas nasales de todos los chicos y una mueca de asco se les formo en su rostro.

— Mejor quédate adentro —dijo Su-hyeok tapando su nariz—

— ¿Qué? ¿Huele feo? —pregunta inocente—

Joon-Yeong que se encontraba adentro de la sala de grabaciones sale corriendo a la ventana a respirar el aire fresco.

— No es para tanto. No exageren.

— Ya no queda nadie. Ya no hay luces encendidas en ningún lugar  —menciona Nam-ra—. Todos ya huyeron o ya murieron.

— ¿Qué quieres decir? —pregunta On-jo mirando a la ventana—

— Que nadie vendrá a salvarnos.

— Oye, no seas tan negativa —dijo Joon-yeon—

— ¿No conoces a mi madre? Abría destrozado este lugar por mi, pero no está aquí ¿o si? —le pregunta—

— ¿Y eso de que nos sirve? —entra a la conversación Ji-min mirando a Nam-ra—.

— No sirve de nada, solo es un hecho.

— Todos sabemos que nadie va a venir. Tenemos que solucionarlo nosotros solos.

— Lo mejor sería esperar —habla On-jo—. No tiene sentido que dejemos un lugar seguro.

— ¿Y si nadie viene? —cuestiona Nam-ra—

— No ha pasado tanto tiempo.

— ¿Cuanto debemos esperar? ¿Debemos esperar hasta morir?

— Tampoco, Nam-ra. Debemos esperar lo más que podamos —habla Ha-na observando a su amiga—

— Tal vez es por que es de noche —dice Su-hyeok—. Posiblemente cuando amanezca alguien venga. Hay helicópteros dando vueltas por la ciudad. Hay que esperar hasta mañana.

Joon-Yeong toma aire y con el chaleco de la escuela se tapa su nariz y entra al baño improvisado.

[...]

Habían quedado así, los chicos dormirían en en el suelo y las chicas en las sillas para que estuvieran más cómodas. Todos se acomodaron listos para dormir.

Ha-na observa como todos ya estaban con los ojos cerrados para poder dormir, ella no tenía sueño así que se acercó a la ventana observando cómo estaba lleno de zombis abajo corriendo de un lado a otro.

— Hace frío, Ha-na —la mencionada voltea detrás de ella viendo a Su-hyeok quitándose su saco para ponérselo a la chica—

— Gracias, Su-hyeok —le regala una sonrisa—

— ¿Cómo te sientes?

— ¿Me creerías si te digiera que bien? —pregunta y el solo niega con la cabeza—. Pues... es difícil pensar que tus padres posiblemente ya estén muertos o simplemente se olvidaron de ti y que tus mejor amigos hayan muerto y que tú no podías hacer nada.

— ¿Sientes culpa por la muerte de Gyeong-su?

— No, no siento culpa. Se que no debería decir esto, pero la única culpable es Na-yeon. Y son unos hipócritas al sentir pena por ella.

— Ha-na...

— Solo estoy diciendo lo que pienso, Su-hyeok. Y no estoy diciendo ninguna mentira —Ha-na se quita el saco de Su-hyeok y se lo entrega dejándolo solo en la ventana yendo a sentarse a una silla para sentarse—. Ella no sintió remordimiento por la muerte de Gyeong-su, ¿por que debería sentirlo yo por ella? —le pregunta a Su-hyeok observando cómo se mantenía en silencio—

Ha-na recarga su cabeza en la mesa observando la puerta en la que había salido la maestra y Na-yeon y algunas lágrimas salen, pero rápidamente se las limpia. Sabía que había sido algo dura por lo que había dicho y el odio que sentía por Na-yeon no estaba bien, pero solo estaba diciendo lo que ella pensaba y sentía.

Mal Momento - 𝐿𝑒𝑒 𝑆𝑢-ℎ𝑦𝑒𝑜𝑘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora