Capítulo IV

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IV - UN REENCUENTRO

— ¡Neji rápido, el byakugan!

Neji activó el byakugan pero no vio a nadie, fue como la luz, rápida y sin dejar rastro.

¿Que habrá pasado? ¿Quien es en realidad aquella anciana? ¿Era ciega?

Nos regresamos hasta llegar a la solitaria casa de la abuelita, y ella se encontraba en su cama como si nada.

— ¿Quien es?

Su voz sonaba tan tranquila y suave que me pregunté hasta si de verdad debíamos dudar de ella.

— No mienta abuelita, usted no es ciega —dijo Neji sin más.

— ¿Pero como vais a desconfiar de una pobre abuelita que no puede ver ni andar?

entonces entró su nieta, y preguntó que qué pasaba.

— ¿Quienes sois? —preguntó Lee.

— ¿Cómo que quienes somos?

— No es ciega, ¿verdad?

— Si lo es, ¿acaso no la estáis viendo?

— Tu mataste a esos dos muchachos, reconozco ese olor, fue el mismo que olí cuando asesinaron al segundo

Esta vez empecé yo a hablar.

— Utilizas a tu abuelita quien no es ciega para que la gente os ayude a conseguir algo costoso y engañarlos. Luego los matáis sin más y os vais cambiando de sitio.

Me había parecido raro todo esto desde un principio, y esto fue lo que deduje con lo que había pasado, y el olor a nardos que olí cuando mataron a los hombres y como olía ahora la nieta me lo confirmó todo y el porqué si la gente trataba de hacer esta misión tan sencilla de ir a recoger unas plantas nadie volvía vivo a sus aldeas.

— Veo que te volviste inteligente _____.

— ¿Cómo sabes mi nombre?

— ¿No nos reconociste?

Entonces se llevaron la mano a la cara y se arrancaron la máscara que llevaban.

No me podía creer de quienes se trataba.

Quien pensábamos que era la nieta era mi madre, ella era rubia, ojos azules, labios carnosos, pechos grandes. Ella una vez me lanzó un vaso a la cabeza, me pegaba cuando estaba borracha, y cuando se aburría gastaba mis brazos como diana para sus agujas.

Y mi padre... El tenía el pelo negro y largo, ojos verdes de un tono clarito, alto y era atractivo pero estaba igual de podrido que mi madre. Me dejaba sin comer por días y cuando me daba comida solo me daba unos cachitos de pan y un poco de agua.

Supongo que por la mala alimentación que tuve de pequeña no crecí mucho.

— ¿Los conoces, _____?

La pregunta de Guy hizo que saliese de mis pensamientos, recordar todo eso solo me causaba dolor.

— Son dos personas que hicieron mi infancia un infierno.

— ¿Dos personas? Porque no admites que somos tus padres.

— ¡¿Y os hacéis llamar mis padres?! ¡Hicisteis que mi infancia fuese un infierno! Todavía tengo cicatrices de tus agujas. Y tú papá... Agradezco que al menos me dieses comida, pero si tan poco te importaba, ¿porqué no directamente me dejabas sin comer y me dejabas morir? Te ahorrabas el dinero de ese pan y el agua.

— Eras lo único divertido que había en casa, aparte que ni nos importas.

— Por culpa de todos vuestros actos los del pueblo me odian, todos me veían mal, me lanzaban objetos que tuviesen cerca, ¡un señor casi me lanzó un cuchillo porque habíais quemado una extremidad de su hija! Jugabais con los habitantes del pueblo, y yo por ser vuestra hija me debía llevar todo porque solo era una niña pequeña y no tenía forma de defenderme.

Mi equipo solo escuchaba aterrorizados, mientras que lágrimas caían por mi rostros, recordar todo eso era tan doloroso.

Entonces Guy-san me secó las lagrimas y me dijo que íbamos a hacerlos sufrir como ellos me lo habían hecho a mi y luego los meteríamos a la cárcel.

— ¡No te acerques a mi hija! ¡Vosotros la apartasteis de mi lado!

Al oír eso me enfureció.

— ¡El simple hecho de haber estado a tu lado fue lo peor de mi vida! No se porque no me escapé tiempo antes, me daba igual morir de hambre o que me asesinase algún shinobi, preferiría eso a estar a tu lado.

Las cicatrices que tenia en el brazo producto de sus agujas cuando la gente los veía se pensaban que eran pecas.

Guy fue el primero en atacar, estaba furioso. El fue quien me cuidó desde que llegué a konoha, sin él probablemente no estaría aquí.

Y luego de él Lee le siguió, al final estaban todos atacando menos yo, yo estaba parada tratando de analizar la situación, después de 6 años me había
reencontrado con las peores personas.

Decidí salir de todo eso y ayudarles.

Con mi viento me impulsé y evitaba las agujas que lanzaban mi madre, algunas tenían veneno así que debíamos de tener cuidado.

Una vez me acerqué le clavé 10 kunais  en la espalda a mi madre, ella cayó al suelo y continué con mi padre.

Me acerqué a mi padre quien me gritó por lo que le hice a mi madre pero no me importó, una vez cerca le clavé un shuriken en la nuca, varios en la espalda y uno en el cuello y después empecé a marearme mucho.

<Neji>

_____ había casi matado a sus padres, ya que no los llegó a matar y solo los dejó inconscientes.

Después de eso vi como se iba tambalea por lo que me apresuré y la tomé en brazos. La pequeña que tenía ahora mismo en brazos había sufrido tanto que era hasta difícil de creer.

Era linda de cerca, pero no era mi tipo. Simplemente la dejé en el suelo con cuidado y dejé que Guy y Lee se acercasen a verla.

Se les veía muy preocupado mientras que Tenten examinaba el cuerpo de los padres de _____. Y yo solo miraba.

— ¡Guy-sensei, mire!

Movió un poco a _____, en la pierna y en el brazo tenía clavada unas agujas.

Cuando se las sacaron se dieron cuenta de que eran venenosas, por lo que rápidamente Guy la puso en su espalda y empezamos a correr rumbo a Konoha.

Una vez llegamos Guy la llevó al hospital y a mi me pidieron ir a hablar con el Hokage.

— Neji... Ven acércate.

Me acerqué y esperé a que hablase.

— Necesito que me des información de que pasó en aquella misión.

Empecé a contarle todo, también lo que ______ había hecho y que sus padres todavía se encuentran en aquella casa tumbados en el suelo.

— Quiero que vayas con algún shinobi de konoha lo antes posible a esa casa y que traigáis a esas dos personas, merecen estar en prisión.

— Entendido, hokage-sama.

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𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓 (Uzumaki Naruto x tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora