• Dindo •

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El día había sido largo, pero plenamente satisfactorio, amaba mi trabajo, amaba mi pequeño negocio.

Llegué a la casa y al abrir la puerta escuché la característica y contagiosa risa de Ney, dejé mi bolso en el recibidor y me quite los zapatos, amaba andar descalza por la casa.
Me acerque a la sala de dónde provenían las risas, me encontré a Ney tirado en el sofá, con la misma ropa con la que se había ido a entrenar, con Antonella upa, su ahijada.
La escena era más que preciosa, mi corazón se llenó de orgullo al verlo. Pero duró muy poco, veía a Bruna B. que aún estaba en la casa desde las fiestas grabar y sacar fotos de la escena, me sentí celosa? No, no lo definiría como celos.

Mi amor! Llegaste –la voz de Ney me saco de mis pensamientos, Antonella aún seguía a upas de él– ven aquí –palmo el sofá a su lado–

–me rei– hola Bru –la saludé con dos besos en las mejillas y ella correspondió, nos llevábamos bien– hola preciosura –dije al sentarme a un lado de Ney, mirando a Antonella que sonreía sentada en el regazo de su padrino, tome su manita y la bese, ella solo reía–

Para mi no hay beso? –hizo puchero y estiró sus labios como pico de pato para que le diera un beso, simplemente me reí y lo bese–

–no me sentía bien, me sentía rara, no sabría explicarlo– yo iré arriba, estoy cansada –me levanté del sofá con la mirada extrañada de Ney– que descansen –dije mirando a ambos, bese la mejilla de Ney y me fui hacia las habitaciones, pero al subir las escaleras escuché una parte de la conversación de Ney y Bruna–

Está todo bien entre ustedes? –pregunto Bruna con un tono voz como preocupado–

Si –Ney respondió con algo de inseguridad– bueno, creo que sí –suspiro– iré a hablar con ella, la conozco y eso no es cansancio...

Entré a la habitación, me quite mi ropa y me puse una de las remeras de Ney que usaba para dormir. Me acosté dándole la espalda a la puerta, y al lado donde dormia él. Unos minutos después escuché la puerta abrirse lentamente y sentí como la cama a mi espalda se hundía.

Amorcito –susurro– se que no estás dormida –acaricio mi cabello, me hice la dormida unos segundos más– no puedes mentirme –beso mi mejilla y con sus labios soplo en mi cuello causandome cosquillas–

Ya! –me reí y voltee mi cuerpo para verlo de frente, el estaba acostado de lado, con su cabeza recostada en su mano con su codo sobre la almohada y Anto estaba sentada en la cama usandolo a él de respaldo–

Sabía que no estabas dormida –dijo, se acercó y me robó un beso– qué pasa?

–Antonella tomó uno de mis dedos y comenzó a jugar con el, sonreí de inmediato– no pasa nada –susurre viéndola jugar con mis dedos–

Cielo, llevamos juntos casi 3 años, te conozco –levante la vista y lo mire– sé cuando algo te molesta

–suspire– ni yo sé muy bien que me pasa –volvi mi atención a la pequeña bebé que jugaba entre nosotros– cuando entre a la casa y te vi con Anto y note que Bruna sacaba fotos y se reía contigo, mi corazón se sintió raro –suspire– cómo si estuviera fuera de lugar, cómo si yo estuviera demás  –me encogí de hombros–

Pero qué dices mi amor? –me miró, tomó mi mano y la beso– quería que te recostaras conmigo y Anto en el sofá porque quería imaginarme que era nuestra –susurro algo sonrojado mientras su pulgar acariciaba el dorso de mi mano–

–me sorprendí al escucharlo y verlo sonrojado– en serio? –lo mire y volví a mirar a la pequeña que no dejaba de reír y jugar con mi mano libre, mi corazón se estremeció al verla y pensar, soñar solo un momento, en que podría ser nuestra–

Si –sonrio y miro a la pequeña también, tenia un brillo especial en su mirada, adoraba a esa pequeña– quiero una familia contigo, ya te lo había dicho –sonrio y volvió a mirarme–

–me acerque y lo bese– sería lindo –mis ojos se aguaron al ver a la pequeña, de solo saber que el quería una familia conmigo me ponía muy sensible–

Podemos practicar cuando quieras –guiño el ojo coqueto y me reí, tomo mi mano y la volvió a besar–

Ahora tenemos visitas –me rei, y volvió a besarme–

Deberíamos bajar –tomo a la bebé y  se levantó de la cama–

–se veía tan hermoso con la beba en brazos– tienes razón –me mordí el labio de ternura al verlo– la beba te queda muy bien –me reí y el posó con la beba en brazos–

Lo se –ambos reímos y la beba hizo como un pequeño bailecito en sus brazos–

Igual que su padrino –me levanté de la cama– solo quiere bailar –me acerque y la tomé en brazos– verdad? –ella sonrió y me abrazo– eres la consentida de tu padrino –le hice cosquillas en la barriga y ella empezó a reirse–

–senti sus brazos rodear mi cuerpo hasta llegar a mi vientre– serías una mami preciosa –beso mi hombro–

–sonrei– y tú eres un papi increíble –sonrei mirándolo a los ojos por sobre mis hombros– te amo

Y yo a ti –deposito un suave y dulce beso en mis labios, hasta que fuimos interrumpidos–

Siento romper la conmovedora escena –se rio Bruna– pero la cena ya está lista –me sonroje un poco y me reí– y tienes que comer algo antes del partido –dijo mirando a Ney, hoy jugaban contra el Angers a las 21hs–

Ahora vamos –dijo Ney sin separarse de mi, ella se marchó y yo lo mire par pasarle la bebe– irás a verme no? –pregunto mientras tomaba a Anto en brazos–

Tengo que cambiarme –el la tomo en brazos y yo fui por un short– claro que si, que pregunta es esa? –me rei y me puse un short de jean–

Me cambié y bajamos juntos para cenar. Aún había mucha visita en la casa, las personas que había pasado navidad y año nuevo con nosotros, así que la casa se sentía llena, tenía vida, risas, música, baile, todo. Nos sentíamos felices de recibirlos a todos, éramos una enorme familia feliz...

One shots ~Neymar Jr~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora